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Valen: Actua normal, ¿si?- dijo y asenti algo dudosa.

Después de eso estuve bailando con Valen y Dani un buen temita de Makano y Josenid llamado 'Su nombre en mi cuaderno', el cuál canté a todo pulmón.

(...)

Ya eran las 8am y habían pasado muchas cosas a lo largo de la noche.

Primero; los pibes me dejaron re tirada después de jurar que no lo iban a hacer, segundo; ví a Camilo comerse a terrible morocha y no sé por qué me dió un poco de... ¿Celos? No sé, cuestión, fue muy confuso todo.
L

uego ví a Tamara comerse a otro pibe que no era Mateo y minutos después lo vi a el a los besos con una chica que no vi bien quién era, pero su novia no era.

Ahora estoy en la puerta del boliche esperando al Uber con los brazos cruzados por el frío que hacía, hasta que veo salir a Camilo con la misma chica, ella le dijo algo al oído y luego se despidió con una sonrisa.

El me miró y se sorprendió al no saber que me encontraba ahí parada.
Estaba por irse pero me miró confundido al darse cuenta que yo seguía ahí.

Camilo: ¿Te vas a quedar ahí parada cagándote de frío?- asenti sin mirarlo.- ¿Por qué...?- lo miré.

Lola: Espero el Uber que pedí hace un ratito y...- suena una bocina y miramos los dos al coche.- ya llegó.

Camilo: ¿Puedo acompañarte?- lo miré con una ceja alzada.- Tengo miedo que te pase algo y aparte le dije a Mateo que me quedaba a dormir en su casa.

Lola: Como quieras, vamos dale.- nos subimos al auto y fuimos a casa.

Al llegar a casa fui a ponerme el pijama, el cuál era un short y una musculosa de tiritas, luego bajé a la cocina para agarrar algo de comer.
Cuando entré estaba Camilo apoyado en la mesada comiendo un sándwich de miga de jamón y queso, el cuál era mío.

Lola: ¿De dónde lo sacaste?- lo miré con el ceño fruncido.

Camilo: De un tupper rosa que había en la heladera, ¿por?- se lo saqué y me lo seguí comiendo yo.

Lola: Porque son míos, pero te comparto si me prestas tu remera.- asintió y fuimos al cuarto donde dormía el para que me de la remera.

Fui a mi cuarto a ponerme su remeron que me llevaba por las rodillas y encima de todo tenía su perfume que tengo que decir que me vuelve loca.

'Ay por dios, ¿Camilo, qué me hacés?' , pensé mientras me acostaba en la cama.

Amor a escondidas ; KmiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora