capitulo uno

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-SHOYOOOO- el liberó de karasuno corrió hacia el de pelo naranja.

-ah!!! Nishinoya-senpai- noya se sonrojó al escucharle.

Y mientras los chicos hablaban todos se iban reuniendo pero algo dentro del as dolía, ver a nishinoya sonrojarse, ver a nishinoya abrazar a otras personas hacia que le doliera el corazón, sentía tristeza y lastima por si mismo.

Como un ser de Luz podría fijarse en alguien como el?

Ese era el pensamiento de diario de asahi Azumane.

Al principio Azumane asimiló que el sentimiento era solo amistad... Para después darse cuenta que era todo lo contrario.

Estaba enamorado del libero, su libero, el chico que le dijo que le cuidaría la espalda.

Narra Asahi

Ah noya.... Que sentirás por mi?... Que pasaría si... Pudiera decirte que te amo?...

Si tan solo fuera más valiente.

Quizá te sentirías asqueado y enojado.

Para mí... Tu eres lo más importante ahora, ojalá pudiera decirte todo lo que siento en estos momentos...

Ojalá no le tuviera tanto miedo a este sentimiento...

Ojalá pudiera decirte cuánto te amo, que pienso en ti antes de dormir, al despertar... A la mitad de cada clase siempre vienes a mi..

Narra escritora

Los chicos se habían preparado para entrar al gimnasio a excepción de uno...

-asahi estás bien?- pregunto algo preocupado suga al ver al as respirando con dificultad.

-claro- soltó nervioso.

-no te ves muy bien- interrumpió Daichi, el castaño solo asintió con la cabeza.

-asahi si no te encuentras bien solo..

-estoy bien, enserio chicos- y salió corriendo hacia la cancha.

El pelinegro y el peligris se vieron por unos segundos y después fueron tras el.

Todos los se segundo habían empezado a practicar saques a excepción de nishinoya que recibía junto con los de primero.

Y fue como si el tiempo y el momento hubieran hecho que los ojos de asahi y nishinoya chocarán por una fracción de segundos incluso para asahi fue como si el tiempo se hubiera detenido para dejarle admirar los hermosos ojos del libero.

-nishinoya~senpai- alzó la voz Hinata rompiendo el momento.

-ya voy.... ROLLING THUNDEEEER- todos se quedaron sorprendidos al ver  actuar tan rápido a nishinoya.

De pronto el corazón de Asahi latió por mil y no se detuvo.

Está vez nishinoya evitó mirar a Asahi, quizá le provocó nervios, o algo que el libero no supo explicar.

Para la media hora después de haber empezado los entrenamientos el estado de Asahi había empeorado, sentía su cuerpo pesado y ya había fallado varios saques y remates.

-azumane- llamo ukai, todo el juego se detuvo y asahi sin intención miro al entrenador como si lo quisiera matar con la mirada y todos se dieron cuenta de ello.

Asahi se acercó.

-estas bien?- pregunto takeda sensei.

A pesar de continuar el juego todos prestaban atención.

-si... Es solo que estoy algo distraído, es todo- sonrió, pero se veía muy falso.

-mejor pasa por enfermería- el chico asintió y se fue directo a la cancha.

Pero a medio camino se escuchó como se estampó contra el piso y con eso fue suficiente para que todos detuvieran el juego.

-ASAHI~SAN- grito noya y salió corriendo hacia donde asahi.

El chico intento levantarse pero su cuerpo le pesaba.

-asahi- Daichi y suga se acercaron y le ayudaron a levantarse.

-puedes caminar?- el chico asintió con los ojos cerrados y los dos mayores junto con takeda sensei lo llevaron a enfermería.

-descansemos un rato chicos- anuncio ukai.
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-asahi por qué no nos dijiste que te sentías mal- regaño suga.

El chico solo sonrió apenado.

-asahi, pedí el permiso para que te fueras a tu casa, tu madre no tarda en venir- y fue como si la hubieran invocado por qué justamente ella estaba abriendo la puerta de la enfermería.

-asahi- dijo ella preocupada mientras se acercaba a su hijo.

-asahi por qué no me dijiste que no te sentías bien? Ah... Debí darme cuenta, que clase de madre no se da cuenta que su hijo está enfermo?... Discúlpame- el chico le sonrió con ternura.

-perdona por no haberte dicho nada- ella negó con la cabeza.

-por cierto, buenos dias- dijo ella mientras se inclinaba frente a takeda sensei, este y los chicos hicieron lo mismo.

-ha.... Daichi, Koichi gracias por traer a asahi, enserio- ellos sonrieron.

-no se preocupe- después de eso la campana sonó.

-de verdad que siento mucho que hayan perdido su primera clase- ellos negaron con la cabeza -sera mejor que vayan a clase de una vez- ellos sonrieron y se despidieron de la señora Azumane.

-muchas gracias profesor- el negó con las manos y sonrió.

-entonces me llevo a mi hijo, nos veremos luego-.

-cuidense mucho- dijo takeda antes de que se fueran.

El transcurso fue corto, pero para asahi el camino se hizo más largo.

En cuanto llego a casa su madre le pidió que se fuera a su habitación mientras ella le preparaba comida.

Asahi sintió pesadas las piernas, como si llevará algo cargando con ellas.

Se recostó en su cama y soltó un largo suspiro, y recordó que un día antes había corrido bajo la lluvia para llegar a casa, había olvidado su paraguas y a pesar de que Nishinoya se ofreció a acompañarlo este se negó poniendo una excusa muy tonta que Nishinoya creyó.

Nishinoya pensó.

El dueño de sus pensamientos de nuevo se hacía presente.

Con la pastilla que le habían dado en al enfermería se le había pasado un poco la fiebre.

-asahi cariño, cámbiate el uniforme- el se levantó y después de que su madre se marchara se cambió el uniforme por su pijama, aunque decidió usar una sudadera azul por qué sus cobijas no eran suficientes para clamar en frío que sentía.

El frío por la fiebre....

O quizá el frío que sentía su propio corazón y ahora que está en cama sin nada que hacer, no podría evitar dejar de pensar en el.

sickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora