Final Personalizado

Horacio y Gustabo

Horacio no aguantaba más esta situación. Quería cambiar esto y no se lo permitían.

-Conway, a partir de ahora voy a ir yo.

-No, Horacio no vas a ir tú, yo voy a seguir intentándolo.

Conway siempre le decía eso, le prohibía ir a ver a Gustabo porque lo consideraba débil. Conway no le había dicho esas palabras pero Horacio sabía que lo pensaba.

Pero Horacio estaba harto de ver todos los días a Conway salir de esa habitación deprimido, amargado. 

-No me deja ir porque me considera debil- le dijo Horacio porfin un día a Conway.

Este lo miró a Horacio perplejo, es decir, Horacio no es para nada debil. Pero Horacio es un ser de luz que no merece pasar por los malos tratos de Pogo.

-Tú no eres debil Horacio y lo sabes, pero no quiero que Pogo te haga ningún mal.

Esas palabras producieron ternura a Horacio por lo que se relajó y dejó de estar a la defensiva con Conway.

Estaban en la casa de Conway en su cocina mientras Horacio se tomaba un café para ir a entrar al trabajo, Conway se tomaba un wisky para ir a ver a Pogo.

-Conway escucheme- le dice Horacio mientras se acerca a él- llevo muchos años junto a Pogo y sigo aquí, además ultimamente estoy más fuerte que antes. Yo creo que puedo con Pogo, no es la primera vez que Pogo se apodera de Gustabo y yo lo calmo.

Y es verdad, Horacio recuerda perfectamente la primera vez que Pogo estuvo en el cuerpo de Gustabo por días. Se dedicaba a robar, matar y chantajear a todo el que se pusiera por delante suya.

Horacio tardó unos días en recuperar a Gustabo porque en esta ocasión fue en la que descubrió a Pogo y comprendió lo sucedido en la fiesta de Halloween. Horacio se encontraba en schok.

Pero también recuerda perfectamente como consiguió traer de vuelta a Gustabo y como este lloró por varios días.

Gustabo era así, él nunca lloraba por nada, era una persona que parecía que no tenía sentimientos. Pero él lo que menos soportaba es no sentir el control. Gustabo necesita saber que tiene el control de la situación, de las personas, de su propio cuerpo. Controlar las cosas se convirtió para él en un mecanismo de defensa. Le traía paz y eso Horacio lo sabía y comprendía.

-Horacio...- dijo Conway suspirando- Volkov no va a querer.

Esas palabras enfurecieron a Horacio.

-Si Volkov no quiere no es un impedimento para mí. Él al igual que usted pueden dar su opinión pero él unico que puede imponer u obligar a algo es usted y solo porqeu es mi jefe.

-Wuo tranquilo Horacio- le dice Conway poniendo una mano sobre el hombro del contrario.

-Conway de verdad sé que puedo conseguir algo, por favor, es mucho más importante que vuelva Gustabo a que yo pase unas semanas mal.

Conway entendía lo que Horacio le decía, pero tenía miedo. Todos los dias hablaba con Pogo y era horrible, Conway sentía cada vez más lejos a Gustabo, no quería perder también a Horacio, pero sabe que el chico tiene razón.

-De acuerdo Horacio, a partir de ahora tú te encargaras del tema Gustabo pero yo estaré presente para controlar la situación.

-Oh vamos Conway- le dice Horacio con una felicidad instantanea- usted quiere estar ahí para cotillear sobre la vida de Gustabo.

Y razón no le falta, piensa Conway, Gustabo es su hijo y no sabe nada de su vida antes de llegar a esta podrida ciudad.

Por ello esa misma tarde una vez Horacio terminó su horario de trabajo fueron a ver a Gustabo.