Horacio y Volkov

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Volkov se sentía un inútil, lo único que hacía era observar en silencio todo lo que iba sucediendo delante suya.

Estuvo junto a Horacio durante su recuperación, no se separó de él en ningún momento. Volkov recuerda las veces que por la noche, Horacio no pudo evitar llorar, la situación le superaba. Volkov nunca sabía que hacer en esos momentos. Él simplemente le daba la mano a Horacio y se la apretaba un poco y le hacía círculos con sus dedos.

Recuerda perfectamente el día que Conway vino a verlo y estaba demacrado. Horacio supo al momento que era a causa de Pogo y no dudó ni un segundo en ir a por él.

Lo único que pude hacer ese día fue servirle de muleta a Horacio cuando se fue a caer y sentirme mal conmigo mismo al escuchar el tema de conversación de Pogo y Horacio.

Viendolo desde el punto de vista de los chicos... Ese día fue horrible, sobretodo para Horacio que no podía casi ni andar y encima yo le había roto el corazón.

Me quedé sorprendido cuando escuché todas las cosas que dijo sobre Gustabo, demostrando ahí claramente la diferencia entre Gustabo y Pogo, obligándome a mí mismo a cambiar mi visión del chico rubio.

Volkov tenía claro que quería estar con Horacio, quería saber más de él, quería avanzar con él. Había decidido que el día que saliese de rehabilitación, se lo diría.

Pero cuando vió a Horacio salir con un bastón en mano y con la cara triste por Gustabo, no me ví capaz de decir ni hacer nada. Que iba a hacer, estaba sufriendo por su hermano, el cual no sabíamos si volvería.

Desde el punto de vista de Volkov, dudaba mucho que consiguiesen traerlo de vuelta con seguridad, pero Horacio tenía esperanza y él no iba a ser quien se la quitase.

Cuando salió Horacio del hospital, los días fueron pasando y Volkov no se separaba de él. Horacio quiso ponerse a trabajar de inmediato, cosa que Conway y Volkov no estaban de acuerdo. Pero Horacio lo necesitaba, por lo que al final cedieron con la condición de que se encargase al principio unicamente de las cosas referentes a la oficina. Horacio lo comprendía, aún se tambaleaba un poco una de sus piernas, por lo que tenía que recuperarse.

Volkov cambió sus horarios para que estos coincidiesen con los de Horacio.

Tomó esa decisión sin hablarlo con el chico de la cresta y fue a comunicarsela a Conway.

Este al escuchar su petición levantó su cabeza de los papeles y lo miró.

-Porfín se lo has dicho?

Esa pregunta hizo que Volkov apartase la mirada de Conway para ubicarla en el suelo.

-Iba a hacerlo nada más saliese de terapia pero...

Conway se levantó de su asiento y sacó la porra.

-Eres un capullo! Porqué coño te tardas tanto! No es tan complicado!

-Callese! Lo haré cuando la situación de Pogo mejore.

-Si? Dijiste que lo harías cuando despertaste en el hospital inconsciente. Tras esto dijiste que lo harías cuando Horacio despertase tras la explosión de la iglesia. Dijiste que lo harías cuando saliese de rehabilitación. No eres capaz de decirle lo que sientes a él! Nunca se lo vas a decir.

Volkov estaba muy cabreado al escuchar esas palabras pero no se lo rebatió, si lo miraban desde ese punto de vista, era comprensible que llegasen a esa conclusión.

Se levantó de su asiento y se dirigió a la puerta mientras le decía de manera calmada a Conway.

-Cambie mis horarios para que coincidan con los de Horacio.

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