El último latido (Draco Malfoy y tu)

Capítulo 2: Sexto año

La gente comenzaba a llegar a Hogwarts luego de sus vacaciones y si digo la gente porque yo nunca me fui.

Me quede todas la vacaciones en el colegio lo cual me permitió husmear ciertos lugares y disfrutar de mi paz interior. Bah! a quién engaño. Los Weasley me habían invitado a pasar las vacaciones con ellos pero los rechacé. Sabía que me invitaban por pena. Hermione y Ron eran los amigos de Harry, no los míos. Sin embargo, los gemelos me caían bien, y gracias a ellos mi estancia en Hogwarts no era tan terrible. Después de todo, la situación no había mejorado mucho desde que la hermana de Potter  fue elegida en la elitista casa de Slytherin. A medida que pasaban los años, me aislaban cada vez mas y Draco Malfoy era el culpable. Él era quien orquestaba todos los ataques contra mi hermano, sin embargo, cuando se cansaba de molestarlo a él lo hacia conmigo. Igualmente, no todos los slytherin eran malos. Cuando Draco no estaba cerca charlaba con Blaise Zabini, quien ignoraba las constates quejas de Malfoy. Era uno de los pocos slytherin que tenían criterio propio y no se dejaban influenciar por él.  

El lunes llegó. Entre quejas y refunfuños me levanté de la cama y me puse el característico uniforme verde y plateado. En mi camino hacia el comedor escuche un lejano Expelliarmus y rápidamente dos personas me empujaron contra la pared, el fuerte olor a tabaco y cuero inundó mis orificios nasales. 

Malfoy. 

Mis brazos estaban sostenidos por Crabbe y Goyle, las marionetas de Malfoy. Lo veo acercarse con su ritmo característico y su particular mueca de desagrado. 

"Hola de nuevo sangre sucia" siseó con desagrado. "¿Que tal tus vacaciones? Seguramente te has entretenido mucho hablándole a los cuadros" comentó burlón mientras Crabbe y Goyle se reían a mis costados. 

"Cuantas veces te lo tengo que repetir Malfoy, soy mestiza" enuncié separando la última palabra en silabas. "Y la verdad es que tienes razón, los cuadros son una gran compañía. No se cansan de que les cuente las historia de cuando Moody te convirtió en un hurón" comenté en una voz calma, sabiendo que eso le iba a molestar. Su reacción fue casi inmediata, su mano agarró brutamente mi mandíbula. 

"¿Te crees muy lista, eh? Ya verás-" no pudo terminar de amenazarme en lo que un Petrificus totalus fue lanzado hacia los tres chicos de Slytherin. Harry se acercaba apresurado desde el otro lado del pasillo. 

" T/n, ¿estas bien?" preguntó Harry preocupado. 

"Sí hermanito. Tenia todo controlado, si hubiera necesitado tu ayuda te la hubiese pedido" respondí en un irónico. 

"No lo parecía. Te repetido muchas veces que te alejes de Malfoy, es violento y errático." explicó en su característico tono sobreprotector.  

"Sí, sí, Potter salva el día una vez más." repliqué sarcástica, mientras citaba uno de los miles de titulares que había escrito El profeta sobre Harry. Mientras me dirigía hacía el Gran comedor, se escuchaba la voz de Harry en la lejanía. 

Al llegar al comedor me senté en la mesa de Slytherin. Agarre un plato y me serví un muffin y una taza de té. Al terminar me dirigí hacia mi primera clase del día, Transformaciones. Mi paz duró poco ya que escuché que alguien gritaba mi nombre. 

"¡¡T/n!!" gritó Pansy mientras se acerba a mi. Seguida por Astoria Greengrass y otras chicas de Slytherin de cursos más pequeños. Sus nuevas presas, pensé. "¿Qué le hiciste a mi novio?" cuestionó, recalcando las ultimas dos palabras.

"Hola Parkinson, buenos días. ¿Qué tal tus vacaciones?" respondí sarcástica sin dejar de caminar. 

"Mi pobre novio estuvo toda la mañana en la enfermería por tu culpa" espetó furiosa mientras me tomaba por el brazo.

"¿Estas segura de que él sabe que son novios, verdad? En la sala común se escuchan otras cosas" 

"No juegues conmigo Potter" amenazó mientras su agarre se hacía cada vez más fuerte, clavándome sus uñas en mi piel. 

"Igualmente Pansy, estas equivocada" respondí seria mientras alejaba su brazo "Yo no tengo nada que ver, es tu novio es el que no me deja en paz." remarqué, enunciando sus mismas palabras, imitando su tono santurrón. "Parece que le gusto o algo". Pansy estaba inmóvil. 

Antes de alejarme pude ver una pequeña sonrisa cómplice en la cara de Astoria.