DÍA 2: "UN AÑO MÁS"

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Cada día se volvía más monótono que el anterior, siempre era lo mismo, levantarse temprano, desayunar, revisar contratos, hacer papeleos, asistir a reuniones y hacer más papeleo, su vida como Director y dueño de la empresa automotriz familiar "Volkov" no tenía mucha emoción, su papel estaba cien por ciento enfocado en producir dinero y hacer contratos con otras empresas. Y desde luego, era muy bueno en lo hacía. Siempre estaba bajo el ojo público, después de todo era uno de los hombres más importantes a nivel nacional dentro del negocio automotriz. Hasta el momento el chisme más grande que habían logrado captar los medios eran un par de fotografías de él saliendo de un bar caro con el Magnate Jack Conway y el dueño de una cadena de restaurantes Greco Rodriguez, después de una noche de copas entre amigos. Había dado de que hablar durante una semana completa, apareciendo en portadas de revistas, diarios y hasta en los canales de chismes. No era un hombre interesado en buscar placer carnal, ni mucho menos una pareja, estaba totalmente enfocado en su trabajo, asi que siempre procuraba mantenerse al margen y estar fuera de la vista de los buitres o paparazzis. Siempre le habían recalcado que había mucha gente que iba a querer aprovecharse del el por su posición, así que para él no era un problema aislarse de cierta manera, estaba más que satisfecho con sus amados vicios, el buen Vodka y los cigarros, no necesitaba más compañía que esa, la mejor medicina para ahogar sus penas del pasado, para olvidar que su familia había sido asesinada, para olvidar cada uno de los años que vivió en miseria, para olvidar que estaba solo.

Pero siempre iba a haber una primera vez para todo ¿no?, sucedió en primavera, La gran noticia de que Jack había recibido la custodia de otro de sus hijos había llegado a sus oídos, hasta el momento solo conocía a Gustabo, un joven igual de interesado que su padre en los negocios, siempre consiguiendo los mejores contratos para su padre. Según lo que le había contado Jack, su otro hijo se llamaba Horacio, lo había tenido con su ex esposa Julia, La Directora francesa de una de las más reconocidas revistas de moda a nivel mundial.

Su primera impresión al conocer al joven fue bastante peculiar, vestía bien, tenía un estilo bastante singular, similar a aquellos modelos de pasarela de alta costura, era toda una belleza para cualquier persona que lo mirase.

Con el tiempo y las frecuentes reuniones con Jack fue conociendo a Horacio, descubrió que era el hijo al que más consentido tenía Jack, pero también que era mucho más que una cara bonita, era un alma bondadosa, solía hacer activismo en su tiempo libre y siempre participaba en trabajo comunitario u organizaciones ecologistas. Y claro, las cámaras amaban al muchacho, siempre estaba en el centro del ojo público, era todo un influencer, al igual que su padre.

Más allá de aquella fachada, había logrado tener muchas conversaciones con él, conversaciones que probablemente no había tenido con nadie, de alguna manera se entendían, le parecía agradable y pasar tiempo con el joven no le molestaba en absoluto.

Con el pasar del tiempo el nivel de confianza fue incrementando entre ellos, se encontraban en las comidas o fiestas que organizaba Jack, huían de la multitud para conversar y pasar un rato ameno en compañía, como Viktor no era un fanático a aquellas fiestas llenas de gente estirada intentando captar su atención , Horacio solía ayudarlo a escapar del lugar, siempre iban a una de las habitaciones recreativas de Jack, aveces en compañía de Gustabo o del propio Jack intentando escapar de su propia fiesta cuando algo le disgustaba, era un gran cuarto con un mini bar de fondo, estanterías con libros, grandes sillones y una gran pantalla plana para jugar videojuegos o simplemente mirar películas.

Nunca pensó que en una de aquellas habituales fiestas iba a comenzar una aventura con el hijo de su amigo. Un par de copas, un error de cálculos, había metido la pata de una forma colosal, había sido inevitable, el Vodka y la cercanía entre ellos le había jugado una mala pasada. Sin pensarlo le había robado un beso al joven y dos minutos más tarde ya lo tenía encima mientras se comían la boca.

Puede que ese haya sido el primer error dentro de una cadena de otros errores, lo siguiente que sucedió fueron aquellas típicas conversaciones, "No podemos hacer esto", Viktor al principio se negó rotundamente, el arrepentimiento lo llenaba, al igual que la satisfacción y deseo de volver a probar aquellos labios. Vivían en un juego de tira y afloja. La frialdad del ruso incitaba a Horacio a alejarse de él, pero su corazón le gritaba que no lo abandonase. Desde aquel punto, aquellas reuniones en el cuarto ya no existían.

Después de un par de meses de seguir aquel juego de tira y afloja, Volkov comenzó a ceder ante los encantos del joven, solo había bastado un beso para volver a caer, no recordaba que aquellos labios sabiesen tan bien. La felicidad les duró una semana, nuevamente un descuido, habían decidido salir juntos a beber algo, era un café tranquilo, un día soleado, parecía ser el inicio de algo prometedor para ambos. Pero el destino tenía preparado otra cosa para ellos, Volkov nunca se había arrepentido tanto de robarle un beso a aquel muchacho.

La noticia había sido una bomba nuclear, su cara estaba en todas partes, "el famoso Viktor Volkov en un amorío con el hijo del magnate Jack Conway", "Horacio y Viktor ¿Un amor prohibido?", "Viktor Volkov, el nuevo suggar Daddy de Horacio?", tan rápido como llegaron las noticias a redes sociales y medios de comunicación llegó la discusión entre Viktor y Jack. El magnate estaba totalmente molesto.

- Te dí mi confianza ¿y que recibo a cambio?, la noticia de que mi mejor amigo le rompe el culo a mi hijo! –

Definitivamente lo había tomado de la peor manera. Dos días más tarde se enteró de parte de Greco que el muchacho había sido enviado a Europa, quizá donde, a estudiar.

Ahora su corazón dolía, después de todo lo que le había costado aceptar su amor por el joven, se lo arrebataban sin más. Intentó buscarlo por cielo, mar y tierra, no consiguió nada. Estuvo encerrado en su casa por dos meses completos, la noticia de que Horacio había sido enviado a otro país había llegado a los medios, el mundo no paraba de agobiarlo con la fotografía que logró captar el paparazzi de él y Horacio besándose, seguramente el desgraciado había ganado una fortuna con aquella fotografía. Viktor simplemente quería ser feliz, pero parecía que el mundo solo quería comérselo vivo.

Era el tercer mes sin él, sin contacto, sin saber nada, el pecho le seguía doliendo y el Vodka ya no lograba llenar el agujero en su corazón, como siempre en su vida, pasó algo inesperado, Jack apareció en su puerta, Viktor había intentado hablar con él en incontable ocasiones, pero no lo había logrado, esta vez fue diferente, pudieron hablar, de hombre a hombre, sin mentiras de por medio, ahí Jack lo comprendió todo, lo de ellos no había sido solo una aventura, ahora podía entender por qué Horacio se negaba a hablar con él, por qué ignoraba sus mensajes y por qué se negaba a que lo fuera a ver.

Había llegado Diciembre, lo seguía extrañando, ya habían pasado cuatro meses sin saber más de él, pero tenía algo planeado, le pidió a Jack que no le contara sobre su reconciliación, quería darle una sorpresa al muchacho, al fin y al cabo, llegaría en Febrero, después de terminar aquel curso que fue a hacer a Francia. No quería entrometerse en los estudios del joven.

Habían pasado seis meses, se sentía nervioso, había llegado el gran día, respiró hondo, tomo el ramo de flores entre sus manos, se paró frente a la puerta, había escuchado llegar al vehículo.

Horacio seguía enfadado con su padre, pero nada podía hacer ya, habían pasado seis meses y Volkov ni siquiera se había dignado a buscarlo o preguntar por él, de lo único que se había enterado era que su padre y Viktor se habían reconciliado, después de eso Gustabo no le había contado nada más.

- Te tengo una sorpresa, sé que te va a gustar – comentó Jack mientras comenzaba a caminar hacia uno de los cuartos de aquella mansión

- No vas a poder comprarme con nada – comentó desganado el muchacho mientras se quedaba en su lugar, mirando la puerta que quería abrir su padre

- No pienso comprarte, no es nada material, solo es... una persona que pensé que te gustaría ver – dijo parando su movimiento y dándose la vuelta hacia su hijo, quien lo miró confundido.

Algo se movió dentro de Horacio, frunció el ceño mirando a su padre, apresuró su paso hacia la habitación y la abrió, eso definitivamente no se lo esperaba.

- ¿ volkov?

Su voz salió nerviosa, sentía que se iba a desmayar, tanto tiempo sin verlo y ahora estaba ahí, frente a él, con una sonrisa en el rostro y un ramo de flores, esperando por él.

Volkacio Week #ClownVolkacierWeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora