Capítulo 2

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Iba camino al hospital, con la cabeza gacha para ocultar sus lágrimas. En su mente pasaban miles de escenas y hacían que un nudo en su estómago se formara.
Caminar hacia ese lugar se había hecho costumbre para Louis, cada día sus acciones y movimientos lo llevaban automáticamente a visitar a su enferma madre.
Pero su madre ya no necesitaba que él la visitara, ella había fallecido hacía una semana.

El único consuelo que Louis tenía era seguir ejecutando la rutina ya acostumbrada, así evitaba llegar a su casa vacía y helada.
La madre del chico de ojos azules tenía una enfermedad degenerativa, que logró arrancarla de la vida de Louis por siempre.
Vivía solo con su madre en un pequeño piso en Londres. Había tantos recuerdos ahí que cuando intentaba entrar se le agotaba el aire, por lo que decidió ir cada día a los lugares donde la mujer pasaba tiempo, buscando algún atisbo de risa o simplemente que su progenitora lo llamara por su nombre.

Continuó caminando, su destino era el hospital donde la hermosa mujer había pasado sus últimos días. No estaba concentrado hasta que de reojo sintió una fuerte luz cegándolo y luego algo que lo tacleaba.
Cayó al piso con algo más grande que él, se dio cuenta de que no era algo, sino alguien, quien tomó su mano y lo ayudó a levantarse.

¡Casi lo atropellan y el desconocido lo alejó del auto! Tenía que agradecerle por ese acto tan heroíco. Así que subió la mirada, quedando sorprendido, se preguntó si no se había muerto y un ángel de ojos verdes lo estaba recibiendo en el paraíso.
Se sentía nervioso. El electrizante roce de sus manos, los rizos que caían por sus hombros tal cascada, la definida mandíbula y la recta nariz, el primaveral color de sus ojos. Estaba abrumado. La persona que lo había salvado era demasiado hermoso para ser real, solo quería contemplarlo hasta que sus ojos se cerraran de cansancio.

Un pensamiento corrió por su cabeza rápidamente: "llegaré a casa y le voy a contar a mamá el guapo chico que me encontré en la calle"
Pero recordó que su mamá ya no estaba con él, otra vez escuchó el sonido de su alma romperse.
En ese duro momento, de su boca solo pudo salir un "Oops"
Su voz estaba quebrada. Solo quería llorar abrazando alguna prenda con el olor de la bella mujer que lo trajo a la vida.

Escuchó salir un suave "Hola..." de la boca del desconocido

A pesar de las grandes ganas de llorar, no podía dejar de mirar los verdes ojos. Eran hermosos, le recordaban a la primavera y el fresco aire.
No quería dejar de sentir lo que estaba sintiendo, pero debía decir algo

"Soy Louis, gracias por evitar que ese auto me...emm...", seguía abrumado y con muchas ganas de llorar.

"No hay problema, tenía que ayudarte. Soy Harry", le interrumpió el otro. Así que el guapo chico se llamaba Harry, pensó con la melancolía que lo caracterizaba y un tinte de curiosidad.

"Bueno, yo...emm...creo que me iré", sus manos seguían unidas hasta ese momento. Pero lo soltó, se sentía tan bien tomar la mano de Harry. Su corazón le dijo que se quedara ahí para siempre, pero tenía que seguir buscando la memoria de su madre.

Louis se volteó y siguió caminando en la dirección que venía, igual que antes, con la cabeza gacha y aguantando las ganas de llorar desconsoladamente.

"¡Que no se te olvide mirar al cruzar!", gritó Harry.

Logró sacarle a Louis una pequeña sonrisa luego de meses de muecas tristes o de impotencia. Parecía que el rizado había alegrado a un caso perdido en la tristeza.

Siguió su camino, pensando en su mamá y Harry. Especialmente en cómo la mujer se hubiera puesto de contenta al saber que su hijo tuvo un momento con un chico más que guapo.

Justo lo que Necesitaba [l.s] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora