Inocencia. [LUKE H. MATURE #1]

d o s

Miércoles 16 de octubre , 2014. 5.34pm.

–Luke.– dice Emily, mostrando una sonrisa.

Oh. Dios. Mío.

–Emily.– sonrío. –Pasa.– asiente

–Hola...– Dice besando mi mejilla. –Hola, Derek.– Saluda con la mano a Derek, quién se encuentra sentado en la puerta de su habitación utilizando el celular.

–Hola, Em.– responde él.

–¿Que haces aquí?Aún no llega Sarah.– digo al ver que se adentra más a la casa.

–Oh, me ha llamado hace unos minutos y dijo que viniese ahora, así cuando ella llegue, ya estoy aquí.– Suspira. –No sé cuál es su plan.– Ambos reímos.

–Bien, siéntate en el sofá, o..– o en mi polla –...Donde quieras..– aprieto mís labios.

–Bien, gracias.– dice al sentarse... En el sofá.

–¿Quieres beber algo?– "mi semen, tal vez.." le digo.

–Oh, bueno... ¿Tienes jugo de manzana?– dice sonriendo.

–Tenemos whisky, ¿Quieres?– dice Derek, sonriendo con una mirada estúpida.

Oh, no, sé lo que haces, Derek

Emily ríe, con la misma mirada.

Oh, no, ¿¡Tú también, Emily!?

–Quiero sólo jugo.– ríe de nuevo.

–'key.– respondo sumamente serio.

Voy detrás de la barra, hacia la pequeña cocina. En un costado, se encuentra la nevera. Camino hacia allí, y abro la puerta.

–Luke.– dice Derek, entrando a la cocina.

–¿Mm hmm?– digo sacando la jarra y cerrando la puerta.

–Me voy.– dice susurrando.

Echo un vistazo hacia Emily y veo que se encuentra jugando con sus dedos.

–¿A dónde, y con quién?– digo abriendo la alacena en busca de un vaso.

–Con Stacy. ¿Con quien más iría?– suspira y rueda lo ojos.

Tomo el vaso y lo pongo debajo del grifo. Abro la llave del agua y lo lavo. Vuelvo a mirarlo, y entrecierro los ojos, frunciendo el ceño.

Él sólo mira al suelo.

–Ve, pero si follas, cuídate.– Sonrío.

–Ajá.– dice asintiendo. –Adiós.– Sirvo el jugo en el vaso. Sale de la cocina y camina hacia la puerta principal.

–¡Adiós, Emily!– grita saliendo.

–¡Adiós!– devuelve el grito.

Oh, esperen, ¡Estamos solos!

–Aquí tengo tu jugo, Emma.– digo caminando hacia ella.

–Oh, gracias.– dice parándose y tomando el vaso.

Posiciona sus labios en el recipiente y no aleja sus ojos de mi vista.

–Esta es una escena incómoda.– susurro. –Mierda, lo pensé en voz alta.– Ella ríe. Deja de beber y deja el vaso sobre la pequeña mesa de la sala.

–Así que... ¿Como has estado?– dice sonriendo.

–Oh, bien. Hoy mi jefe me ha dicho que debería de llegar más temprano, y como siempre voy a las 7am, tendré que ir a las 6am o quizá a las 5am.– Asiente.