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~a la mañana siguiente~ 

Narra. Tahuantinsuyo. 

tuve que dormir en el sillón por culpa de ese chico, ugh aunque lo haya salvado así me agradece?! que irrespetuoso, aunque siento que ya lo vi antes. Creo que en el pueblo vecino, la Reina tenía un hijo creo, agh no lo se. 

Me levante y decidí ir a cambiarme, fui a mi habitación donde ese chico descansaba o eso creía. Apenas me voltee sentí una mirada en mi espalda, volví a mirar hacia el y este me miraba fijamente. 

-eh por qué me miras? -incómoda pregunta 

-que haces aquí? - me pregunto 

-es mi habitación -le respondí- por cierto, no me dijiste tu nombre, malcriado- 

-no me digas malcriado, que te importa mi nombre- me volvió a contestar igual de testarudo 

-bueno, igual te diré el mio, soy Tahuantinsuyo y si no fuera por mi estarías desangrándote en el campo, así que dame las gracias- dije, ya me esta empezando a sacar de quicio este

-Urss-

-que?-

-mi nombre es Urss- 

-bien Urss ahora si me permites me iré a cambiar al baño - dije llevando ropa a el baño 

~2 minutos después~

 salí del baño con una polera negra, una pollera andina azul, unas zapatillas blancas y una trenza gigante. Mi cabello siempre fue largo desde que era una niña, siempre me llega a las rodillas. 

-bien ahora hay que cambiarte esas vendas-dije señalando la venda que él tenía 

-espera qué?!- dijo alterado 

-que? que tiene-pregunte curiosa. 

-e-eh nada -volvió a su semblante serio mirando a la pared 

-eres raro - dije acercándome a la cama donde estaba el echado y empezando a sacar las vendas con cuidado 

-ssF -Urss hizo un gesto de dolor 

-no te muevas! -dije mirándolo. -bien ahora que sé tu nombre me gustaría saber, de donde eres?- volví a preguntar 

-ugh, soy del pueblo cercano, hijo de la reina- me dijo - soy Urss hijo de... AUCH! -exclamó - d-de la Reina imperio Ruso!, POR DIOS TEN CUIDADO! -

-hay lo siento lo siento! -me disculpe aun en shock por lo que me dijo, hijo de la reina?! wow aunque eso no va a cambiar que lo siga tratando así. -y por que te fuiste del palacio?- 

-atacaban el palacio, aunque me recupere no podre ir allí sin un plan- hablo 

-mm bueno... ya termine! -hable botando las vendas manchadas de rojo a la basura- te estás curando sorpresivamente rápido, eso es bueno. -

derrepente escuche que tocaban la puerta

-si?!-

-hermana!, la abuela te llama! -escuche la voz de mi hermano paracas

-OH!, dile que ya voy! -

escuche que se alejo de la puerta, me dirigí a la puerta y salí. 

Narro. Yo

la chica fue donde su abuela la cual estaba en una carreta donde habían cosas para vender, como: algodón, frutas, vegetales, flores y mas cosas naturales. 

-wawa, iré al mercado con tus hermanos, quedas a cargo- dijo su abuela ayudando a subir a algunos de los menores 

-oh se irán a vender todos?-

-si, ellos irán vendiendo yo cobrare- dijo la mayor sentándose en la parte de las riendas. 

-esta bien, vayan con cuidado- 

se escucho el sonido de las riendas chocando y la carreta empezó a moverse, ella veía como se iban, cada vez mas lejos hasta que desaparecieron de su campo de visión. 

Y volvió a entrar a la casa. Cuando entro estaba casi todo desordenado, por que sus hermanos habían estado corriendo de un lugar a otro, desordenando cosas de paso.

-ugh ahora tengo que ordenar esto - dijo enojada, sin mas remedio empezó a organizar todo.

--2 horas después-- 

ya habían pasado 2 horas desde que termino de organizar, esta se encontraba sentada en el sillón de la sala totalmente cansada. vio el reloj de la pared y vio que ya eran las 2 de la tarde y decidió hacer el almuerzo ya que esta estaba que se moría de hambre. Decidió cocinar algo simple, como una ensalada de atún. Cuando termino sirvió dos platos, uno para ella y el otro para el Ruso. Se dirigió a su cuarto con plato en mano, encontrando a el ruso quien dormía aun. 

dejo el plato en la mesa y empezó a picarle la mejilla queriendo despertarlo. 

-heeey~ despierta~- decía mientras le picaba la mejilla 

-nooo...-dijo cansado - déjame dormir- volvió a hablar intentando alejar la mano de la chica

-te dejo sin comer?! -dijo ya un poco enojada

-no...- 

-entonces, SIENTATE! -dijo ya enojada mientras veía como los ojos del chico se abrían lentamente, dejando ver unos hermosos ojos azules como el hielo, por parte del ruso, el se encontró con unos ojos dorados como el oro, se quedaron viendo a los ojos  hasta que volvieron a la realidad, el se sento en la cama con ayuda de la chica y esta le paso el plato con un tenedor y salio a paso rapido sin siquiera volver a voltearle la mirada- que mierda acaba de pasar?!-








...Continuara


O tal vez no...













el príncipe y la plebeya [C A N C E L A D A]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora