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Yoongi tomó un paño mojado con agua fría, estrujándolo para sacar el exceso de agua. Puso el paño en la frente de Jungkook el cual aún tenía fiebre.

Jungkook estaba acostado en el sillón del salón, mirando la televisión que solo mostraban las noticias junto con la hora.

Su cara estaba con varias manchas rojas, y ni hablar del resto de su cuerpo. Tenía fiebre, dolor de garganta y mucha picazón. Se veía cansado, y era razonable, apenas y podía dormir bien por la fiebre.

Era viernes, desde el lunes que no iba a clases por tener varicela. Yoongi se iba turnando con Hoseok para cuidar a Jungkook, porque, aunque tenían un niñero, no podía cuidarlo para no llegar a exponerlo, ya que Minki no le había dado varicela cuando pequeño, y estar al lado de Jungkook solo haría, probablemente, que se contagiara de igual forma.

Tomó el termómetro para ver la temperatura de su hijo. El aparato marcó que el menor tenía treinta y ocho de temperatura, había mejorado a la ultima vez que lo vio.

— ¿Ya tienes hambre, conejito? —Jungkook asintió con un mohín. El reloj de las noticias marcaba las trece horas, hora en donde solía salir de clases para irse a la casa y almorzar.

El mayor fue a la cocina para ver la sopa que estaba en la olla; al comprobar que ya estaba lista, tomó un cucharón junto con un plato hondo para servir la sopa.

Jungkook al ver a su padre salir de la cocina con el plato de sopa, se levantó del sillón y a paso lento y cansado se sentó en la silla frente a la mesa para comer. Al tener el plato frente suyo, empezó a comer.

El timbre sonó dos veces. El pelinegro extrañado caminó hacia la puerta, miró por la mirilla y pudo ver a Jimin con una carpeta en sus manos. Desbloqueó la puerta, abriéndola para poder saludar al recién llegado.

Jimin al sentir la puerta abrirse, sonrió tímido e hizo una leve reverencia.— Oh, buenas tardes. —Yoongi le saludó de igual forma.— Vine a dejar las guías que debe realizar Jungkook.

— ¡Cierto! Lo había olvidado. —Tomó la carpeta apenado. Desde el miércoles que el colegio le estaba llamando para que vaya a buscar las guías y que su hijo no quedara atrasado, pero solo salía cuando debía ir al hospital a trabajar o comprar comida, el resto del día cuidaba y atendía al menor.— Gracias, y lo siento por hacerte venir hasta acá por mi culpa. —Le sonrió levemente.

— ¡Profesor! —Jungkook se acercó un poco a la puerta, saludando a Jimin.

— Hola, Jungkookie, ¿Estás mejor? —El menor asintió.

— ¿Viene a hacerme clases? —Jimin divertido negó.

— Solo venia a dejarte unas guías y me iba. —Jungkook abrió un poco su boquita para luego hacer un mohín.

— ¿Puede quedarse un rato más? Por favor... —Rogó. El profesor miró al padre del niño expectante, Yoongi asintió dejándole pasar.

— Claro. —El niño tomó la mano de su profesor, llevándolo al salón para mostrarle sus juguetes.

Yoongi por mientras tomó el plato sucio, el menor ya había terminado de comer toda la sopa.

— Uh, papá... —Llamó Jungkook, cuando tuvo la atención de Yoongi apuntó a la televisión donde mostraban una noticia de ultimo minuto.

"Noticia de ultimo minuto, el puente principal se derrumbó, aun no se sabe los motivos exactos de la razón. Varios autos iban pasando al derrumbarse, las ambulancias ya están llegando al igual que los bomberos. Seguiremos informando". —Era un accidente enorme y grave, habría varios heridos y probablemente muchos muertos. Sabía lo que significaba un accidente así, y no le sorprendió para nada cuando su celular empezó a sonar.

— No puede ser. —Miró su celular. Una llamada entrante hizo que su celular vibrara, era el hospital.

Contestó, escuchando atento lo que le decían. Cerró los ojos al escuchar que lo necesitaban en el hospital de inmediato, lo que solo significaba que debía buscar rápido a alguien para que cuide a Jungkook.

Cuando la llamada terminó, suspiró cansado.— ¿Pasó algo? —Preguntó Jimin, aunque ya se esperaba la respuesta.

— Debo ir al hospital, pero no puedo dejar a Jungkook solo. —Mordió su labio frustrado, pensando rápido.

— ¿Y su niñero? —Preguntó el profesor, Yoongi negó.

— No puede cuidarlo, el jamás tuvo varicela.

Jimin miró a Jungkook, quien también lo miró como si estuvieran pensando lo mismo.

— Yo puedo cuidarlo. —Se ofreció Jimin seguro. El mayor lo miró.

— ¿Estás seguro? —El pelirubio asintió.— Ni siquiera sé a qué hora volveré.

— Cuando estaba estudiando fui por un tiempo niñero, me tocó cuidar a niños con varicela también, además, yo ya tuve varicela. Puedo hacerlo. —Aseguró.

Jungkook vio a su padre inseguro, así que decidió aportar.— Estaré bien, y haré mis tareas. —Le sonrió.

Otro mensaje llegó a su celular del hospital. Hizo una mueca y aceptó. Tomó su bolso rápido al igual que una chaqueta y sus llaves.— Sus remedios están en ese mueble, también sale a que hora debe tomarlas. El termómetro está en esa caja, y si vuelve a subir su fiebre ponle la bolsa con hielo que está en el refrigerador. —Dijo rápido. Jimin asintió memorizando cada detalle.— Si llega a pasar algo, jungkook tiene un tarjeta con mi número de teléfono. —Rápido se despidió de Jungkook dándole un beso en su pelo castaño. Y antes de salir del apartamento, se dio la vuelta y miró a Jimin.

— Te llamaré si pasa algo, tranquilo. —Tranquilizó. Yoongi asintió y siguió su camino, dirigiéndose rápido al hospital donde trabajaba.

— Profesor, ¿tiene hambre? —Preguntó Jungkook. A decir verdad, antes de venir ni siquiera había comido algo. Un poco confuso asintió. El menor le tomó de la mano y lo dirigió a la cocina. Y como hace unos años atrás, volvería a ser niñero, aunque sea por un día. 

My Little Bunny ; JimSuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora