Nauta 〖TaeKook〗

No es amor... ¿cierto?

"Ya es todo?" Jungkook se sacudió las manos en la camisa, no era que importase, después de un día largo de trabajo, no importaba si la ensuciaba un poco mas. Los comerciantes habían pasado toda la tarde bajando los productos de las embarcaciones.

"Aun no, podemos traer lo restante en dos vueltas si nos damos prisa." Su compañero apilaba cajas no muy lejos de él.

Jungkook dejo caer los hombros, se deshizo de los mechones de cabello oscuros que le tapaban los ojos con un movimiento brusco de la cabeza. Estaba exhausto, otras dos vueltas haste el barco y de regreso a su puesto en el mercado le parecian eternas. Como hijo del capitán, era él quien debía de poner el ejemplo a los otros tripulantes. Eso era lo que decía su padre. Se la pasaba repitiendole como él sería quien estaria al cargo de las tripulaciones algún día. Algún día. Jungkook estaba cansado de que le dijeran eso. Si el capitán estaba tan empeñado en prepararlo para algún día tomar su puesto ¿por qué lo dejaba fuera de toda la diverción? No le encontraba el sentido a forzarlo a hacerce cargo de las tareas mas simples o cansadas. ¿por qué no podía quedarse abordo, aprendiendo a dirigir y controlar las enbrcaciones?

Antes de que se diera cuanta, sus compañeros ya se habían puesto en camino regreso al barco. Tragandose su rabia, apreto los puños y siguió tras ellos.

Escuchaba la charla de los otros hombres pero decidió ignorarlas, no tenia interes en escuchar los planes que habían formado con alguna doncella con quien tuvieron la coinsidencia de cruzarse durante la luz mas clara del día. Jungkook rodo los ojos, irritado, le parecía una perversidad.

La luna avanzaba junto con sus pasos, haciendo esconder al sol. Fue de entre las luzes del atardecer que lo vio. Los mantos dorados se deslizaban por su piel. Sus prendas volaban delicadamente con el tenue soplido del viento. Su joyería dorada resplandecia segadoramente. Jungkook se quedo sin aliento.

Por su lado andaba otro joven, era un poco mas pequeño, pero nada menos atractivo. Su cabello parecia dar un brillo rosado. Se detenían a veces al ser llamados o saludados por algún habitante del pueblo. A los que ellos respondían, sonrientes. Una niña pequeña se acercó timidamente hacia los chicos, extendio su brazo hacia ellos ofreciendoles una preciosa flor. Ambos la aceptaron con cariño. Jungkook, al ver tales actos de bondad hacia los nobles, entendió lo amdo que era el príncipe por su reino.

Dando una mirada rápida a sus cmpañeros, comprobó que quedaban ya muy lejos para verlo huir. De un salto, salió del camino y se dirigió colina abajo. Aprobecho las espesas sombras del atardecer para ocultar su cuerpo entre la maleza a su alrededor. Cuando estuvo a salvo de las miradas de los marinos, salió de su escondite y se integro con la gente circulando el pueblo.

Nunca quitó ojo a el par que habia divisado. Los siguió por un rato, la creciente oscuridad lo hacia tarea facil. Cuando el príncipe y su acompañante se detuvieron frente a la playa, Jungkook fue obligado a alejarse un poco, buscando un escondite que no pareciera sospechoso y esperó.

No pasó mucho hasta que vio que el muchacho rubio se excusaba y retiraba. Fue un aviso rápido, Jungkook supuso que volvería pronto. Se concentró en aprobechar esos breves momentos en los que Taehyung paseaba su mirada de lado a lado distraidamente, jugando con sus manos y prendas. El marinero sentía su corazón como si quisiera salirsele del pecho. Nunca penso que podría sentir eso por alguien. Antes le habían intentado emparejar, pero nunca había sentido interes por una relación. Su madre antes le había hablado sobre el amor. Para Jungkook parecian simples cursilerias de parte de sus padres. Deseaba poder hablar con su madre al respecto. No sabía si lo que sentia era amor... no sabía por que lo sentía, no sabía que sentía.

No podía ser amor, no podía convertirse en un niñito desesperado. Solo se la pasaba horas babeando por alguien. Era normal, ¿no? Sobre todo para un hombre de su edad. Pero esa calidez en su pecho no era fácil de ignorar.

Se sentía estúpido e inútil. Ya no pensaba ni actuaba igual. Todo parecía cambiar. Jungkook se encontraba soñando despierto con ese muchacho. No solo desde aquella mañana, si no desde la primera vez que había visitado el reino. Se pasaba noches enteras intentando convenserse a si mismo que solo era una fantasía infantil. No habría forma de que un príncipe de tal nivel se fijase en él.

El corazón de Jungkook dio un vuelco. Al aproximarse la oscuridad, las luces en las calles y puestos cercanos se prendieron. Los destellos dorados adornaba su piel dulcemente, los cabellos del príncipe se revolvian adorablemente con el soplar del viento. Miraba hacia donde había desaparecido su amigo momentos antes. Este apareció no mucho después. Murmuro una pequeña disculpa por su demora.

Una ves juntos de nuevo, el par camino por la orilla de la arena en la playa. Jungkook vio como Tae dudaba en sus pasos, el rubio le tomo por la muñeca y lo jaló hacia sí, haciendolo caminar a rastras. Los chicos desaparecieron del campo visual de Jungkook, quien intentó colarse entre huecos para seguir sus pasos.

Desesperado, salió por su camino anterior. Frustrado, sacudió de su cabello cualquier resto de maleza que se le pudiera haber pegado. Tomó el camino de una calle para volver hacia el puerto. La noche ya caía sobre él, los ojos empezaban a pesarle y los musculos a dolerle. Ya habría más tiempo para seguir admirando al bello muchacho que lo traía loco.

Distraido por sus pensamientos revueltos, no se dio cuenta al dar con una esquina. El ya muy fuerte Jungkook choco con otro cuerpo aún más fuerte que él mismo. Esto lo hizo balancearse hacia atrás. Era su padre.

"Se te hace tarde, ¿marinerito?"

Mierda, estaba en problemas.

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NA

Ahhh siento que le faltó algo al capítulo pero necesito dejarlo así para contar la parte de Tae y Jimin ;-; 

Puede que le agregue algo después. ¿Qué piensan?

Ojalá pueda escribir el próximo pronto y mejor. Quiero añadir mas sobre los sentimientos de los personajes.