2. Voluntad

15.7K 1.5K 919
                                    


18 de abril del 2018

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

18 de abril del 2018

EVANGELINE

Han pasado dos días desde ese momento, he vivido encerrada en el invernadero sin ganas de hacer mis labores rutinarias por lo que dejo el tiempo correr mientras riego las plantas, una alternativa para calmarme. En la mañana conversé con los cuidadores y el padre quedó en de nuevo redactar una carta al Vaticano rechazando la propuesta. 

Se había escuchado como un secreto a voces que algunos ángeles estaban a su disposición más que por ayudarlos para cumplir lo que quiere el Creador y ahí surge otra duda ¿por qué el Creador quiere que esté en el Vaticano? creí que este asunto no era de relación con esa organización.

No quería comenzar una aventura explorando más allá de estos terrenos con desconocidos, yendo a un lugar donde estaría con más desconocidos. Ahí si se aplicaría lo de ser prisionera viviendo en una cárcel, una cárcel sagrada. Si envían a unos ángeles es porque tienen miedo de lo que soy capaz y no se sienten seguros con mi presencia, aunque quieren que esté codo a codo compartiendo mesa con ellos.

—En estos momentos odio mi existencia. —hablo a la nada, antes de esto todo estaba bien, lo último que hice fue jugar con Federico y nos divertíamos hasta que decidimos rodar por las pequeñas colinas y una astilla se clavó en mi pie.

—Tu existencia es interesante no la odies. —la voz desconocida hace que me sobresalte, una chica contemporánea con mi edad, quizás mayor está sonriéndome. Por inercia doy unos pasos hacia atrás para alejarme.

—¿Quién eres? —La joven tomó una de las macetas para percibir el aroma de la flor.

—Soy Alysa —Hace una reverencia como si estuviera hablando con la realeza—, estamos aquí por ti.

¿¡Tan rápido han llegado!? No ha pasado tanto tiempo y todavía conservo la carta, lo que se traduce como que es uno de los ángeles. El corazón comienza a bombear sangre más rápido y se acelera mi respiración un poco, sé que mis manos están comenzando a temblar por lo que las cruzo en mi espalda apretándolas, tengo miedo.

La chica en cuestión no da esa impresión de ser estricta, es rubia y su piel bastante pálida, se pierde sus rasgos finos y delicados por lo anterior, pero resaltan sus ojos que comparten similitud con dos zafiros resplandecientes. Es esbelta y alta sugiere ser imponente la vestimenta es simple una camisa blanca con un jean, viéndola así, nadie pensaría que es uno de ellos.

—Llevamos días en Trieste esperando que llegara la carta a tus manos y no fuera tan sorpresivo nuestro encuentro. —Es extraño saber que estaban tan cerca y no pude percibir su presencia.

—¿Cuántos son? —Deja la maceta en su lugar y se acerca un poco más, por tantas preguntas debe molestarse, eso es algo que el Padre Antuan ha dejado en claro, siempre dice que debo ser callada pero observadora.

La Portadora de Almas (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora