Capítulo 65

401 25 1
                                    

Maratón 1/3

Narra Roma:

Después de que Mateo se haya ido azotando la puerta me quedé inmóvil, no sabia como mierda reaccionar, decidí ir a buscarlo y explicarle, era lo correcto, pero cuando comencé a buscarlo no lo encontré por ningún lado.

Salí afuera para comprobar si estaba con los chicos pero no había rastro de él en ninguna parte, entré en desesperación al no encontrarlo pero me tranquilice como pude. Opté por preguntarle a los chicos para ver si sabían algo de Mateo.

Roma: Chicos no vieron a Mateo? Lo estoy buscando pero no lo encuentro por ninguna parte... -hablé lo más calmada que pude.

Mauro: No estaba con vos?

Roma: Sí, pero salió y ahora no se donde está -traté de explicarlo lo más coherente posible.

Daniel: Yo no lo ví, no sé

Valen: Me dijo que iba a caminar un rato, quédate tranquila en un rato vuelve -respondió Valentin intentando calamarme y asentí.

Entré a la cabaña y fui directo a mi habitación y me senté en mi cama, me sentía culpable... seguramente el está muy mal por mi culpa, y todo por este puto problema, me ponía como el orto el saber que lo había lastimado de nuevo, hice lo que estaba a mi alcance para no volverlo a hacer pero terminé destrozandolo peor.

Si quería que nadie más sufra tenía que resolver esto de una vez por todas, era ahora o nunca. Me armé de valor y volví a llamar a mi mamá otra vez.

Mamá: Y? Que elegiste? -preguntó desde el otro lado.

Roma: Ma... me voy a quedar acá, en Argentina.... Perdón, seguro te decepcione o algo, pero enserio no puedo irme a otro país, acá tengo a mis amigos que son como mi familia, no puedo abandonarlos....

Mamá: No me decepcionaste hija, sabía que esto podría pasar... Fui yo la que se equivocó, no tendría que haber sido tan egoísta y hacerte elegir entre algo que es muy importante para vos. -susurró comprendiendo.

Roma: Gracias ma, te amo, mañana te voy a acompañar al aeropuerto esperame ¿sí?.

Mamá: bueno chau, cuídate. -se despidió y susurre un "chau" antes de cortar.

Empezé a guardar mis cosas ya que mañana me tendría que ir temprano, tenía que ir al aeropuerto para despedirme de mi mamá, no iba a dejar que se vaya sin decirle un adiós por lo menos.

Estaba doblando mi ropa para luego meterla en el bolso, y luego fui al baño para agarrar mi cepillo y demás para guardarlos. Me fijé por la ventana por las dudas para ver si Mateo había vuelto, necesitaba aclararle todo sí o sí, y ahí lo vi cabizbajo caminando hacia los chicos, para luego sentarse en una silla.

Estaba nerviosa pero teníamos que hablar, terminé de guardar mis cosas y caminé hacia la puerta y la abrí, salí y me acerqué hacia los chicos. Disimuladamente me acerqué hacia Mateo.

Roma: Podemos hablar? -pregunté casi en susurro, me miró por unos segundos pero luego la desvió para luego negar, estaba enojado se le notaba en su expresión. Mordí mi labio en modo de desesperación, no sabía que más hacer. - Mateo dale, necesitamos hablar - él bufó y luego se levantó y se fue a la cabaña, lo seguí rápidamente y entré con él.

Él se sentó en el sofá que había y yo me senté a su lado, jugué con mis manos pensando en lo que diría, estaba nerviosa y eso me jugaba en contra.

Roma: Lo que oíste hace un rato... yo -empezé a hablar pero él me interrumpió.

Mateo: No la hagas larga Roma, ya sé que te vas a ir, y estas en todo tu derecho en hacerlo nadie te lo impide, solo que me enojó que no me hayas dicho -acotó mirandome, y negué rápidamente.

Roma: No, Mateo... las cosas no son así

Mateo: No sé para que me ilusionas si después te vas a tomar el palo... No me gusta que jueguen conmigo Roma, soy una persona también tengo sentimientos -susurró ignorando lo que dije. Lo hagarré de la cara con ambas manos para que me miré y se centre en lo que diga.

Roma: Dejá de decir boludeces y escúchame, no me voy a ir a ningún lado Mateo, estaba por rechazar la oferta de mi mamá pero justo te vi ahí y me puse nerviosa... -expliqué mirándolo.

Mateo: ¿Q-qué? ¿Entonces te vas a quedar? -respondió y se le escapó una sonrisa, asentí sonriendo.

Roma: Sí, me voy a quedar acá -respondí feliz y el se abalanzó sobre mí abrazándome, reí y acepte su abrazo.

Mateo: Igual yo sabia, esque nadie se me resiste, mirá soy tremendo bombón -acotó señalandose a sí mismo y haciéndose el egocéntrico.

Roma: No arruines el momento pelotudo, aparte sos re feo no seas presumido -hablé en forma de joda y se le borró la sonrisa.

Mateo: No mientas, si soy tremendo lindo, alto wacho te estas comiendo, tenes mucha suerte de tener un novio como yo -acotó haciéndose el agrandado y reí.

Roma: ajá sí, solo somos amigos no jodas - respondí rodando los ojos.

Mateo: recordá que donde hubo fuego cenizas quedan - dijo acercándose hacia mi, nuestros labios estaban a centímetros, era una distancia peligrosa. Este morocho me hipnotizaba, sentía que todo se detenía cuando estaba con el, no sabia como explicar lo que sentía por el, pero sabía que era algo especial.

Y en un abrir y cerrar de ojos nuestros labios se juntaron, era hermoso, especial, único, nuestros labios encajaban perfectamente, no era un beso de calentura, todo lo contrario, aunque eso me asustaba un poco, me asustaba el hecho de volver a enamorarme de alguien. Pero esta vez simplemente me deje llevar.

Lo atraje hacia mi agarrando su cuello, y él me agarró de la cintura para profundizar el beso. Nos separamos por falta de aire, pero para ser sincera quería besarlo otra vez. Me perdí en mis pensamientos y cuando caí en la realidad ví como el morocho estaba con una sonrisa de oreja a oreja.

Mateo: dijiste que solo éramos amigos, y ahora haces esto.... dios me tenes embobado -dijo suspirando y acomodándose el pelo.

Roma: si b-bueno, los c-chicos nos están esperando... t-tenemos que volver -respondí y Mateo se río, me sentía ridícula, no podía creer que me estaba trabando con las palabras de nuevo.

Solo quería irme de ahí y que la tierra me tragara, me daba vergüenza cuando se notaba que estaba nerviosa, y más al frente de Mateo. Me paré y estaba dispuesta a irme de ahí, pero un tirón del brazo me frenó.

Mateo: Eu no te vayas, podemos dormir juntos? -preguntó como si nada.

Sin darse cuenta él hizo que mi corazón se acelere, sentía como si se fuera a salir de mi pecho en cualquier momento, mordí mis labios en el interior así no se daba cuenta, y luego me di la vuelta para mirarlo.

Roma: Mateo estoy con Juli, no podemos... -respondí.

Mateo: sólo por hoy por fa, quiero dormir con vos Roma, dale -dijo haciéndo puchero, y aunque me quería negar no podía, la carita que puso me impidió negarme.

Roma: sólo por hoy ehh -le advertí y este sonrió feliz asintiendo.

No me juzguen, ¿Quien se negaría a tremendo bombón?

______________________________________

Me estoy esforzando, pero... ¿Por qué no es suficiente?

FORRA ||Mateo Palacios||Terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora