capitulo 5: Recuerdos desbloqueados.

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Siento que no tengo personalidad, cada día que pasa, pienso más en él, me hice una promesa, no debo romperla.

Nadie manda en el corazón, ¿no?, no es mi culpa, es culpa de el por ser tan perfecto, tan estúpido y por su simple existencia.

Hoy viernes hay una fiesta en la casa de una chica de mi clase. Desde que entre a la secundaria, mi popularidad ha crecido así que por supuesto me va a invitar y claro que iré.

No tengo claro que ropa ponerme para ir, antes no me fijaba tanto en mis imperfecciones hasta que él se metió en mi cabeza, solo pienso: "¿el me vera bien? ¿Qué pensara el?" y cosas así. Creo que mejor es el vestido morado, el azul me hace un poco niña pequeña.

Mis "padres" o mis tutores, mejor dicho, accedieron a dejarme asistir a la fiesta de Sofía, dijeron que no bebiera mucho y que me portase bien, así como no volver muy tarde a casa. No bebo ni consumo drogas, así que eso no es problema para mí.

- Está bien, gracias, volveré antes de las 3:00am, no tardare mucho.

- De acuerdo, cata. Cuídate mucho.

Llevo casi seis años con esta familia, se han portado muy bien conmigo y me entienden casi siempre, estoy más que agradecida con ellos por todo lo que me han brindado. A Eliana la considero mi madre y a John mi padre, así como a los pequeños Julen y Juan los considero mis hermanitos.

Se acerca la hora de salir y me siento más nerviosa que nunca y vergonzosa de hablar, lo cual es raro en mí, pues siempre suelo ser muy extrovertida y más con los chicos de mi instituto.

- ¿Estás bien? _pregunta Eliana mientras entra en mi recamara_

- Sí, estoy bien, gracias por preguntar.

- ¿Hay algo por lo que debería preocuparme?

- No, solo estoy un poco nerviosa por ir a la fiesta.

- ¿tu estas nerviosa?

- Si, raro ¿no? _le digo riéndome_

- Muy raro en ti, pero esa solo quiere decir una cosa.

- No quiere decir nada.

- Quiere decir que es por un chico. _me mira con cara de picardía mientras sonríe_

- No, ¿Cómo crees?

- Claro que sí.

- ¡no!

- Deja de negarlo y cuéntame quien es

Bajo la cabeza y sonrío con vergüenza, nunca tuve una madre o alguien en quien confiar para contarle algo así, pero Eliana me brinda toda esa confianza que necesito y le cuento acerca de Leonardo.

- Eres muy hermosa y si ese chico no lo ve, es que ese chico no es a quien buscas realmente.

- Gracia, de verdad, no sabes cuánto te quiero, peor ya se me hace tarde, me tengo que ir.

Salgo de la casa y veo que Jessica, mi mejor amiga está afuera esperándome para ir juntas. Hago un gesto de adiós hacia Eliana y camino hacia Jess. La casa de Sofía no está muy lejos así que podemos ir andando.

Cuando llegamos, veo que se asoma Leandro por la ventana. Me corazón se acelera y siento mucho vacío en el estómago y ahí fue donde me di cuenta que yo, la chica popular y más solicitada por los chicos, le gustaba un chico, mucho. Por primera vez.

- Ya bajo a abriros la puerta, chicas. _grita Leandro desde la ventana_

Cuando entramos vi que Sofía estaba besándose con un chico un poco mayor para ella.

- ¿Tenías idea de que Sofía tenía novio?

- No, pero vaya que lo disfruta. _me respondió Jessica con su cara de asombro_

- Yo pensaba que un día de estos nos iba a decir que se iba del instituto porque sería monja.

- Yo pensé que vendería su virginidad a un narcotraficante y nos haría millonarias.

Jessica sabe que no soy virgen pero no sabe por qué, es decir, si sabe, pero yo cambien un poco la historia porque me daba mucha vergüenza contarle la verdadera historia. No me gusta la idea de que mi mejor amiga piense que le he dicho la verdad, pero no quiero que se entere de lo sucedido. Así que ella piensa que la perdí con un chico cuando tenía quince años, Se supone que era mi novio, pero la verdad es que nunca he estado con un chico porque yo quiera estarlo, tampoco he tenido novio.

- ¿Cata?

- ¡Miguel!

- Dios mío, no puede ser que seas tú.

- No sabía que estabas aquí en España.

- Primita, cuanto tiempo ha pasado. Desde aquel día en el juzgado.

- ¿Juzgado? _Pregunta Jessica_

Volteo la cara y me dirijo a saludar a Sofía que es ella la anfitriona y es quien debe ser el centro de atención, aunque se que ahora pude evadir la pregunta de Jessica, eso no quedara ahí y tendré que darle explicaciones.

No puedo creer que mi primo este aquí, después de tanto tiempo ha desbloqueado recuerdos, muchos recuerdos. Aunque él no tiene la culpa de lo que me paso me duele verle, él estaba muy joven y creo que lo entendía igual que yo o un poco más, seguro él le cree a su padre, pues nadie estaba ahí para ser testigo de lo que él, mi tío, alguna vez me hizo. Casi no recordaba su cara, no parece hijo de mis tíos, pues él es tan lindo y ellos son tan, ellos.

- Sofí, ¿él es tu novio?

- No, nos estamos conociendo, pero tú sabes que a mí no me gustan las relaciones.

No entiendo nada, como es que Sofía conoce a mi primo, ¿Cómo es que él vive aquí? ¿en dónde estudia?

- Sabías que ese vestido te queda muy mal, ¿no?

Creo que no alcanzo a dimensionar el insulto porque sus ojos me hipnotizan. Me dirijo a la cocina para tomar un vaso de agua. Un chico me ofrece un vaso para beber y lo tomo pensando que era agua, pero no, no es agua. Como arde la garganta. Creo que la última vez que bebí alcohol fue cuando el director del convento me obligo a beberlo mientras me tocaba y me mordía. He desbloqueado recuerdos que había dado por olvidado.

El alcohol y todos mis recuerdos me tienen un poco atontada, solo escucho la música de fondo, veo a lo lejos a mi primo mirándome, ¿Qué me pasa? ¿Por qué me parece tan atractivo de repente?, por otro lado, esta Leonardo de nuevo diciéndome que mis zapatos parecen de abuela. Camino rápido hacia él y miro directo a sus ojo, solo para decirle:

- Me encantas, idiota.

shhhh. Tranquila, no dueleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora