Capítulo VI

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Ya había retomado mis clases con normalidad. Ese shock por la noticia que Dánae me había dicho aún seguía dentro de mí, pero ya lo había más o menos procesado. El que su padre fuera el provocador de mi ingreso en el hospital San Mungo era bastante aterrorizador. Y todo este tiempo ellos habían estado justo a mi lado en los veranos.

Decidí tomarlo con calma y finalmente lo acepté, quizás ya no viese a Dánae en los veranos, al menos en su casa. A menos que entrase como lechuza con una "carta" y cuando sus padres no viesen me convirtiese en humana.

Habían varias opciones, pero no era momento de pensar, estaba en clase y debía escuchar al profesor Binns, que aburrido y monótono como siempre impartía su aburrida y monótona lección. Esta era una de las pocas asignaturas que compartía con mis amigos Gryffindor y yo me sentaba cerca de Harry para admirarle de vez en cuando.

De repente una mano se alzó, cómo no, la de Hermione. El profesor se interrumpió y miró a Hermione, toda la clase estaba de repente atenta a lo que decían estos dos.

—¿Señorita...?

—Granger profesor. Pensaba que quizás usted podría hablarnos sobre la Cámara de los Secretos —dijo ella.

Media clase se sorprendió y atendieron a la charla con más interés.

—Mi disciplina es la Historia de la Magia. Me ocupo de los hechos, señorita Granger, no de los mitos ni de las leyendas —dijo algo molesto y luego prosiguió con su clase. Hermione volvió a levantar la mano.

—¿Señorita Grant?

—Disculpe, señor, ¿no tienen siempre las leyendas y los mitos una base real?

El profesor la miró con algo de sorpresa, nadie le había interrumpido nunca, seguramente ni siquiera cuando estaba vivo.

—Veamos... Sí creo que eso se podría discutir. Sin embargo la leyenda por la que usted pregunta es una patraña hasta tal punto exagerada, yo diría que incluso absurda.

El profesor miró a toda la clase. Todo el mundo tenía interés en sus palabras, menos Draco el estaba dormido justo a mi lado desde hacía ya tiempo. Al ver tanto interés fijado en él dijo despacio:

—Muy bien... A ver, todos ustedes saben que Hogwarts fue fundado hace unos mil años por los cuatro brujos más importantes por aquel entonces, las casas reciben sus nombres de ellos: Godric Gryffindor, Helga Hufflepuff, Rowena Ravenclaw y Salazar Slytherin. Los cuatro construyeron este castillo, lejos de las miradas de los muggles, dado que en aquella época la gente tenía miedo a la magia y los magos y brujas sufrían de persecución.

Se detuvo un momento mirándonos y prosiguió.

—Durante algunos años, los fundadores trabajaron juntos en armonía, buscando jóvenes que dieran muestras de aptitud para hacer magia y trayéndolos al castillo para educarlos. Pero surgieron disputas entre Slytherin y los demás. El pensaba que debían ser más selectivos y que solo debían aceptar a hijos de magos, le desagradaba tener hijos de familias muggles, pensaba que no eran dignos de confianza. Un día se produjo una seria discusión entre Gryffindor y Slytherin y éste último abandonó el colegio.

Volvió a detenerse y nos miró frunciendo el seño.

—Esto es lo que dicen las fuentes fidedignas, pero estos simples hechos quedaron ocultos tras la leyenda de la Cámara de los Secretos. Esta leyenda nos cuenta que Slytherin había construido en el castillo una Cámara oculta de la que los demás no sabían nada.
Slytherin, selló la Cámara de los Secretos para que nadie la pudiera abrir hasta que llegase su auténtico heredero. Sólo el heredero podría abrir la Cámara de los Secretos para liberar al colegio de todos los que no tienen derecho a aprender magia.

[Confesiones | Draco Malfoy ] || La cámara secreta #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora