-Emily no lo hagas.
-Solo un corte mas.
Era lo que se me pasaba en la cabeza una y otra vez. Como si hablara con mi propio yo. Eran las 5 de la madrugada ya había pasado unas 3 horas con una navaja en la mano haciéndome cortes mientras mi mente repetía no lo hagas una y otra vez. Pero que mas da eso es lo que me hace salir de la realidad un momento. Mientras la cuchilla atravesaba mi piel, las lagrimas se entreveraban con la sangre y caían al piso.
-Trin tron trin tron. La alarma de mamá sonaba para que se ponga en marcha eh irse a su trabajo. Escondí la navaja abajo de mi cama. limpie mis muñecas, mis lagrimas y me acoste. Mi madre nunca entraba a mi habitación pero por las dudas siempre escondía todo y me acostaba.
Después de unos minutos senti la llave en la puerta, sabia que ya estaba sola y que podía volver a lo mismo de antes pero decidi quedarme en la cama mientras en mi mente pasaban muchos pensamientos. Ya tantos intentos de suicidios sin resultados me estaban cansando, siempre intentaba pensar alguna manera nueva que me funcione para irme de aqui de una vez, extrañaba demasiado a mi abuelo, ya iban a hacer 4 años que no estaba aqui conmigo... Lucy, Lilly, Valentina? bueno ellas dicen ser mis amigas, se enojan porque me autolesionó pero cuando las necesito no estan.
Después de un momento senti un ruido en la puerta supuse que era mamá que volvió porque solo vivía con ella.
-¿Mamá? grite con todas mis fuerzas mientras esperaba algún tipo de respuesta.
Pero no obtuve ninguna señal. Y después de unos segundos otro golpe mas fuerte.
-¿Mamá? ¿Volviste?- Grite mientas mi corazon se aceleraba imaginándome millones de cosas.
La puerta de mi habitación comenzó a abrirse lentamente, al principio pense que era viento pero con el golpe en la puerta de entrada fue suficiente, y de pronto cuando estoy casi muriendo de miedo veo a Ian entrar por la puerta, mi lindo y precioso gatito es el que casi me mata de un infarto. Corri a agarrarlo y en el susto se me había salido la venda de las heridas, me di cuenta que termine manchado de sangre a mi hermosa y tierna mascotita.
-Pechochito, gordito sos todo de mama. te tendre que bañar. le susurraba mientras le hacia mimos en la cabeza.
Después de bañar a Ian y hacer todas las cosas de la casa solo quedaba esperar unos minutos que llegara mamá y ir al unico lugar que me hacia sentir completa, el gym.
Me vesti, por lo general siempre usaba una calza y buzo para tapar esas feas heridas en la muñeca. Ya era hora de irse. Siempre mirando al piso, para no ver a nadie, (la sociedad era otra causante de mis tajos), y metida en medio de mis pensamientos con una gran sonrisa para que nadie se enterara de esa yo suicida.
Que largo era el camino hacia el gym. Mis piernas ya no daban mas. Luego de haber caminado unas 10 cuadras se me estaciona un auto enfrente impidiendo que de cualquier paso.
-Otro de estos chorros que quieren raptar a las chicas. pence para mis adentros mientras trataba de esquivarlo, sin obtener resultados tuve que quedarme quieta a ver que se le ocurría hacer. al ver que yo me quede inmóvil se abrió una de las puertas de ese automobil verde y se bajo un chico. *wooo* era demasiado elegante para ser un violador. Sus músculos se marcaban en su camiseta. Los ojos azules y brillosos eran lo que mas me llamo la atención y el pelo rubio combinaba con su pantalon.
-¿Quien eres y que quieres?- Pregunte asustada pero siempre sin perder esa sonrisa que llevaba.
-Te eh estado viendo. Se que estas muy cansada, ¿quieres que te lleve?
En ese momento se me apareció la imagen de mi madre, en unas de esas charlas aburridas en las que siempre me repetía una y otra vez no hables con desconocidos ni aceptes ninguna propuesta.
No sabia que decir asi que me quede callada unos segundos.
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Emily
RomanceEmily era la típica chica tímida que siempre tenia una sonrisa en su rostro, una sonrisa que deslumbraba a la sociedad, que daba gusto ver y que muchas personas envidiaban. Pero nada es lo que parece esa chica debajo de esa sonrisa ocultaba muchas l...