Baile

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Para los demás asistentes a la fiesta solo habían pasado unos segundos, para mí se sintió como una eternidad.
Pero todo ese peso se esfumó cuando Bismarck tomó mi mano, se levantó de su asiento y me llevó a la pista de baile, lo cual le agradezco porque toda la confianza con la que fui a invitarla a bailar había desaparecido cuando las miradas se centraron en mí.

Ya en el centro de la pista comenzaron a bailar. Para la sorpresa de Hans, Bismarck se movía muy gracilmente y lo guiaba. También notó que algunos ya habían dejado de mirarlo, pero otros aún tenían los ojos fijos en él, esto lo incomodó y se puso a buscar entre los invitados a sus amigos con la esperanza de que ellos le diesen algo de confianza.

- Es descortés no mirar a tu pareja -dijo Bismarck mientras daba una vuelta y usaba el brazo de Hans para regresar a su posición original- No prestes atención a los demás y concéntrate en lo que haces.

- Lo siento -dijo Hans mientras volvía la mirada hacia Bismarck, quien para su sorpresa sonreía.

- Con todo el apuro que tenías hace un momento no pude preguntarte tu nombre -soltó Bismarck.

- Oh, es Hans...Hans Muller.

- Un gusto Sr. Muller. No recuerdo haberte visto antes, eres recién graduado de la academia? -preguntó mientras daban una vuelta.

- Me gradué hace 5 años, pero participé en misiones lejos del país -respondió Hans mientras hacia girar a Bismarck sosteniéndola con solo una mano- Vine para ocupar un puesto de comandante por recomendación de un superior.

- Ya veo, y dime...

Bismarck no pudo terminar la frase ya que un comandante que se veía mayor se había acercado a ellos.

- Caballero, me permite bailar con su pareja? -dijo el comandante mientras extendía su mano hacia ellos.

Que hago? Le diría que no, pero por respeto no me puedo negar...

- Adelante -respondió Hans mientras le entregaba la mano de Bismarck. Hans salió de la pista de baile sin mirar a Bismarck, se dirigió a uno de los grandes balcones que estaba cerca.

Estando en el balcón Hans se puso a pensar en lo que había ocurrido.

- Diablos, por qué tenía que venir en ese momento? Pero que más podía hacer? No podía negarme y menos frente a Bismarck. Tendría que dar explicaciones y estoy seguro que un "Simplemente no quiero" sea una respuesta justificable.

Hans miró el mar e intentó calmarse.

- Bueno...al menos pude estar con ella un rato. Nunca pensé que pasar el rato con alguien como ella fuese tan agradable.

Escuchó pasos detrás de él.

- Sueles hablar contigo mismo a menudo? -escuchó Hans, se quedó en silencio. Es imposible que sea ella.

No tuvo que voltear para ver quien era, Bismarck se paró a su costado mirando hacia el mar.

- No debes entregar algo que quieres solo porque alguien te lo pida -dijo Bismarck, aún sin mirar a Hans- Sangre y Hierro no solo son palabras para acompañar nuestro escudo.

Hans entendió a qué se refería, pero no pudo evitar preguntarle.

- Qué sucedió con su pareja?

Bismarck lo miró con ojos fríos y regresó la mirada al frente. No debió ser la respuesta que esperaba. Aún así ella respondió de forma calmada.

- Le dije que me disculpase pero quería tomar aire -dijo Bismarck e hizo una pausa- En las fiestas suelo quedarme sentada, nadie se atrevió a acercase hasat ahora...excepto tú. Te parezco alguien tan intimidante?

- No quiero ofenderla, pero sí Lord Bismarck -dijo Hans agregándole el "Lord" aún sabiendo que a ella no le gustaba- yo me atreví a hacerlo porque me encontré antes con usted, y me pareció alguien amigable.

Ella lo miró algo sorprendida por el tono despreocupado con el que decía aquellas cosas.

- Bueno, Hans Muller. Cuentame acerca de esas misiones que me comentó hace poco en la pista de baile -dijo Bismarck para cambiar de tema y volvía la mirada hacia él.

Luego de hablar por varios minutos de sus aventuras, Hans se disculpó.

- Lo siento, creo que he hablado sólo de mí.

- Al contrario, los demás comandantes con los que he conversado solo están interesados en hablar de mí y de adularme -respondió Bismarck- Es refrescante.

Hans aliviado de que ella lo estuviese pasando tan bien como él, notó que una mujer con cabello y vestido blanco parecido al de Bismarck se acercaba junto a una chica con coletas, quien también tenía el cabello blanco.

- Señorita Tirpitz, señorita Prinz Eugen, buenas noches -dijo Hans al tiempo que hacía una ligera reverencia.

- Interesante, Bismarck pasando el tiempo junto a un joven comandante -dijo Prinz Eugen mientras les dedicaba una sonrisa pícara.

- Buenas noches -respondió Tirpitz devolviendo el saludo y agregó- Bismarck es tiempo de irnos, tenemos una misión importante mañana.

Bismarck asintió y se dirigió a Hans.

- Fue un gusto conocerlo, Sr. Muller -se despidió Bismarck- espero tener noticias de usted pronto.

- Igualmente -dijo Hans despidiéndose, y luego veía como se alejaban las tres.

Ya cuando se encontraba completamente solo.

- Igualmente? Así me despedí? -Hans soltó un suspiro y miró al cielo- Como me alegro de haber llegado tarde- y sonrió.




Bismarck x Comandante (Shikikan Series)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora