Te tiene algo de afecto

746 53 4
                                    

Pasaron varias semanas desde ese entonces. La actitud de Bismarck cambió con el paso de los días. Su trato con las demás volvió a como era antes de aquella misión, incluso cambió su actitud conmigo.
En ese tiempo aprendí algunas cosas de ella. No es de las personas que habla mucho mientras come, pero es buena escuchando. Además, le gusta dar órdenes. A menudo me pregunto si alguna vez dejó su posición de jefa, aún cuando se convirtió en mi secretaria. Eso no me molesta, aunque últimamente siento que está siempre sobre mí.

Hans y Bismarck caminaban por el pasillo luego de dejar la oficina.

- Otra vez tienes la gorra desalineada Hans -exclamó Bismarck al tiempo que se detenía y sujetaba a Hans.

- G-Gracias Bismarck -sonrió nerviosamente.  Es atenta, pero a veces actúa como una madre...o una esposa.- Si nos demoramos mucho puede que no encontremos lugares en la cafetería -señaló Hans luego de que ella terminase de acomodar la gorra.

Retomaron su camino y al cabo de unos segundos se cruzaron con un par de destructores.

- Buenas tardes Lord Bismarck y Comandante -saludaron al unísono Z-35 y Z-36 mientras pasaban por su costado.

- Buenas tardes chicas -respondió Bismarck- Tengan cuidado cuando vayan a la misión. Cúbranse unas a otras.

- Me alegra que tu actitud con ellas haya vuelto a como era antes -señaló Hans cuando las destructoras ya se habían alejado. Bismarck sonrió y continuaron su camino.

************************************************
Una semana después, Hans se encontraba en una de las playas que rodeaban la isla donde estaba instalada la base de Iron Blood.

- Cuando dijiste que iríamos a la playa -soltó Hans- pensé que bromeabas.

- Tienes una imagen de nosotras muy alejada de la realidad, Comandante -dijo Nimi (Z23), quien venía empujándolo todo el camino.

Al llegar al lugar, Hans se encontró con gran parte de la flota de Iron Blood. A excepción de unas cuantas que se quedaron en el edificio central por si ocurría algún evento y las que aún no regresaban de las comisiones. Se sorprendió, habían armado algunas carpas para dejar la comida al lado del azador. Habían varias sombrillas plantadas en la arena, debajo de las cuales descansaban algunas chicas. Las más jóvenes jugaban en la arena o nadaban en el mar.

- Cómo armaron todo tan rápido, Nimi? -preguntó Hans mientras caminaban entre las sombrillas.

- Eficiencia y decisión abunda en nuestra facción Comandante -respondió Nimi cuando pasaba al lado de Deutschland, quien descansaba bajo una de las sombrillas.

- Oye Müller, me dijeron que esto es por tu cumpleaños -le dijo Deutschland cuando Hans pasaba por su costado- Te haré un regalo -ella extendió la pierna hacia él- Ponme protector solar.

- No sabe cuánto lo aprecio Sra. Deutschland -Hans inclinó la cabeza- Pero aún no creo ser digno de tocar a alguien como usted.

- Oh, me alegra que conozcas tu lugar -ella retiró su pierna- Puedes retirarte entonces.

Nimi y Hans siguieron avanzando.

- Me sorprende lo rápido que le respondiste -Nimi bajó la voz- hablar con Deutschland siempre me ha sido difícil.

- Creo que he aprendido cómo tratar con cada una en el tiempo que llevo aquí -respondió Hans luego de sonreír.

- Estás haciendo un buen trabajo como comandante -lo felicitó.

- Le debo mucho de eso a Bismarck. Dirigir una base no es nada simple, pero ella hace parecer como que sí lo es.

- Hacen buen equipo, tú y Bismarck -señaló Nimi- Ella dando las órdenes y tú... -se detuvo y juntó sus manos a la altura de la barbilla- Perdón Comandante, no debí decir eso.

- Tranquila Nimi, yo también creo lo mismo.

Llegaron a la sombrilla donde se encontraban Tirpitz, Prinz Eugen y Bismarck sentadas sobre unas reposaderas blancas.

- Lo traje como pidió señorita Prinz -dijo Nimi. Luego se retiró.

- Vaya -Prinz deslizó hacia abajo los lentes de sol que tenía puestos- Finalmente llegó el cumpleañero.

- Felicitaciones Comandante -dijo Tirpitz- Esperamos que la fiesta sea de su agrado.

Tirpitz, formal como siempre. Tirpitz vestía un bikini blanco y Prinz uno negro con dos franjas, una roja y otra amarilla. Bismarck también llevaba un bikini, solo que ella cubría sus piernas con una toalla celeste con flores blancas amarrada a su cintura.

Prinz notó que la mirada de Hans estaba fija en Bismarck.

- Disfrutando de la vista Comandante -dijo Prinz y luego soltó una risita- Bis, creo que nuestro comandante apreciaría que te quitases esa toalla, le estorba.

- Lo lamento Bismarck, no era mi intención -se disculpó Hans.

- Tranquilo Hans. Aún no te cambias de ropa -ella le alcanzó una bolsa- Dentro está tu traje de baño.

- Gracias -dijo luego de recibirlo.

- Debo encender la parrila. Me acompañas hermana? -preguntó Bismarck mientras se ponía de pie. Tirpitz accedió y la siguió.

Cuando se quedaron solos, Hans miró el contenido de la bolsa. Era un bañador negro que no era suyo. Ahora también me compra la ropa?

- A veces creo que Bismarck me trata como un niño -no se dirigió a nadie en particular.

- Y yo creo que tienes la idea equivocada -le contestó Prinz- Ven, acompáme a dar una vuelta -dijo al tiempo que se levantaba- Aunque primero te debes cambiar.

Fueron hasta los baños. Hans salió al cabo de unos minutos. Luego caminaron hasta un puesto de refrescos que instalaron cerca.

- Como te decía -comenzó Prinz mientras dejaba su refresco sobre la barra- Creo que tienes la idea equivocada. Bismarck no te trata así porque te vé como alguien que no se puede valer por si solo.

- A qué te refieres? -preguntó Hans.

- Bueno. Las personas como Bismarck no muestran su cariño como la mayoría. Lo hacen con cosas que pasan desapercibidas -Prinz notó por el rostro de Hans que este tenía mucha curiosidad- Por ejemplo acomodarte el uniforme, llevarte café a la oficina en las mañanas -hizo una pausa- Comprarte cosas que ni tú sabías que necesitabas.

Hans se quedó pensando unos momentos.

- Quieres decir que Bismarck siente amor por mí? -concluyó Hans.

- Yo no diría amor -respondió Prinz- Diría que te tiene allllgo de afecto -resaltó la palabra "algo".

- Eso no es muy alentador -dijo Hans con una ligera sonrisa.

- Tampoco diría eso -Prinz miró a Bismarck, que estaba a lo lejos- Ella no ha convivido mucho tiempo con hombres más allá de las fiesta de Iron Blood y las reuniones de estrategia. Todo esto es terreno nuevo para ella. Pero he notado que a ti te trata diferente que a los demás -terminó Prinz.

Hans sonrió con un aire orgulloso.

- No dejes que se te suba a la cabeza Comandante -se burló Prinz mientras comenzaba su camino de vuelta a su sitio bajo la sombrilla.

Se detuvo antes de estar muy lejos para que Hans la escuche.

- La idea de hacer la fiesta en la playa fue mía, pero fue Bismarck quien nos pidió hacer algo para ti -Prinz se giró- Feliz Cumpleaños Hans.

- Gracias Prinz- Hans miró en dirección a Bismarck por un tiempo, hasta que sus miradas se encontraron. Le dedicó una sonrisa.

Bismarck x Comandante (Shikikan Series)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora