Día 11

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00:52

- Chau Santiago - le dije mientras salía por la puerta

- Chau... - Se estaba yendo y se paró de repente. Se dió vuelta mirándome - Ey amigo, parece que tenés un invitado más.

Yo estaba deseando que fuera Valeria, pero si hubiera sido Valeria, hubiera dicho "una invitada" en vez de "un invitado"... Estaba confundido.

Santiago cruzó la puerta y allí entró él... el que menos esperaba... Sebastian

- ¿Que haces acá? - le dije, con cara de "no quiero que vuelvas a pisar mi departamento".

- Eeeey, amigoo, relajateee. ¿No es tu cumpleaños hoy? Traje un par de cervecitas y...

- Y nada. Ya pasó mi cumpleaños, fue ayer. Son exactamente - miré mi reloj de pulsera, ese que llevo siempre - las 00:53.

- Ey, sé que estas enojado conmigo..

- Muy

- Bueno, por eso... - yo seguía viendolo con cara desagradable - vine a... vine a disculparme Rodri

- ¿A disculparte? ¿10 años después? Jaja, no me lo creo. Tendrías que haberlo pensado antes.

- ¿Vos no esperaste 10 años para concederle el perdón a Valeria? - estaba buscando la respuesta justa.

- Ella siempre vino a disculparse. Vos no. Nunca lo hiciste. Me traicionaste.

- Eeee amigoo, yo no te traicioné. - me ofreció una cerveza. Lo miré con cara de desprecio. - Escuchame. Se que yo estuve mal, que Valeria estuvo mal. Los dos estuvimos mal. Pero los dos te vinimos a pedir perdón, amigo, fue un error.

- Debes estar borracho y por eso venis a mi departamento a decir estas... boludeces

- Solo quiero que me perdones, quiero que volvamos a ser amigos como antes, como si eso nunca hubiera pasado, como si nunca te hubiera llamado LOCO, como si fuéramos de vuelta los chicos inteligentes que se juntaban a leer en segundo grado...

- En segundo grado me cagaste la vida, Sebastian. Vos y los estúpidos "amiguitos" tuyos. ¿Que te pensas que no me acuerdo de cuando me traicionaste con mi novia, después dejaste de hablarme, te juntaste con el grupito ese de jugadores de futbol y porristas? Vos, Sebastian. Vos que eras un bueno-para-nada con las chicas, eras super nerd, y de un día para otro me cambiaste. Y despues me empujabas, me ignorabas, me decias "loco" y todo tu grupito también. Y desde ahí fui la humillación de la escuela entera, y...- me hice una pausa para tomar agua que había servido en un vaso...

- Perdon, amigo.

- No me digas amigo. Y no me pidas perdón. Perdonarte no va a cambiar nada.

Lo empujé hasta la salida. Cuando ya estaba en la puerta me dijo:

- Como metiste la pata con Valeria, eh. Fuiste peor que yo.

Le cerré la puerta en la cara y escuché un ruido de vidrio. Seguramente se le hayan caído las cervezas al piso. Pero era lo que menos me importaba. Estaría mucho más feliz si se les hubieran incrustado los vidrios de las botellas en todo el cuerpo.

Entonces agarré mi diario y empecé a escribir esto. Y aquí estoy, dándole final a este cumpleaños.

Me voy a dormir.

Nos vemos mas tarde, mi "querido diario". Seguramente vos tambien pienses que estoy loco...

Relatos de un Loco (VIERNES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora