Ya me maravillaba en tu belleza cuando te veía balanceándote con la brisa,
y al pasar todo,
erguida de nuevo.Pero aún más me maravillo
cuando te veo renacer después del invierno
a partir de pequeñas partes de vos,
que llegan con el viento a nuevos lugares.Te dejás llevar y sos lo que sos,
diferente,
adaptándote siempre a las pruebas del tiempo...
constante cambio.Y en todo eso me maravillo,
porque no hay nada más hermoso que ese poder,
no hay nada más a lo que aspirar.
ESTÁS LEYENDO
Una mancha en la pared
PuisiResulta extraño que los pensamientos más "sabios" o las grandes ideas nos lleguen justo en los momentos menos esperados; mientras lavamos los cubiertos, estando en la ducha, mirando al techo..., nos llegan en momentos en que estamos obligados a perm...