Playing With Fire

Conteo 12: Point Of No Return

Para cuando Jongwoon había vuelto a su departamento, los menores ya no estaban. Lo cual era lo mejor ya que no quería lidiar con ellos en ese momento, sus cachorritas se acercaron como de costumbre a recibirlo, se agachó, acarició sus cabecitas peludas y trato de darles una sonrisa, fallando patéticamente, pronto su rostro se contrajo en una expresión de dolor y sus ojos se aguaron nuevamente; ahora lloraba sentado en el suelo, abrazado de sus dos pequeñas. Sus únicas amigas en ese momento.

—¿Por qué? ¿Por qué siempre la gente que quiero debe lastimarme?

Sus sollozos llenaban su apartamento, las dos pequeñas bajaron sus colitas al ver a su dueño tan dolido y como lo haría cualquier cachorro, se acercaron a su rostro a lamer aquellas saladas gotas de agua mientras emitían aullidos lastimeros como si entendieran todo el dolor por el que el pelinegro pasaba.

Se levantó del suelo tomo su teléfono, necesitaba un consejo y por muy estúpido que sonara, su hermano menor era el mejor para eso. Trató de calmar su respiración mientras escuchaba el tono de llamada.

—¿Hyung?

—Jongie...

—¿Hyung? ¿Qué tienes? 

—Tenías razón... tenías razón en todo...

—Hyung me estás asustando, le diré a mamá y papá que iré a verte, ya mismo salgo para allá.— Ni siquiera se molestó en dejarle responder y salió rápidamente a apoyar a su hermano.

Jongwoon estaba en su cuarto, llorando como no recordaba haberlo hecho desde la muerte de Chanyeol y es que no podía evitar sentirse miserable y usado.

¿Es que a caso estoy pagando algo que hice en otra vida? ¿Nunca voy a merecer tener el amor de manera sincera?

...

—Tenemos que ir a buscar a hyung, estoy preocupado, no creo que haya sido buena idea que condujera.

—Me siento frustrado también pero no solo podemos llegar de nuevo a su departamento.

La pareja había salido del hogar del pelinegro unos momentos después de que este se fuera, habían optado por ir a casa de Kyuhyun mientras pensaban en lo que harían a continuación.

—Le llamaré.

—Wook....

—No, Kyu, estoy preocupado. Necesito saber cómo está.

Tomó su teléfono y con desespero llamó esperando a que respondiera, los primeros tonos sonaron y le lanzó al buzón.

—Te lo dije...

—No puedo creer que fuimos tan idiotas.— Con desespero se pasó las manos por la cara.— Hyung nunca va a perdonarnos...— Su voz se quebró un poco al final, comprendía que probablemente después de aquello, Jongwoon no querría saber nunca más de ellos.

—Oye... tranquilo, hallaremos la manera de que hyung nos quiera escuchar, las cosas no serán fáciles pero sé que podemos. ¿Qué dices si vamos? Ya pasaron algunas horas, debe estar en casa.

El más pequeño asintió mientras se refugiaba en los brazos de su pareja, esa sensación de culpa y desasosiego crecía en el interior de ambos, era como si un vacío terrible se extendiera por su alma y su corazón.

...

—Hyung soy yo.— Le llamó el menor de los Kim, apenas había llegado entró al departamento encontrándose con un absoluto silencio que le puso alerta.— ¡hyung!