Conteo 4: Entonación.

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Después de aquel encuentro con Ryeowook, Yesung se encontraba en una encrucijada, sabía que el menor le gustaba pero; su corazón aún no se sentía listo para abrirse a una nueva relación, además tenía otro problema. Kyuhyun, no era tonto, había notado antes los roces "accidentales", las miradas coquetas y los cumplidos que le dedicaba.

No es que considerara que Kyuhyun fuera una mala persona pero en el pasado se había relacionado con alguien con sus características y aquello no fue lindo, las personas así eran crueles y frías, no les importaban los sentimientos de los demás y él, con su corazón tan reacio a ceder, tenía miedo de ser herido.

—Que problema.— Suspiró con pesadez.

—Que gran suspiro.— Aquellas palabras acompañadas de una risa lo sacaron de sus pensamientos.

—Hola Kyu...

—¿Estás bien?— Preguntó sentándose a su lado.

—Si...

—¿Seguro?

—Kyu... si hipotéticamente alguien que no tiene tanto que conoces se te confiesa y a ti también te gusta ¿qué harías?

Kyuhyun asintió y se quedó pensando un momento en lo dicho por el mayor.

—¿Por qué no arriesgarse? Si esa persona te gusta ¿qué tendría de malo?

—Es que...

—¿A caso te gusto hyung?— Le interrumpió con una sonrisa pícara.— Realmente no me molestaría saberlo, a mi me gustas hyung.— Se acercó hasta quedar a escasos centímetros de la cara del otro.— Yo creo que eres lindo y que haríamos una pareja extraordinaria.

El rostro del mayor cambiaba de colores ante lo dicho por el castaño, todo estaba pasando demasiado rápido, sentía su rostro caliente y aquellas orbes avellanas estaban clavadas en él, en busca de alguna señal de aceptación o rechazo, en el silencio que había en aquella sala de música, podía escuchar el palpitar de su corazón en sus orejas.

—Kyu...

—¿Tú no lo crees así?— Cuestionó tomándole del mentón para obligarle a verle.

—Yo...

—Pero su supongo que tendré que esperar, pareces muy nervioso en este momento para hablar, pero no te soy indiferente, por como actúas sé que te intereso aunque sea un poco.

El menor se separó de manera abrupta y luego le guiñó un ojo haciendo que se encontrara aún más confundido.

—¿Qué dices si la letra la escribimos en mi apartamento? las ultimas tareas le hemos hecho en el tuyo.

Asintió por inercia.

—Hyung, creo que estás en shock, ¿qué nunca se te habían declarado?

—¿eh? ¡Perdón!— Se apresuró a explicar cuando por fin su cerebro procesó lo sucedido— Yo... no planteaba la situación por ti... yo no esperaba que te gustara, bueno si había notado que parecías interesado pero... no esperaba que fueras tan directo y...

¿Eh?

No supo en qué momento el menor se había acercado lo suficiente pero ahora tenía sus labios queriendo devorar su boca.

Ese beso era todo lo que no fue el beso con Ryeowook, húmedo, excitante, caliente. Sí, caliente, tanto como para encender cada fibra de su ser.

Sintió una pequeña mordida en su labio inferior y gimió ante la sensación, acto que fue aprovechado por el contrario para explorar su boca. Aquel roce de lenguas era tan condenadamente excitante que sentía sus sentidos aturdidos. Un momento después, sitió como el menor llevaba sus manos a sus hombros para luego deslizarse por toda la extensión de sus brazos provocándole un estremecimiento, aquella acción le hizo salir del trance en el que se había metido.

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