Capítulo 4: "Disculpas continuas."

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Estoy cerca de la puerta y alcanzo a tocar la fría perilla que tengo delante

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Estoy cerca de la puerta y alcanzo a tocar la fría perilla que tengo delante. Logro abrirla pero sólo llego a sentir un frío vacío.

La luz que solía resplandecer a través de sus bordes ya no se encuentra, hay mucha oscuridad sustituyendo su presencia.

Los murmullos han cesado, comienza a reinar el silencio, la paz. Pero no siento paz, ni tranquilidad. Tengo que escapar, y ni siquiera logro mirar.

Unos ojos oscuros aparecen delante de mis ojos.

El suelo a mis pies comienza a desvanecerse y mi cuerpo comienza a caer rápidamente.

Caigo cada vez más y más, aún así tengo la sensación de flotar, pero no dura mucho tiempo ya que mi brazo es tocado por algo...

Abro mis ojos de golpe y suelto un grito ahogado.

— ¿Qué pasó? —pregunto una vez despierta con la respiración agitada. Me retiro los audífonos y detengo la música.

— Hemos llegado, ¿se encuentra bien? — esa mirada oscura se encuentra delante de mí.

Comienzo a mirar a mí alrededor y no reconozco lo que veo, « ¿dónde estoy?»

Espero un momento y llegan a mí los recuerdos: «Salida de la escuela, dos horas esperando, un grupo de chicos, una limusina y el chico que tengo frente a mí.» «Hermano de Ash», recuerdo.

— Sí. Estoy. Bien —.respondo pausadamente buscando relajarme, «fue sólo un sueño», trato de repetirme mentalmente.

— Se quedó dormida, disculpe que la haya despertado de esa manera — se disculpa el chico de cabello nieve.

«No es tu culpa

Se baja de la limusina y yo lo sigo cautelosamente.

Admiro los alrededores al darme cuenta de que esto no es una simple casa: es una pequeña mansión. Lo que me impresiona es la seguridad que se haya en el lugar. Mi casa no está protegida de esa manera.

« ¿Roban mucho por aquí?»

Ahora entiendo, Ash me comentó que nunca había viajado a algún lugar fuera de este reino. Supongo que sus padres son muy sobre protectores.

Al llegar a la entrada principal un señor con traje formal nos abre la puerta. «Un mayordomo», supongo.

La fachada de la pequeña mansión es una estructura antigua (como muchas de las que se hallan aquí); pero al entrar es otra historia, para mi sorpresa, totalmente moderna.

Garlot me guía a una sala y me pide que me siente en unos muebles mientras espero a mi progenitor. Se disculpa porque debe ausentarse a realizar unas cosas y desaparece tras el umbral.

Crónicas de Pólux: Los Volhum©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora