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En las afueras de Muelle de loto un joven con tunicas negras y rojas caminaba tranquilamente con una jarra de vino en sus manos y mostrándole una sonrisa a toda señorita que pasaba por hay.

Mientras caminaba observo a una pequeña niña con su pequeño vestido rasgado peleando con un perro un pedazo de pan, al ver eso quiso intervenir, pero su miedo era más grande.

Pensando en ir o no, hasta que se decidió, pero ya era tarde la niña logro espantar el perro y comerse ese pan. Algo en él actuó de manera instintiva y caminando apresuradamente a la chiquilla y arrebatarle lo que se comería.

- Pero que le pasa, no ve que es de mala educación quitarle la comida a las personas - hablo con un poco de molestia.

- Eso no era comida pequeña - hablo amablemente WuXian.

- Lo que sea tenía que comer y era lo más fácil en conseguir - contraatacó mirándolo arriba y abajo con los brazos cruzados.

WuXian se quedó pensando un momento, esa chiquilla le recordó su época de infancia y por lo que ve no a de tener as de 7 años agachándose un poco sonríe y habla - Que tal si te invito un poco de comida.

La niña extrañada ante la amabilidad del joven frente a ella pero acepto. Una comida no es nada verdad.

Llevándola a una posada donde venden la más rica comida de Yunmeng pide el mejor almuerzo para la chiquilla y solo observa como devora los platillos frente a ella chillando por los diferentes sabores.

Platillos y platillos iban llegando hasta que quedó satisfecha y el pobre WuXian se quedó sin vino por una semana.

Con un puchero pronunciado sin que la niña se diese cuenta pago la cantidad de comidas consumidas, con una sonrisa sale la niña, pero choca con alguien más.

Un joven con tunicas rojas y con cara de pervertido, su cara demuestra espanto y furia a la vez, ese maldito hombre es quien mató a su querida madre y a las demás mujeres.

Agarrándola del brazo la jalones y le grita frente a todas las personas, WuXian que, aunque se encontraba aún platicando con el dueño de la posada por un descuento al escuchar los gritos y lloriqueos sale corriendo sin olvidar su espada.

Un poco enojado por como trata a la niña habla.

- Suéltala.

- Y tu quién demonios eres para hablarme así - hablo Chao con su típico tono de superioridad.

- Alguien que no te incumbe, Suéltala ahora - hablo un poco más enojado.

- JA y si no que. - se burla de las palabras de WuXian.

La quijada de WuXian se marcaba cada vez más las venas resaltaban en su cuello y la espada estaba a poco de ser desfundada cuando se escuchó un grito del Wen.

La chiquilla mordió su mano mientras este se distrajo y corrió tras de Wei Ying.

Quien Chao tratando de tomar la niña de nuevo, pero se interpone WuXian y uno que otro aldeano en defender una niña.

- Me las pagarás maldito estúpido.

Soltando un suspiro checa ala niña que tiembla ante lo sucedido, cargándola con una mano y la niña por inercia rodea el cuello de WuXian con sus brazos. Caminando a pasó lento, pero decidió se la lleva a la casa principal esperando que no sucedan otras cosas.

- Me puedes decir tu nombre pequeña.

- Minrri.

Entre el cielo y el InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora