#14 -Final-

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El rubio joven llevó su temblorosa mano hasta el cuellar de su camisa y prosiguiendo a esto, apretó con fuerza el puño hasta arrugarla. De alguna manera intentaba calmarse.

"Yashiro"

Expresó en su mente.
Corrió en dirección a la habitación de la susodicha con la respiración urgida. 

¿Como iba a confesarle todo?

Con un golpe seco habría la puerta de la habitación y entró. Sabia que fue de muy mala educación, pero él lo consideró una emergencia.

K: Sempai! Sempai! Yugi....

Quedó en shock por la inesperada escena. Contuvo su respiración un par de segundos para procesar la imagen que captaron sus azulinos ajos. Acto seguido; Suspira con sosiego.

Pero su estado de pleno alivio pasó a ser repentinamente un estallo de celos..

K:     ¡Yuuugiii!.- Hizo puños a la altura de sus hombros.

Es cierto que dijo a su amigo que no pierda la oportunidad de estar con Nene pero no se refería a ese tipo de estadía.

¿Dormir juntos? ¿Cómo?

°○°○○°

Neblina por todas partes. Parado al borde de un barranco, ojos vacíos analizando la penumbra del fondo que  apenas es visible.



¿Pero qué es lo que lo hace retroceder a pasos temblorosos? o mejor dicho.. ¿Quiénes?



Simplemente negó a que ese sentimiento de culpa pasaran de sí, a esas personas que tanto apreciaba.






"Me extrañaste"






Amane voltea a ver en un espasmo de miedo, aquella
voz y silueta emergen de entre los árboles; se le hacian conocidas.

A: Tsukasa... ¿Qué haces aqui?  ..- Dice él, casi sin aliento.

Llega a él, su gemelo con manos ocultas detrás de sí. Ahora, no sonríe como siempre suele hacerlo, ni mucho menos corrido a abrazarlo.
Muestra su mano derecha lentantamente, cual iba acompañada con un común cuchillo de cocina.

T: ¿Como te atreves a dejarme ? ¡¿Piensas irte sin mi?!

Un metro de distancia entre ambos. Un metro, que Amane sabe que disminuirá cada vez más. Y en su intento por eludirlo a toda prisa, su hermano, que a pesar a de ser menor y no parecer físicamente fuerte, se abalanzó sobre él   al instante en que también sostuvo sus muñecas con una mano. Mientras que con la otra levantaba el cuchillo verticalmente, con el filo del final apuntándole en el rostro.

Amane gritó reiteradas veces durante sus forcejeos. No obstante, al estar tan alejado del lugar donde estarían las personas que podrían socorrerlo; sus suplicas fueron en vano.



¿Y por qué se resistía? ¿Que acaso no planeaba acabar con su existencia esa misma noche?

Quitó la fuerza de sus extremidades  y cerró bien fuerte los ojos. Sabía que esto no acabaría tan pronto como lo hubiese querido. Y es que, como una de cualquier otra de las presas del despiadado, sería torturado para satisfacer los placeres de este.



Yashiro's DiaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora