Capítulo VII

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—¡Katsuki levántate!—gritó la mujer rubia. Al ver que no había reacción abrió la puerta y se encontró con una imagen la cual la dejó atónita. Su pequeña bestia rubia abrazando el pecho del pelirrojo mientras se escondía en él.

Era algo agradable de ver, ¿quién pensaría que su hijo podría ser así?, ni ella creía lo que veía.

Eijirou abrió sus ojos con pesadez, lanzó un bostezo suave para no despertar a Bakugou, pero al voltear hacia la puerta se encontró con una Mitsuki tapándose la boca con asombro.

—¡Disculpe!, ¡No es lo que cree, solamente nosotros dormi-...!—Kirishima paró de hablar al ver que su ahora suegra se reía.

—¿Como crees que me voy a molestar?, ¡Haz sacado lo más tierno de mi Katsuki!—La mayor se acercó al pelirrojo—¿Ya se confesaron?

—¿¡Usted lo sabía!?—preguntó exaltado el menor.

Un gruñido de Bakugou se hizo presente en el lugar.

—Vieja bruja, déjame dormir—dijo escondiéndose más aún en el pecho de su novio. El pelirrojo solo guardó silencio mientras se sonrojaba por la situación.

—¡No puedes dormir!—le gritó la mayor.

—¿¡Ehhh!?, ¡Te dije que me dejes dormir!—exclamó, tratando de abrir un poco los ojos para ver la cara de enfado de su progenitora.

—Tienen clase y van a llegar tarde, ¡Ahora muévete!

—¡Eres una bruja!—dijo para luego levantarse y empujarla hasta la puerta de su habitación.

—¡Bakugou vamos a llegar tarde!

—¡Escucha a tu novio Katsuki!—le ordenó.

—¡Los odio a los dos estupidos!—gritó para luego levantarse de su cama con pesadez.

Ambos chicos iban camino a UA rápidamente, dando pasos que fácilmente podrían ser llamados saltos

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Ambos chicos iban camino a UA rápidamente, dando pasos que fácilmente podrían ser llamados saltos. Era un hecho que llegarían tarde, pero al menos querían llegar a la mitad de la clase.

Al llegar a la puerta, la golpearon suavemente con vergüenza. Unos segundos después, la puerta fue abierta por su profesor Aizawa Shota, el cuál era el profesor asignado para su clase, el cuál era muy querido por sus alumnos.

—¡Perdone la tardanza Aizawa-sensei!—exclamó Kirishima dando una reverencia exagerada.

—Solo tomen asiento rápido—dijo sin expresión alguna, volviendo hacia el pizarrón—Bien, ya que llegaron Kirishima y Bakugou, les voy a decir lo que va a pasar de a partir de pasado mañana. No es nada grave, pero ya que hay alumnos que viajan desde muy lejos para llegar hasta acá, hemos decidido que habrán dormitorios para cada uno en la escuela.

Mιradaѕ || KιrιBaĸυDonde viven las historias. Descúbrelo ahora