Capitulo cuatro.

202 9 9
                                    

Algo nuevo empezaba a circular por la mente de Helena. Empezaba a valorar la posibilidad de poder iniciar algo con César. Era casi imposible de creer que el existiera, de que fuese real, de que realmente deseara algo con ella, de que buscara ayudarla. Era casi tan imposible que no podía dar crédito de que en realidad fuese su propia vida la que estuviese en esos momentos tan motivada...¿pero caería pronto de este crudo sueño?

Acostada en su cama, cerraba los ojos suspirando y recordando la sensación que tuvo cuando César la tomó de la mano y se la besó. Era como si una descarga eléctrica recorriese por todo su cuerpo ansioso por saber que era alguien importante quien la tocaba, que no se trataba de un ser común y corriente. Pero ella estaba consiente que podía ser que su propio cuerpo la engañase para hacerle creer que era amor verdadero lo que vivía en esos momentos.

Suspiró apretando aún mas los ojos, cuando en su momento reflexivo se vio interrumpido por el timbre de su celular y estirando la mano lo tomó y vio de quien se trataba.

"Número desconocido" dice:

¿Es una bonita noche como para quedarse encerrado, no crees?

Helena sonreía para sí misma abrazando el teléfono. Se había olvidado en anotar el numero de César, pero era una bendición el hecho de que la insistencia de él, le hiciese reconocerlo inclusive por medio de un mensaje.

Ella abrió el mensaje y apretó la opción de responder mensaje.

Cielo santo! Me ha escrito un desconocido. No se que tan conveniente sea responderle, pero como soy muy amable le diré: ¡Esta noche está tan estrellada, como las nubes de lluvia que nos han apresurado a marcharnos a mi buen amigo el cajero de mi cafetería favorita y a mi!"

Leyó dos veces el mensaje y lo envió. No tardó mucho en llegar la respuesta de César.

"Número desconocido" dice:

¡Oh, abuela! No me digas que volviste a formatear la tarjeta de memoria de tu teléfono. Yo tan emocionado que estaba por verte, pero espera...¿cómo sabes que mi SEXY AMIGA y yo fuimos apresurados por nubes de lluvia? Creo que me llevas mas pasos delante.

>>Jaja mi sexy amiga<< se rió Helena y volvió a responder el mensaje.

"Sabes muy bien que no soy tu abuela. Soy tu sexy conciencia, que te dice: ¿ya viste la hora? ¿No se supone que mañana trabajas? "

De nuevo sonó su celular.

"Número desconocido" dice:

¿Y que no estoy dormido? Pues estoy soñado que hablo con mi abuela, quien en realidad no es mi abuela, sino mi sexy conciencia, quien me responde desde el teléfono celular de la chica de mis sueños.

>>La chica de mis sueños<<repitió Helena suspirando.

Jaja, muy buena esa. Mejor duerme, que ya estas delirando. Déjame registro tu número y en lugar de que me aparezca "numero desconocido" me aparezca "un loquillo determinado que trabaja en mi cafetería favorita"

...y el celular volvió a sonar...

"Un loquillo determinado que trabaja en mi cafetería favorita" dice:

¡Oficialmente aparezco en tus contactos! Es un sueño hecho realidad. ¡La princesa Elizabeth me conoce! ¿Que mas puedo pedir? Me siento completamente realizado. Y tienes razón, ¿te has dado cuenta de que ya casi van a ser las ocho de la noche? Las aves me han ganado mi cama...creo que dormiré parado.

...y ella respondió el mensaje...

¡No es tan temprano!...bueno quizás si, solo un poco, pero al menos yo no deliro a estas horas, jaja.

Un caótico amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora