Our Love Story|| Jenlisa •||

[#1] Primer día, aprobado

Era el primer día como aprendiz de YG para Lisa, se sentía ansiosa, nerviosa, feliz y extraña a la vez. Miles de emociones se podrían encontrar en el cuerpo de esta joven tailandesa.

Desde este día su vida cambiaría por completo, y para siempre.

Mentiría si les dijera que la chica no tenia miedo, ¿Quién no lo tendría?.

Como era nueva, no sabía para dónde ir, la rubia estaba totalmente perdida. El edificio era exageradamente grande, por lo cual, era muy fácil perderse entre sus puertas y pasillos.

Vió a una chica a lo lejos que, por lo que ella pudo deducir, era de su misma edad.
La chica desconocida estaba sentada en la cafetería de YG, así que Lisa decidió ir a preguntarle dónde estaba su salón en el cuál tendría su primera clase.

- Hola - dijo alegremente, tratando de sonar amistosa logrando que la otra chica la mirara.- buenos días - volvió a decir algo nerviosa esta vez ya que la pronunciación del coreano no era su mayor fuerte.

- Hola - contestó la chica.- ¿te conozco? - preguntó amablemente respondiendole la sonrisa.

- No, debería presentarme - la menor se aclaro la garganta para proseguir con lo que estaba diciendo - Mi nombre es Lalisa Manoban, pero me puedes decir Lisa... - pensó en que más podría decir - y tengo 15 años - se presentó la chica de la forma mas amable que pudo - un gusto conocerte... - con esto, terminó su presentación.

- Supongo que es mi turno - Lisa la miraba expectante - me llamo Roseanne, me puedes decir Rosé, también tengo 15 años. - respondió mirándola a los ojos, parecía mirarla detalladamente -
¿hace cuánto llegaste a la empresa? No te había visto nunca por aquí - A Rosé se le hacía una cara nueva.

- Acabo de llegar. De hecho, es mi primer día - contestó,  agrandando aún más la sonrisa en su rostro - ¿tú hace cuánto llegaste?- la curiosidad mató al gato dicen, esta vez mató a Lisa. (No literalmente, claro está).

- Hace un año aproximadamente. Llegué junto a un grupo de chicas que ahora son mis amigas - la mayor tomó un sorbo de su café helado y volvió a hablar.

-Entonces, creo que me puedes ayudar - dijo la menor algo tímida.

- ¿Con qué o qué?- la chica era muy amable, Lisa supo de inmediato que serían muy grandes amigas.

- Pues... verás, necesito saber dónde queda el salón en donde tengo clases - dijo rascándose la nuca.

-¿A qué hora te tocan? - Ella siempre estaba dispuesta a ayudar.

-En diez minutos más.

- ¡Tú¡ - Lisa no entendió a que vino aquel entusiasmo de la contraria.

- ¿Yo?

- Tú eres la nueva que venía de Tailandia, ¿cierto? - dijo, mientras se ponía de pie.

- Sí... - Lisa estaba confundida ¿cómo la rubia sabía de ella? - ¿cómo lo sabes? - prefirió no quedarse con la duda.

- Serás parte de nuestro grupo, "BLACKPINK" - respondió entusiasmada, mirando hacia arriba haciendo un gesto con sus manos e imaginando blackpink escrito en el aire.

Lisa no sabía que decir, solo se quedó mirando la expresión que hizo Rosé cuándo dijo "BLACKPINK", que le pareció bastante graciosa.
Pensó que la chica creía que estaba en una película o algo por el estilo.
- Ven conmigo, nos tocan las mismas clases. voy a aprovechar de presentarte a las demás chicas - le dijo la mayor a la rubia cuando logró salir de su transe, tomándola de un brazo y conduciendóla hacia el aula.

Lisa no podía creer lo grande que era el edificio. Tomaron un ascensor que las condujo al quinto piso, dónde se encontraba la famosa aula...
Nada que decir, simplemente quedo-casi-sin palabras .

- ¿cómo no te pierdes? - fue lo único que la tailandesa pudo pronunciar y sonó como si lo estuviera diciendo una nena de cinco años.

Rosé soltó una pequeña risa antes de contestar.

- Me tomó un año conocer el edificio completo. Y si te soy sincera, todavía hay veces en las que me pierdo - las jovenes seguían caminando, estaban llegando al aula.

- Lalisa Manoban, bienvenida a nuestra aula de clases - Roé hizo un gesto con la mano, muy dramáticamente, indicándole a Lisa que pasara, la cuál paso muy ansiosa mirando todo a su alrededor.

- in...cre...íble - soltó la chica nueva con sílabas sin poder hablar bien de los sorprendida que estaba, no podía creer todo lo que estaba viendo. Y es que no era menor, era increible a ojos de cualquiera que lo observara.

El aula tenía una pizarra enorme, aproximadamente 15 asientos distribuidos de manera perfecta, partituras de canciones realmente famosas y un montón de cosas más. - no puedo creer que estoy aquí - literalmente parecía un sueño, para Lisa lo era.

Lastima que todo sueño tiene aún que sea una pizca de realidad.

- Yo pensaba lo mismo que tú en mi primer día Lisa...- salió la voz de su compañera con nostalgia - pero bueno - trato de no tocar a fondo el tema - ¿ves a esas chicas que están ahí? - preguntó refiriéndose a dos chicas sentadas en la primera fila del aula, las apunto con su dedo índice.

- Claro que las veo - exacto, ella tenía su vista impecable. Lo único que le falla, según ella, es la memoria - ¿qué tienen?.

- Ellas son parte de nuestro grupo, Lisa. - Rosé las llamó por sus nombres y en ese momento las dos chicas se pararon y caminaron hacia las otras dos.

- Así que tú eres la nueva - dijo la chica pelinegra, dándole un pequeño golpe en el brazo a Lisa de forma amistosa, la cuál estaba muy tímida por razones que hasta ella desconoce - un gusto soy Kim Jennie, me puedes decir como gustes -sonrió al término de la frase.
Con esto, supongo que ya pueden sacar sus conclusiones de la timidez de nuestra protagonista.

- Bueno, ya que ni Jennie ni Rosé me van a presentar - dijo la única chica que no se ha presentado - Soy Kim Jisoo - Quién más podría ser - también me puedes decir como gustes, pero para que te hagas una idea... podría ser algo como "Jisoo turtle rabit Kim"- le guiño un ojo.
A Jisoo le gustaba la creatividad, y ese nombre sobrepasaba la creatividad... o eso es lo que ella pensaba.

- Un gusto Jennie y Jisoo...- pudo decir mirando a ambas - soy Lalisa Manoban, me pueden decir Lisa. - ahora su mirada estaba en Jennie, La menor seguía demasiado nerviosa, pensaba que era por su primer día.

- No es necesario que te presentes. Ya sabemos perfectamente quién eres, te estábamos esperando - contestó Jennie con una sonrisa, esto hizo que la tailandesa también sonriera.

- Y... ¿cuántos años tienes? - la rubia le preguntó a la pelinegra - digo...- se aclaro la garganta.- ¿Cuántos años tienen?- corrigió, sus mejillas se tornaron carmesí al instante por su error.

-Yo tengo 16 y Jisoo 17 - respondió Jennie por ambas con una pequeña risita por como la menor había reaccionado a su insignificante error - Ven...vamos a sentarnos - Jennie tomó a Lisa de la muñeca y la llevó a un asiento al lado de ella.

- ¡Oye! Ese es mi asiento - reclamó Jisoo haciendo un pequeño puchero con sus labios.

- Oh, no te preocupe. Me puedo sentar atrás - Lisa estaba por pararse.

- Jisoo, no seas mala con la nueva, deja que se siente aquí... conmigo - interrumpió Jennie.

- ¡Pero siempre me siento allí, es mío! - reprochó nuevamente.

- ¿Dónde está escrito tu nombre? - preguntó levantando una ceja y con una sonrisa arrogante.

- Sabes qué, no quiero pelear. Siéntate con ella - dijo la mayor sacando la lengua en forma de juego.

Y así pasó el día, entre risas con sus compañeras y clases.

Un primer día mucho mejor de lo que Lisa imaginaba y eso que ya se lo imaginaba bueno.

Acabó el día y la noche no tardó en llegar.