Los Tomioka son una familia muy unida, sin embargo su último hijo, Tomioka Giyuu, no tiende a socializar con casi nadie, pero aún así consigue varios amigos a pesar de su fría actitud, pero conforme pasa el tiempo con su nueva vecina se vuelve más a...
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Los exámenes estaban cerca para Giyuu, tenía que esforzarse estudiando, tenía que ganarle a Douma, ya que él era el mejor alumno de su salón, seguido de Mitsuri. Ahora tenía en claro que tenía que pedirle ayuda a su nueva niñera para estar entre los mejores alumnos.
Giyuu llega entusiasmado a casa para poder comenzar con sus estudios, la emoción es tanta que el pequeño azabache olvida por completo que tiene que almorzar.
Su madre lo nota y tiene que recordarle que necesita comer, en cambio, Tsutako está concentrada en preparar su bolso para ir a su curso de natación, por lo que abandonó su casa rápidamente.
Tanjiro tiene la tarea de cuidar a Giyuu desde las 3:00 PM hasta las 7:00 PM, le era fácil ya que siempre hacia la mayoría de las tareas en la escuela, ahorrándose la molestia de tener que hacerlas en casa.
Giyuu termina de comer su almuerzo y de inmediato va a cambiarse el uniforme de la escuela por unos pantaloncillos rojos y una camiseta color negro. Al instante escucha desde su habitación el sonido del timbre de su casa.
－¡Tanji-neechan!－ una sonrisa se forma en su rostro e inmediatamente corre hasta la puerta para poder abrirla.
La pelirroja se encuentra con la grata sorpresa de que Giyuu la estaba esperando, lo que la hace agacharse a la altura de éste para poder acariciar sus hebras azabaches.
－Vaya, ¿me estabas esperando Giyuu-kun?－ pregunta la pelirroja mientras que Giyuu responde asintiendo con la cabeza －Ya veo, necesitas estudiar para tus exámenes, ¿verdad?－
－Sí－respondió Giyuu, estaba emocionado porque por fin podría aprender lo que necesitaba con su niñera.
Toda esa tarde Tanjiro se dedicó a enseñarle todos los temas que Giyuu necesitaba aprender para sus exámenes, la mejor parte fue que el pequeño azabache entendió todo lo que le explicó la pelirroja. Cuando terminaron Tanjiro le tomó una pequeña lección oral a Giyuu con preguntas que tenían que ver con los temas aprendidos, todas las respuestas fueron correctas.
Como recompensa, Tanjiro lleva a la panadería que queda a unas pocas cuadras de la casa de Giyuu para comprar unos cuantos panes enrollados de chocolate, teniendo a Giyuu emocionado y con antojo de algo dulce.
Al regresar a casa, Giyuu le ayuda a Tanjiro a poner los individuales en la mesa del comedor y a servir dos vasos de yogurt para acompañar los panes. Ambos disfrutan de la dulzura de ese postre , sobre todo Giyuu.
Cuando el pequeño azabache termina de comer se levanta de su silla, pero por un mal movimiento termina perdiendo el equilibrio, está a punto de caer al piso y el vaso que traía en la mano salió volando. Tanjiro reacciona de inmediato apegando a Giyuu a su pecho con su brazo derecho mientras que atrapa el vaso con su brazo izquierdo, tenía unos buenos reflejos.
Sin embargo, aún había algo de yogurt en aquel vaso, por lo que, al salir volando, lo que quedaba en ese vaso se derramó sobre la pelirroja, manchando su rostro, cabello, inclusive manchó la blusa roja de tirantes que llevaba puesta.
Giyuu no podía ver nada debido a que Tanjiro aun lo tenía preso en la suavidad de sus pechos, sus brazos se aferraban abrazando con fuerza la cintura de ésta.
－Mm－ Giyuu trataba de safarse del agarre como podía, su cara estaba completamente roja y su corazón latía a mil por hora.
Tanjiro se da cuenta de inmediato de que Giyuu trata de liberarse y lo suelta con cuidado para que se pueda levantar con cuidado.
El azabache al tener la cara completamente roja baja su cabeza impidiendole a su niñera que vea su rostro, Tanjiro se preocupa al verlo de esa manera, por lo que piensa que se lastimó.
－¿Qué pasa Giyuu-kun?, ¿Te hiciste daño?－ la pelirroja sienta a Giyuu en sus piernas y levanta el rostro de éste con ambas manos observando su rojo rostro －¿Estás bien?, tienes la cara roja－
Simplemente no puede responder, y es aún peor cuando está sentado en las piernas de su niñera. Con tal de romper el hielo agarra un par de servilletas y Giyuu empieza a limpiarle el yogurt que cayó sobre Tanjiro.
Tanjiro suelta una leve risita y acaricia las hebras azabaches de Giyuu.
－Buen niño－ su alegre sonrisa provoca que él también sonría.
Aún con sus mejillas coloradas termina de limpiar a la pelirroja y éste sin pensarlo vuelve a abrazarla acomodando su rostro en su pecho podiendo relajarse mientras su niñera seguía acariciando su cabello. Poco a poco se fue quedando dormido sobre su regazo.
Tanjiro lo llevó a su habitación para poder acostarlo en su cama, Giyuu se veía adorable cuando dormía, demasiado tierno. . . .
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