Paraíso

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Un día me pregunto porqué yo no era capaz de mirar sus preciosos ojos cafés, recuerdo que con vergüenza le recite que los ojos son las ventanas del alma.
Asintió sin entender bien al principio y hasta se sonrió de la incomodidad, con un suspiro le bese la sien.
Dulce ángel, a los demonios como yo no se nos tiene permitido mirar por las ventanas del Paraíso ni tocar la puerta del Eden.—
Fue allí que comprendió mi amor.

Isis✴

Isis✴

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Poesía del AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora