Hoy en día debo admitir que te odio, para mi eres tan diabólico como el mismísimo Satán en persona que aún sigue disfrazandose de serpiente para someter a todos a su debido antojo. Pero me odio más mí, porque a pesar del aborrecimiento que te tengo me tienes encadenada a tus manos y postrada a tus pies alabando te con el amor que aún yace en mi corazón.
Isis✴
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.