Uno

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Quizá ya no recuerdes el día que nos conocimos.

Quizá sí.

Yo sólo era una chica que derramó un trago sobre tu camisa.

Que reprimió la emoción cuando preguntaste mi nombre, y luego cuando dijiste el tuyo.

Un nombre que jamás olvidaría.

Mil millones de latidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora