Capítulo 76: Territorio de dragones.

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"Tengo que enfrentar la vida con una pasión recién descubierta. Debo redescubrir la irresistible voluntad de aprender, vivir y amar".

Andrea Bocelli.

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Miiko volvió a realizar una profunda reverencia, su cerebro era un caos y la verdad es que no sabía que era lo que había salido de su boca, simplemente había comenzado a decir excusas y comprometerse en que de una u otra manera encontrarían a aquel dragón Azul extraviado... y la verdad era que, después de 5 minutos, ya no sabía lo que decía... Apenas había tenido tiempo para reponerse de su conversación con el rey de Ávalon, para ahora ver que tenía ante ella al Rey de reyes de los Azules... y lo peor era que había comenzado con una mala noticia... Aún si Ixion se había mostrada con un ánimo accesible, no había podido estremecerse cuando aquel dragón había arrugado el entrecejo cuando había descrito las circunstancias en las cuales aquel dragón Azul juvenil había despertado... la idea de haber encontrado sangre, aunque hubiera sido residual y de un ataque anterior, había provocado un cambio considerable en el flujo de las energías dentro de la sala de reuniones de la sala del Gran Cristal, a Ixion no le había gustado para nada la noticia de que uno de los suyos estuviera perdido y quizás lastimado, aun si no había pronunciado palabra alguna, la tensión en su mandíbula y el entrecejo fruncido, había sido más que suficiente para que Miiko tuviera esa clara idea... incluso Leiftan que se había mantenido sereno a su lado, ahora lo veía tenso a su derecha...

—Encontraremos al dragón Azul perdido... esta situación ocurrió bajo nuestra custodia, nos haremos responsables —dijo la kitsune manteniendo aún su reverencia.

—¿Cómo esperan hacerse responsables? —dijo entonces Ixion mirando a la chica con expresión indescifrable—. Cachorros y dragones juveniles aún en periodo de desarrollo son lo más importante para un clan draconiano, en esta era en donde mi especie ha decidido proteger a los más débiles y establecer alianzas, un miembro importante desaparece y, a un día de eso, aún no hay pistas de ningún tipo. ¿Cómo debería tomarme esto?

—De verdad lo lamento, alteza...

—Siga lamentándolo hasta que encuentre a este miembro de mi clan —respondió Ixion.

Acercándose a las paredes de cristal que rodeaban aquella sala de reuniones, en el reflejo vio como Miiko se enderezaba y su compañero le apretaba un hombro para darle apoyo... Quizás había sido muy duro... pero tampoco podía evitarlo, de hecho estaba haciendo un esfuerzo hercúleo de no ser el mismo el que saliera volando por el cielo y comenzara a arrancar piedra tras piedra hasta dar con aquel dragón perdido, entonces él se encaminó a la puerta y salió a la cámara principal, escuchó los pasos de aquella kitsune y nephilim seguirle hasta que él se detuvo ante el Gran Cristal, ahí le observó por algunos segundos.

—¿Cómo ha estado Garuda?

—¿Eh...? —Miiko pestañéo veloz, ¿él se había dado cuenta...? Bueno, era obvio, los eidola de los Cristales después de todo habían nacido tras la división del alma de Dagón, así que era lógico que él pudiera sentir aquello—. Sí, alteza, la energía del Gran Cristal ha estado muy estable.

—Me alegro.

En ese momento una sensación muy conocida le sacudió la espina, abundante polvo máanico rodeó el Gran Crisal para luego expandir por el suelo una suave onda expansiva de energía, ante eso, Ixion resopló para luego sonreír de medio lado, entonces se acercó al balcón de la sala, Miiko y Leiftan se le acercaron por detrás y miraron al cielo también, habían visto el Gran Cristal emitir aquel inusual pulso de maana, clara señal de que algo estaba pasando, y cuando estuvieron al lado del dragón... le escucharon...

El Legado de Ophram: El Pulso Escarlata [Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora