El uno donde dos se convirtieron en tres

Capítulo 35

Se fueron a la cama tan pronto como llegaron a la casa de Aisling, era tarde en la noche y había sido un día largo y todos los demás ya estaban durmiendo. La habitación de Milla estaba frente a la de Kara y Lena, pero casi tan pronto como la dejaron en el suelo, habiendo terminado el último capítulo de Harry Potter (ahora estaban al final del segundo libro), entró sigilosamente en su habitación sosteniendo la luz y Thronie.

La lectura del capítulo de Harry Potter fue una experiencia que Lena probablemente nunca podría reemplazar. Comenzó con Aisling escuchando discretamente a los tres, sin darse cuenta de que era imposible ser discreto cuando hay dos kryptonianos superpoderosos entre ustedes. Milla la había invitado a pasar y terminó leyendo el último fragmento, a pedido de Milla, y Lena estaba muy cerca de las lágrimas cuando terminó, y definitivamente no era una parte de llanto (más jadeos y gritos con una pizca de risa ). Lo único que la detuvo de llorar fue la mano de Kara apretada con fuerza en la suya.

Después de que el capítulo terminó, los deberes recayeron en Kara y Lena para arropar a Milla y después de la cantidad adecuada de abrazos y besos, Milla finalmente accedió a intentar dormir. Kara tomó la mano de Lena y le dio un beso en la mejilla cuando se fueron. Casi instantáneamente chocando con Aisling.

"Ustedes dos son tan parecidos", se río Kara, mirando entre las expresiones faciales de culpabilidad y nerviosismo casi reflejados en el espejo, antes de escabullirse para prepararse para la cama.

"Sólo quería decir que sé que los dos estamos un poco nerviosos sobre lo que es apropiado en este momento, pero sabes que siempre puedes hablar conmigo", Aisling habló rápida pero en voz baja.

"Lo sé", asintió Lena, "y yo soy igual", sonrió.

"Bien," Aisling pareció suspirar un suspiro de alivio de todo el cuerpo antes de empujar a Lean en un abrazo que tomó con gusto.

"Buenas noches, mamá", sonrió Lena mientras se alejaba.

"Buenas noches, Lena", Aisling sonrió suavemente, "Que duermas bien". Lena solo sonrió mientras ambos se alejaban, Lena se metió en la habitación de ella y Kara mientras Aisling se dirigía a su habitación.

Milla estaba en su habitación pocos minutos después. Lena ni siquiera había terminado de cepillarse los dientes, pero no podía molestarse en discutir, en lugar de dejar que Kara levantara a Milla en el medio de la cama y la metiera bajo las grandes mantas solo después de envolverla en Thronie. Lena y Kara se deslizaron a ambos lados de ella y Milla prácticamente se subió a Kara, quedándose dormida contra su pecho. Kara simplemente sonrió y se acercó más a Lena, atrayéndola en un abrazo con el brazo que no estaba envuelto protectoramente sobre Milla. Fue perfecto.

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Lena se despertó antes de que saliera el sol a la mañana siguiente. Fue como una cuerda invisible que la sacó de la cama y afuera, para ir a ver el amanecer. Un recuerdo lejano que la condujo al jardín y una vista impresionante de los acantilados que Lena había visto cientos de veces antes hace tanto tiempo. Se apoyó contra la pared, estudiando la vista.

"Buenos días", una voz sacó a Lena de sus recuerdos. Se volvió para ver a Aisling, tendiéndole una taza de té a Lena.

"Buenos días", sonrió Lena, agregando un rápido 'gracias' mientras aceptaba el té. Aisling se acercó a Lena contra la pared junto a ella.

"Escuché que te levantaste de la cama", explicó Aisling, "Te encantaba estar aquí cuando eras más joven, especialmente al amanecer", se río ligeramente.

"Lo recuerdo", sonrió Lena, "Solías intentar que me detuviera".

"Fueron los colores", Aisling habló en voz baja, todavía mirando a la distancia. "Tú eras igual con los arcoíris". Lena se río ligeramente, una gran sonrisa se extendió por su rostro.