El uno donde dos se convirtieron en tres

Capítulo 34

Los errores no fueron algo que cometiera Lena. Al menos eso es lo que solía pensar hasta el segundo en que una parte de ella pensó que era la idea correcta reservar el jet privado y tomar un vuelo de diez horas en medio del día. Vuela durante la noche. Vuela siempre durante la noche, pero no, el genio de Lena Luthor decidió que era una buena idea volar durante el día con dos kryptonianos superpoderosos, uno de ellos de cuatro años y otro con mucha azúcar. Fue una combinación mortal (y eso ni siquiera considerando los impactos en la salud del exceso de azúcar).

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Lena estaba a punto de intentar una de las cosas más difíciles como madre. Sacar a un niño de un automóvil sin despertarlo. Se habían ido temprano y la combinación del cansancio zombi de Milla y la hora temprana había llevado a Lena a ponerse los tapones para los oídos tan pronto como subieron al auto y se quedó dormida en cuanto empezaron a conducir. Lena no quería despertarla al menos hasta después del despegue. Era realmente el área de especialización de Kara, pero ella estaba subiendo todo su equipaje al avión, así que Lena se inclinó hacia el auto y desabrochó el cinturón de seguridad, Milla se desplomó hacia adelante y Lena logró atraparla, levantándola del asiento y moviéndola hacia su cadera donde su cabeza cayó al hombro de Lena, sin despertar. Lena suspiró con gran alivio mientras ajustaba el peso de Milla antes de cerrar la puerta de una patada con el pie.

Comenzó a caminar hacia el avión, pasando a Kara en su segundo viaje. "Asiento de seguridad", le dijo con los labios y Kara asintió con una pequeña sonrisa, ninguno de los dos quería arriesgarse a que Milla se despertara. Lena continuó hasta los escalones, subió por ellos y entró en el avión familiar. Se acercó a uno de los asientos y sentó a Milla en él, cubriéndola con la manta que Kara ya había traído al avión y colocando una de las almohadas de viaje sobre sus hombros. Se abrochó el cinturón de seguridad sin apretar y le dio un beso en la parte superior de la cabeza a Milla, agradecida de que todavía estuviera durmiendo.

Kara subió al avión con el último equipaje mientras Lena estaba en la cabina asegurándose de que todos sus sistemas funcionaran correctamente. Kara entró sigilosamente en la cabina y casi le da a Lena un ataque al corazón cuando envolvió sus brazos alrededor de su trasero, pero la ansiedad fue reemplazada por relajación cuando se reclinó en los brazos familiares y le dieron un pequeño beso debajo de la oreja.

"Solo quería asegurarme de que estuvieras bien", susurró Kara.

"Soy perfecta", sonrió Lena, girando para enfrentar a Kara en sus brazos y colocando un rápido beso en sus labios. "Tan perfecto,". Kara sonrió ampliamente mientras acercaba aún más a Lena.

"Te quiero mucho,".

"Yo también te amo mucho", Lena se inclinó para besar a Kara de nuevo, un beso más prolongado esta vez. Kara sonrió cuando Lena se apartó, muy a regañadientes. "Tenemos que irnos", suspiró Lena.

"Lo sé," Kara se apartó, sus brazos se desenvolvieron alrededor de Lena. "Ve a hacer tus cosas geniales". Lena solo sonrió cuando Kara salió de la habitación, presionando su espalda contra la puerta para que se abriera y girara después de que ella cruzara. Lena calibró las últimas cosas, preparando el despegue del avión antes de caminar de regreso y tomar asiento junto a Kara y frente a Milla.

Lena tomó la mano de Kara entre la suya, dándole un ligero apretón de consuelo cuando el avión comenzó a moverse. Kara giró la cabeza para mirar a Lena mientras avanzaban hacia la pista y Lena solo le ofreció una pequeña sonrisa, haciendo clic en el botón que retraía el apoyabrazos (algo que había instalado hace un tiempo para poder estar más cerca de Kara). Ambos se acercaron, la cabeza de Kara cayó sobre el pecho de Lena, donde podía escuchar mejor los latidos de su corazón y Lena simplemente apretó la mano de Kara de nuevo y le dio un beso en la cabeza. Kara miró a Lena por un segundo, y Lena se limitó a sonreír, levantando su mano libre para recorrer el cabello de Kara con la vana esperanza de brindarle algo de consuelo. Lena usó sus manos unidas para abrazarla.