Razón #12
No dejas que mi hermano pendejo imbécil te afecte.
—Lo siento. Sólo quiero dejar algunas cosas—le digo a ____ mientras estaciono en mi entrada—. ¿Quieres esperar aquí?
—¡Cielos, no!—Sonríe mientras desabrocha su cinturón—. Quiero un poco de gaseosa, si tienes.
Me río y rápidamente abro la puerta para ella.
—Por supuesto.
Está saltando mientras caminamos hasta el porche. Va a ser una buena tarde, ya puedo decirlo. No quiero arruinarla invitándola a salir, pero voy a hacerlo. Sólo tengo que encontrar el momento adecuado.
Meto la llave en la puerta y doy un paso atrás para dejarla entrar primero. Me roza cuando pasa frente a mí y tengo el repentino impulso de tocar la parte baja de su espalda. Sólo para descansar mi mano allí. Amigo, quiero cualquier excusa para tocarla.
Se detiene en la puerta de entrada y furtivamente me pongo a su lado, "accidentalmente" chocándome contra su espalda. No se mueve, lo que me sorprende y entusiasma durante unos dos segundos.
—Maldita sea, amigo. No me hagas caso. Olvídate que estoy aquí. Hermano idiota.
—¿Qué mier...?—Ah, claro, ___ está aquí—. ¿Qué rayos estás haciendo aquí?
Gabe acecha la nevera, su trasero saliéndose de sus jeans. Lleva bóxers, pero aún así no deja mucho a la imaginación. ____ aparta los ojos, como si la pared roja cercana a las escaleras fuera la pieza más interesante de una obra de arte que jamás ha visto.
—Estoy hambriento.
—Ve a comprar algo entonces.
—No puedo—Abre la nevera y se sube los pantalones, que caen de nuevo hacia abajo—. A Nicole no le pagan hasta el treinta.
—Consigue un trabajo.
Se ríe y pone un bloque de queso, mayonesa, y un tarro de pepinillos en el mostrador.
—Para eso tengo a Nicole. Así no necesito un trabajo.
—Y aquí estás, robando la comida de tu mamá.
Me importa una mierda lo que esté esperando hacer. Tiene que irse de aquí antes que me enfurezca frente a ____. Con sólo mirarlo me dan ganas de golpearlo en la entrepierna.
—Touché, hermanito—Suelta su ahogada risa de idiota mientras mete la cabeza en el armario.
—Em—susurra ____ en mi oído—. ¿El baño?
Sí, no la culpo.
—Al final del pasillo, la segunda puerta a la derecha.
—Gracias.
Se ha ido, y estoy irrumpiendo en la cocina. Lucho con Gabe mientras toma las cosas, y yo las pongo de vuelta.
—¡Amigo, relájate!
—¡Necesitas salir de aquí!
—Caray, ¿quién te molesto en el almuerzo?—Toma una bolsa de debajo del fregadero y comienza a guardar tanta comida como le es posible—. Te dije que olvidaras que estaba aquí.
—No puedes simplemente venir así después de diez meses de nada, excepto ser una completa mierda para mamá y papá. Y también está Quynn...
—Oh, lo entiendo—Levanta sus jeans, que de nuevo no le quedan bien—. ¿Todavía vas por mi ex?
Trago.
—¿De qué estás hablando?
—Sabes de lo que estoy hablando. No te culpo, niño. Es malditamente sexy. Daba trabajo, pero era buena en la cama. Digo que vayas por ella si puedes. Pero no te molestes conmigo por cambiar a otro pescado más rico.
No puedo soportarlo más. Lo empujo contra la nevera, tomándolo por su estúpida camiseta de Korn.
—Mejor cierras la boca antes que lo haga por ti.
Se ríe y lo aprieto más.
—No es gracioso, idiota.
—Está bien, está bien—Se retuerce bajo mi agarre, y de mala gana lo suelto.
Si no fuera por ____ en la habitación de al lado, lo golpearía.
Busca en más armarios y lo dejo. Sólo lo quiero fuera de aquí.
—Bingo—Saca un paquete de seis cervezas. Y sé que voy a tener problemas con papá, pero no me importa—. Mira, hermanito—dice, poniendo junta su "comida ganada"—. Aprende de mí y no te quedes atado demasiado joven porque tu novia tiene un tremendo culo. Dale a cualquier chica que te dé lo que quieras sin menear las bolas. Y vuelve a casa de tus padres cuando no estén. Confía en mí, esto es mucho más fácil que trabajar por un salario mínimo—Abre una cerveza y la desliza por la barra para mí, después abre otra para él—. Oh, y deja de estar tan enojado todo el tiempo.
Me golpea en el brazo cuando me pasa, con la cerveza en una mano, la bolsa de la mitad de la comida de nuestra nevera en la otra.
No estoy seguro de cómo llegó a ser tan idiota. Pero si es genético, espero que no me pase.
—Fuera—No toco la cerveza, aunque como que la quiero una vez que se vaya.
Se detiene en la puerta para darme una de esas estúpidas sonrisas de engreído.
—Diviértete con tu chica. No te estaques con una gordita, pero si consigues algo de acción, eso podría ayudar con tu actitud.
Si fuera más rápido, le hubiera roto la cara. Pero se fue antes que pudiera llegar a la puerta.
—Bueno- dice ____ desde el pasillo. Oh mierda, por favor, dime que no escuchó eso—. Es un verdadero encanto—Sonríe, pero sus ojos se llenan de lágrimas hasta el borde.
Mierda, mierda, mierda.
—Escucha—le digo, cerrando la distancia entre nosotros. No me importa lo incómodo que puede ser esto o que odia cuando la tocan—. No le hagas caso, ¿de acuerdo? Es un pende... es un imbécil.
Asiente, intenta otra sonrisa y se encoge de hombros.
—No hay problema. Dejé de escuchar después del comentario de las bolas.
Está mintiendo, ¿pero cómo puedo hacer que se sienta mejor sin empeorar esto?
Voy a envolverla en un abrazo, pero tose y da un paso atrás.
—¿Te importa si uso tu teléfono?—pregunta—. Quiero comprobar y ver si el mío está listo.
—Por supuesto—Saco mi teléfono del bolsillo y se lo entrego, ignorando lo estúpido que me siento por tratar de consolarla y fallar.
—Gracias, amigo. Sólo será un segundo—Otra sonrisa falsa.
Asiento mientras coloca el teléfono en su oreja y se da vuelta. Mejor le doy privacidad, aunque quiero envolverla en mis brazos y pedirle disculpas una y otra vez por el idiota que tengo de hermano.
Entrando en la cocina, tomo mi mochila, la dejo caer por la puerta y empiezo a recoger el lío que hizo Gabe. Papá va a matarme por dejarlo tomar su cerveza favorita, pero ya no hay nada que pueda hacer.
Después de tirar el pan que el idiota de mi hermano dejó a la mitad, miro el reloj del microondas.
¿Dónde está mamá? Por lo general está en casa ahora. En realidad, debería haber estado en casa desde hace una hora.
Tal vez vio a Gabe y salió corriendo mientras podía. Es una mujer inteligente.
Un largo suspiro escapa de la boca de ____ mientras entra a la cocina.
—¿Te puedo pedir un favor?
—Por supuesto. ¿Qué pasa?
Desliza el teléfono a través de la barra.
—Mi teléfono está arreglado. ¿Te importaría llevarme a Verizon a recogerlo?
Sonrío.
—Sólo si me dices cómo llegó a romperse en primer lugar.
Una risita y una rodada de ojos es la única respuesta que recibo.
—Está bien—Chica obstinada—. Permíteme dejar una nota para mi mamá.
Anoto muy rápido dónde voy a estar con su coche, y también por qué hay una cerveza abierta sobre el mostrador.
—¿De verdad no te importa, o sí?—pregunta, con una lata de gaseosa sin abrir en su mano, mientras cierro la casa.
—Está bien, ____—Probablemente estoy más emocionado que ella de ir por su teléfono.
—Eres locamente magnificente, Harry . ¿Por qué diablos no me hice tu amiga antes?—Se ríe y me empuja con el codo.
Mi nudo estomacal se eleva y todo lo molesto que estaba por la breve conversación con Gabe desaparece.
Se da la vuelta, pero la agarro de la mano y la giro hacia mí.
No lo estropees esta vez, Harry .
—Oye, eh….—Muerte cerebral. Estoy cerca de una muerte cerebral. ¡Sólo déjalo salir!—. ¿Q-qué vas a…quiero decir….—Ugh. ¡Encuentra las palabras, amigo!—. Me preguntaba si, eh, tenías planes para tu cumpleaños.
Sus ojos se abren, y se libera de mi agarre.
—Nada aún. ¿Por qué?—Su cara es de color rosa. Es tan linda así.
—¿Puedo…?—Hazlo rápido, Harry . Como sacar una curita—. ¿Te puedo invitar a salir?
Está fuera ahora. Estoy bastante seguro que es obvio que le he pedido una cita de verdad esta vez. Estoy tratando de leer su expresión, pero es difícil. ¿Qué está pensando? Al principio, abre la boca, y sus ojos se iluminan como si le hubiera dicho que ganó la lotería—no estoy diciendo que soy la lotería, pero se entiende lo que quiero decir. Al siguiente segundo sus ojos verdes rebosan con esas lágrimas, y no estoy seguro de qué pensar.
Así que me paro aquí.
Como un idiota.
Esperando…
Esperando...
Con el estómago torciéndose.
Estoy listo para lanzar todo sobre porche.
Todavía estoy esperando.
¿Cuánto tiempo ha pasado? Se sienten como horas.
—¿Ha-hablas en serio?
¡Menos mal! No he perdido mi oído.
—Sí. Quiero salir contigo.
—¿Al igual que en una cita?—Su voz tiembla en la palabra.
—Eh, sí.
Una vez más, no puedo leer su expresión. Pero como que parece que piensa que le estoy haciendo una especie de broma.
—Ya basta, Harry .
Ugh.
—Lo digo en serio, ____.
Su frente se arruga entre sus cejas. ¿Tiene alguna idea de lo loco que me tiene?
—¿Qué? ¿Por qué?
Bueno, aquí vamos. No puedo decirle lo mucho que estoy obsesionado con ella. Correría por el porche y nunca la volvería a ver. Pero tampoco puedo ser tan desinteresado por tanto tiempo, porque nunca me creería.
Me aclaro la garganta.
—Mereces salir con alguien en tu cumpleaños. Y… y quiero ser el chico que te lleve a tu primera cita.
Se cruza de brazos, sobresaltando más su escote. Voy a tener que mantener los ojos en su cara para formar frases coherentes.
—¿Lo dices de verdad?
—Eh, sí—Amigo, soy tan malo en esto. Va a decir que no.
Sus ojos se ponen llorosos por un mínimo segundo, pero lo suficiente como para que me preocupe, entonces… entonces sonríe.
—Así que, como, ¿qué me pongo en una cita?—Se ríe y salta del porche—. Nunca he estado en una, ¿recuerdas?
Así de sencillo, estamos de vuelta a la normalidad. Bueno, lo más normal que alguna vez se encuentra entre nosotros.
—Algo cómodo.
—¿Pijama?—bromea.
Me río y abro la puerta para ella, y entra al coche.
—Si quieres—Entonces imaginármela así me hace perder la concentración por un segundo.
—Ten cuidado. Viviría en pijamas si pudiera.
Mientras cierro su puerta y cruzo a mi lado, veo que sus pies se deslizan hacia arriba del tablero, y golpea sus rodillas para una canción que, estoy seguro, está sólo en su cabeza.
Es como lo nuestro ahora. Se siente como que hemos estado saliendo desde hace una semana ya.
¿Por qué estaba tan nervioso?
—¿Supongo que estás diciendo que sí, entonces? —le pregunto mientras arranco. Sé que es estúpido, pero quiero oírla decirlo.
—Sí, pero...
Oh, aquí viene.
—No es como si fuera una cita de verdad ni nada. Estoy de acuerdo porque eres un amigo impresionante, pero los dos sabemos que tarde o temprano saldrás con la chica. No sólo una de tus colegas.
Grr, ¡esta chica!
—Es una cita real. Quiero pasarte a buscar y...
—¿Podemos encontrarnos en algún lugar?
La chica es muy extraña respecto a su casa. Amigo, es extraña en general y estoy a punto de tirar la toalla, pero lo pienso sólo una vez, y no puedo. Ella vale la pena todo el problema.
—No quiero arruinar la sorpresa—Le guiño un ojo y coloco mi brazo en su cabecera.
Estoy haciéndolo exageradamente, lo sé, pero tiene que captar el coqueteo.
—¡Oh Dios! Ahora estoy nerviosa—Se ríe y abre su bebida.
—Va a ser muy divertido, lo prometo—Le sonrío antes de poner el coche en marcha—. Y pasaré por ti. No discutas conmigo.
Rueda los ojos mientras toma un sorbo de su gaseosa—Está bien, pero escríbeme cuando estés en camino. ¿Trato?
Puedo vivir con eso.
—Trato—Envuelvo mi mano alrededor de la suya, y me deja.
Así de sencillo, estamos tomando nuestras manos. Y maldita sea si alguna vez la dejaré ir.
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Divertida Amiga Gorda (Harry styles y Tu) Terminada
RomanceEs una historia de facebook que me encantó, No es de mi autoría 💕