Una línea más ahí y un poco más de sombra allá para definir el cabello y darle un efecto con más volumen; un intento, bastante bueno hay que admitir, de difuminado de este lado, basta con equilibrar correcta y acertadamente los matices de la escala de grises y... ¡ya está!
Un nuevo retrato de su mejor amigo aparecía entre las hojas del centro de su cuaderno de literatura, contando el que acababa de hacer, era el cuarto que terminan en la semana escolar, cabe destacar que ese día era miércoles y que apenas llevaba tres clases.
Sin lugar a dudas, algo le estaba pasando, algo terriblemente malo y, no tan en el fondo, él mismo sabía lo que le estaba sucediendo; no sabía cómo le hacía para empezar a hacer simples garabatos en una hoja escogida al azar y terminar plasmando cada detalle del –bonito– rostro del rizado y sus delicadas facciones con tanto esmero y dedicación que hasta deberían de prohibírselo, incluso pasaba noches en vela por darle vueltas al asunto.
Y es que ese era otro punto que atormentaba al pobre chico, siempre fue –y sigue siendo– un buen estudiante, nunca se sintió con la necesidad de dormir en clases ni mucho menos, él estaba acostumbrado a dormir temprano para rendir en la escuela y en su día en general; aunque su bella rutina se vio levemente interrumpida por una cautivante sonrisa, unos rizos dorados y una dulce mirada miel.
Creía que había dos razones que, aunque tontas y en sus palabras textuales, ejercían mucho poder sobre él, o al menos era lo que pensaba al respecto. La primera consistía en que pensaba mucho en el judío, tanto que se le quitaba el sueño; la otra trataba de que, si bien había unas ocasiones donde sacaba la fuerza de voluntad necesaria para apartarlo por breves momentos de su mente y tratar de dormir (lastimosamente para su cuerpo hasta entrada la madrugada), su cerebro parecía querer jugarle una mala broma pues incluso en sueños persistía su imagen y su sonrisa; parecían dispuestas a no abandonarlo esas –muy lindas– imágenes mentales.
Simplemente no podía sacarlo de su cabeza, por más que quisiera o tratara, aunque tampoco se le veían muchas ganas de hacer algo para dejar de pensar en él, en su hermosa, cálida y reconfortante sonrisa, en sus lindos ojos miel –los cuales parecían tener una especie de hechizo para que no apartase su vista de ellos, cayendo irremediablemente–; en su rizado, brillante, suave y perfecto cabello y, aunque no le gustase admitirlo ni asimilarlo, en su cuerpo, es decir, para Bill, el cuerpo de Stan tenía una proporción perfecta, sin importar el ángulo del que lo vieras, no entendía como podía no interesarle a las chicas, es decir, todos deberían de notar lo genial, maravilloso y lindo que...
Espera, esto ya se estaba desviando del punto, aunque el tema no era lo único desviado a decir verdad, como sea, en conclusión; no podía dejar de pensar en su mejor amigo y no termina de entender muy bien el por qué.
Salió de su pequeño trance cuando escuchó que su nombre era pronunciado por la voz de su mejor amigo y se centró en su rostro, el rostro que venía dibujando desde hacía unos 15 o 20 minutos atrás, él estaba frente a Bill y su rostro adquirió una –adorable– mueca de lo que parecía ser una combinación entre confusión y preocupación.
—¿Qué te ocurre Bill? Has estado como, no sé, en tu propio mundo estos últimos días —expresó preocupado una vez que tenía la atención del nombrado.
—No es na–nada Stan, no hay por qué preocuparse —contestó en un intento no tan bueno de calmarlo, aunque no pudo evitar observarlo detenidamente, dejando que los pensamientos sobre el lindo rostro de su amigo vagaran con total libertad por su mente.
—Oh, por favor Billy, sabes muy bien que puedes confiar en mí, me preocupas mucho, demasiado diría yo —murmuró lo último—, y me duele en el alma ver como a una de las personas que más me importan le está pasando algo, y el no poder hacer nada me volverá loco —expresó con impotencia.
—Calma Stanny, claro que sé que puedo confiar en ti, al igual que tú en mí —sin duda sus palabras le provocaron una agradable calidez en su interior que, claramente, no tenía la intención de dejar ir—; el problema es que ni yo mismo he definido qué me está afectando, creo que estoy confundido respecto a mis... sen–sentimientos —confesó avergonzado, si bien esa no había sido una declaración, lo sintió con el peso de una.
—Oh, bue–bueno —comenzó con un repentino nerviosismo—, no quiero presionarte, disculpa mi imprudencia, en serio, no quería ser inoportuno y...
—Descuida, agradezco tu preocupación, y nunca serás inoportuno para mí —interrumpió con una pequeña sonrisa, le agradó enormemente ver como el color iba subiendo de a poco al rostro del judío, pero lo que más le gustaba era saber que él era el causante de ese bonito carmín.
—Cuando te sientas preparado puedes decirme como te sientes, siempre estaré aquí para ti Bill, no lo olvides —comentó brindándole una de esas cálidas y reconfortantes sonrisas que solo Stan sabía cómo darle, esas que tanto le gustan y que le causaban un –no tan breve– cosquilleo en la boca del estómago, aunque eso lo atribuyó a que no pudo desayunar porque se levantó tarde.
—Muchas gracias Stan, no lo olvidaré, cuando esté listo te lo diré y sabes que yo también estoy y estaré para ti siempre que lo necesites, y también cuando no —declaró con un casi imperceptible sonrojo en sus mejillas.
—Gracias Bill, que lindo eres —agradeció sonriendo, más al darse cuenta de lo que dijo y que el color subiera a sus rostros por milésima vez en ese rato agregó de inmediato—: pe–pero vamos que los chicos nos están esperando —dio por concluida la plática con eso abandonando el aula mientras lo tomaba de la mano y lo dirigía con el resto de «perdedores», ignorando todo lo que removió dentro de Denbrough con ese pequeño gesto, aunque Uris no se salvó de esa extraña, pero agradable, sensación.
palabras: 1030.
es probable que este os tenga una especie de ❝continuación❞, se podría decir que es del mismo espacio–tiempo o una mierda así.
no importa, no es seguro cuando lo suba, pero espero que sea pronto; ahora sí, me despido, espero que estén teniendo un buen día, y, si no es así, ya verás que se va a componer.
—sin importar lo que te digan, eres genial, recuérdalo, ¿sí?
si necesitas hablar con alguien/desahogarte hazlo, por favor.editado: 05/26ᵗʰ/22.
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☇ 𝙟𝙪𝙨𝙩 𝙨𝙩𝙚𝙣𝙗𝙧𝙤𝙪𝙜𝙝 ๛
Fanfic☇ 𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘴𝘵𝘦𝘯𝘣𝘳𝘰𝘶𝘨𝘩 ๛ ╰┋simplemente una compilación de os, drabbles, head canons ─o lo que sea de ellos─ sin mierda triste o algo parecido porque #sick&tired. ❱❱ 𝐚𝐝𝐨𝐥𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚. 𝐜𝐨𝐦𝐟𝐨𝐫𝐭. 𝐟𝐥𝐮𝐟𝐟. 𝐠𝐚𝐲/𝐛𝐥. 𝐧𝐨 𝐚�...