Narra Harvey
Estaba muy concertado en la pregunta que Luke quería hacer hasta que escuche una voz chillona que me tensó de pies a cabeza.-¡Harvey, mi amor!- exclamó la rubia.
-¿Candela?- pregunto confundido.
Miro a Luke sin saber que decir o hacer, se veía como si se sintiera el mal tercio y un poco ¿celoso? de aquella rubia que me estaba abrazando de costado.
-Luke ella es Candela - digo para romper la tensión que se había formado desde que candela llegó.
-Su novia- interrumpió la rubia con una falsa sonrisa.
-¿Tu novia?- preguntó Luke sorprendido y con desilusión en su rostro.
Estaba por hablar cuando aparece Katy interrumpiendo este feo momento.
-¡Harvey!- dijo Katy agitada- no sabes a quien me acabo de encon..- se auto-interrumpió al ver a la chica a mi lado- oh Candela no te había visto.
-Hola Katy, tanto tiempo- respondió ella no muy contenta.
-Hola- dijo con una mueca.
-Es tardísimo- dijo Luke sin ánimos, haciendo que todos lo miremos -fue un gusto conocerte, Candela- volvió a decir con la voz rota y una sonrisa que se convirtió en una mueca, y desapareció sin más.
Furioso y sin saber que hacer veo como Luke desaparece de mi vista y doy vuelta mi cabeza para fulminar con la mirada a Candela, la cuál estaba muy despreocupada revisando sus uñas.
-¡QUE DEMONIOS HAS DICHO!- grito y Candela se sobresalta- ¡SUPERA YA LO NUESTRO Y DÉJAME SER FELIZ DE UNA VEZ POR TODAS!- sin más me voy de ahí en busca de Luke para dejar las cosas en claro.
Noto como Candela intentó frenarme pero Katy se interpuso en su camino.
-Ni lo pienses perra - dijo Katy enojada con la rubia que ahora estaba haciendo berrinches. Esas dos nunca se llevaron bien, Candela nunca entendió que Katy siempre iba a ser mi mejor amiga a pesar que a ella no le agradara.
Narra Luke
-¡Luke! ¡Luke por favor espera!- Harvey ya venía siguiéndome hace un par de minutos- solo déjame explicarte-.Me paro en seco y tomo aire- no tienes que explicarme nada- trato de poner mi mejor sonrisa como si esto no me afectara en absoluto.
-Pero quiero hacerlo, por favor- sus ojos me tenían atrapado y me resultaba difícil decirle que "no".