Capítulo 41

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Narra Luke
Desperté de repente, miré para todos lados, imágenes de anoche volvieron a mi mente. Estoy en un hospital, Katy está a mi lado dormida y su cara está hinchada. Noah viene desde el pasillo de mi izquierda con un café en cada mano. Harvey...Necesito verlo, me levantó de repente pero me mareo al instante, puse una mano en la pared para sostenerme.

-Luke, siéntate.- me ayuda a quedarme en el asiento- ten, toma un poco de café, las visitas se permitirán en 10 minutos.

Mis ojos se llenaron de lágrimas- quiero verlo-.

-Lo sé, pero Harvey necesita que seas fuerte, toma el café para que recuperes energías.- le hice caso.

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Entré a una habitación completamente blanca, solo había una ventana por la cuál entraba luz, una puerta que daba a un armario y otra al baño. En el centro de la habitación estaba la camilla, en ella estaba Harvey, tenía algunos cables conectados a él que daban a una máquina que marcaba sus signos vitales. Trate de controlar mis lagrimas,  aunque el no me pueda ver, quería mostrarme fuerte.

Me senté en un pequeño sillón junto a la cama donde estaba el amor de mi vida, tome su mano, estaba frío.

-Ricitos- tome aire- no sé si puedes oírme pero si lo haces, por favor quédate conmigo- mi voz comenzó a quebrarse y mis ojos se llenaban de lagrimas- porfavor, nos quedan muchas cosas por vivir juntos- rompí en llanto.

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Estuve todo el día en el hospital en la habitación de Harvey, no había ningún cambio, el seguía sin moverse y todavía necesitaba el respirador.

-Lo mejor va a ser que vayas a tu habitación y te bañes Luke- dijo Katy- yo te aviso si hay algún cambio.

-No, no puedo dejarlo aquí- me reuse.

-Luke, es lo que él querría, despéjate yo te aviso si pasa algo, vamos vete- me empujó hasta la puerta de la habitación y luego cerró la puerta.

Al llegar a la Universidad me sentí raro, todo estaba normal, vi a las chicas en la cafetería hablando, los estudiantes iban y venían de los salones, parecía como si nada hubiera pasado.

-Hijo aquí estás, no te vi en todo el día- mi padre me frenó antes de entrar a mi habitación.

-Papá no estoy de humor, hablamos luego- iba a abrir la puerta pero mi padre me agarró del hombro.

-¿Estás bien Luke?- parecía preocupado.

-Es Harvey, esta en el hospital-lo miré- que el este allí no significa que hayamos terminado, adiós- cerré la puerta con fuerza en su cara.

Al entrar me quité la ropa y fui al baño, me miré al espejo, mis ojos estaban oscuros y debajo tenía ojeras moradas, mi pelo estaba desordenado y transpirado.

Me metí a la ducha con agua caliente, las gotas caían a mi cabello e inconscientemente cerré mis ojos sintiendo las gotas caer por mi cuerpo, a la mente me llegaron varias imágenes de Harvey comiendo, cantando, riendo, cocinando, tocando la guitarra, enojado, celoso, dormido, pero la que más me afectó fue la del hospital, tenía un tubo que llegaba a su garganta, cables en su pecho y una intravenosa en su brazo izquierdo.

Abrí mis ojos exaltado, debía relajarme si quería que Noah me dejara ir al hospital, terminé de bañarme y "relajarme", me puse ropa limpia y pasé por la cafetería.

-Ey Luke íbamos hacia el hospital ¿vienes?- Luther estaba con Zack, el cual se notaba que estaba muy mal.

-Claro, primero comeré algo ¿me esperan?- dije comprando algo para comer.

-Sí, claro- exclamó Luther.

Me fijé en Zack, él no estaba bien la ducha no logró relajarlo y seguía con la piel pálida y sus ojos perdidos, debía hablar con el.

-Luther ¿puedo hablar con Zack a solas?- pregunté llamando la atención de Zack.

-Claro si él quiere- lo miró y el solo asintió- okey, entonces si luego iremos al hospital.

-No te encuentras bien Zack- dije sentándome.

-Estoy bien- exclamó- podemos irnos.

-No, hasta que me digas que ocurre, estas pálido y perdido, estamos para ayudarnos-.

-Yo yo lo vi Luke...vi como Harvey moría, escuché sus últimas palabras, vi como su brillo se apagaba y se volvía frió, ¿cómo crees que puedo estar bien después de eso?- suspiró- ví como perdía a uno de mis mejores amigos.

-Oh Dios mío Zack, sabes que estamos para ti, Harvey hubiera querido que seas fuerte, prométeme que lo serás- dije abrazándolo.

-Y tú, ¿cómo te sientes?- preguntó sonándose la nariz.

-Raro, es difícil estar sin Harvey, pero no sé porque no estoy como tú o Katy, no quiero decir que quiero estarlo, pero creo que todavía mi mente no cae en cuenta de que Harvey está luchando por su vida- lo miré a los ojos, me miraba muy atento, como si comprendiera mis palabras- será mejor que vayamos, Luther se enojará.

-Al fin llegan, pensé que su miseria de vida los había devorado y tendría que ir a salvarlos, ¿está todo bien?- preguntó Luther.

-Si, si lo está ahora vamos, quiero ver a mi amigo- exclamó Zack, Luther se sorprendió y me agradeció con la mirada. Arrancó el auto y condujo hacia el hospital.

Siempre Tú [corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora