Hate everything. (Chensung)

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Jisung solía ser sumamente dulce, un cursi en extremo, cuando estaban juntos y no tenía que usar la fachada de empresario recto y de carácter imperturbable que en él inculcó su familia por todos los años de su vida.

Tenía la costumbre de abrazar a Chenle por la espalda cuando estaban en la cocina y éste cocinaba para ambos, pero más para él. También se fijaba en cada detalle, arreglaba su cabello cuando lo notaba desarreglado y aunque era un miedoso de primera, se encargaba de matar a los bichos que asustaban al otro en grande, haciéndole soltar gritos chillones.

Sus grandes manos nunca paraban en un solo sitio. Siempre estaban moviéndose de un lado a otro por el cuerpo de Chenle inconscientemente, atestándole de caricias vagas, mas aquellas que sí iban con intención y ejercían un propósito en su rostro, espalda o cintura, tenían el grandísimo poder de hacerle derretir a su sola merced.

Los besos no quedaban en el olvido.

Jisung le llenaba la cara de besos cuando quedaban tirados en la cama desordenada, apretados en un abrazo luego de hacer el amor. Chenle siempre aborreció el contacto físico, sin embargo, con Jisung solo sabía sonreír en grande, enternecido, como un auténtico bobo. Enamorado.