~Narra Keku~
Por fin había llegado el día, MI día. El día de mi debut en NXT, en la WWE. Estaba muy nervioso y muy ansioso. Había anhelado estar allí durante mucho tiempo, y por fin estaba en esos mismos pasillos.
Caminaba acabando de darle los últimos retoques a mi nueva ropa de peleas, la cual consistía en un pantalón corto vaquero como John Cena —pero a mí me quedaba mejor—, mas botas negras, rodilleras y coderas del mismo color. Llevaba además una chaqueta de cuero negra. En eso, escuché un par de gritos en uno de los camerinos, que me avisaron de que estaba habiendo una pelea. Como buen chismoso, me acerqué al camerino correspondiente y pegué la oreja. Se escuchaban a dos mujeres gritándose cosas que no voy a repetir y dándose golpes con todo.
Decidí intervenir. Iba a abrir la puerta pero esta fue empujada en mi cara, haciendo que cayese al suelo y me golpease la cabeza contra una caja de utilería. Pero no me desmayé, ni menos; y logré ver a una de esas mujeres que peleaban: Candice LeRae, tirada en el suelo, algo adolorida. Eso me dejó extrañado. ¿Quién se había peleado con ella? ¿Bianca Belair? ¿Shayna Baszler? ¿Shotzi Blackheart?
—¡Y no vuelvas a molestarme, zorra! —la puerta se cerró, Candice se levantó con dificultad pero con mucha rabia y se fue cojeando.
Me levanté y llamé a la puerta. Me recibió una chica mayor, de pelo castaño y ojos azules, llevaba una camiseta negra con dibujos dorados en las clavículas, un short negro de cuero y tenis militares.
—¿Qué? —hizo un globo con el chicle que tenía en la boca.
—¿Se puede saber qué te pasa con LeRae? ¡Le has pegado una paliza alucinante! ¡Y por si fuera poco casi me rompes la nariz de un portazo!
—Puedo vivir con ello. —sonrió descarada.
—¡Oye, mira, niña, no sé quién eres, pero a mí se me respeta! ¡Seguro que no sabes ni quién soy! —la encaré con rabia.
—Pues espero que el jefe de limpieza, porque el camerino de The Skrill está hecho unos zarrapos. —amplió su sonrisa, y por un momento me entraron unas ganas locas de golpearla hasta dejarla como dejó ella a Candice, pero un productor me dijo que debía salir a mi combate contra Damian Priest.
Por lo que simplemente me mordí la lengua e hice mi entrada.
Priest aún no había salido. ¿¡Entonces pa qué tengo que salir yo de primero!?
Por fin cara a cara. La campana sonó.
Empezamos el combate con Priest dándome un latigazo con el antebrazo en el pecho, y retrocedí un par de pasos, adolorido. Me recuperé en un solo segundo y rápidamente lo agarré del cuello en un candado que lo hizo caer al suelo, conmigo aferrado como un koala a su eucalipto. Sin embargo, le fue fácil escapar, y darme una patada en la cara que me dejó tirado en la lona. Damian intentó hacerme el conteo, pero no me dejé, sino que lo encerré en una headsissors. Priest logró tocar las cuerdas con la punta del pie y tuve que soltarlo. Mas no dejé de atacarlo. Él, sin embargo, logró darme un codazo en el estómago, sacándome el aire de los pulmones y me alzó en sus hombros para lastimarme con un Samoan Drop. Luego con un suplex, y trató de encerrarme en un candado, pero me supe levantar y caminar hacia atrás para lastimar a Damian contra el esquinero. Lo logré y empecé a darle rodillazos voladores que iban de costa a costa. Hasta que, claro, este vino a por mí y me tumbó con un lazo al cuello y, ya con el impulso, se subió a la tercera cuerda y me quiso atacar con un Moon Sault, pero yo rodé hacia el esquinero y por eso Priest se dio un porrazo, pero se levantó rápidamente. Corrimos el uno hacia el otro, él quería darme una patada en la cara, pero la detuve a tiempo con un jab directo al entrecejo. Lo tumbé definitivamente, lo cual me permitió cubrirlo, y el conteo llegó a tres.
La gente me ovacionaba, había hecho un primer combate esplendoroso, si es que existe esa palabra.
El árbitro alzó mi muñeca.
—¡DAMAS Y CABALLEROS, EL GANADOR! ¡KEKU BLAKE!
Ayudé a Damian a levantarse y le di el bien jugado, quien lo aceptó encantado y ambos volvimos a backstage hablando y riéndonos entre nosotros.
En una de estas, escuchamos a dos chicas riendo y acercándose a nosotros. Cuando nos paramos a mirar, descubrimos que eran Rhea Ripley y esa tal The Skrill. Aún recordaba su mal comportamiento conmigo, por lo que al verla no pude poner ninguna sonrisa.
—Hey, hola, chicos. —nos saludó la rubia con una sonrisa en la cara.
—Hola, muy buenas, señoritas. —Damian hizo una leve reverencia ante ellas. ¿Es en serio, Priest? Que no estamos en el siglo XVI.
—Sí, buenas estamos. —ambas y Priest se echaron a reír— ¡Anda! —The Skrill dio una palmada en cuanto me vio— ¡Eres tú!
—Sí.
—Oye, perdona por lo de antes, estaba muy cabreada, y cabreada no mido. —ella me sonrió— ¿Qué me dices? ¿Empezamos de cero?
Me mantuve unos segundos pensando en la respuesta.
—Venga, va, estás perdonada. —nos dimos la mano en señal de paz— ¿También eres nueva?
—Sí, acaban los Undisputed Estúpidos de soltar mierda por la boca y me toca pelear. —se agarró chulita los extremos de su chaleco de cuero y sonrió— Por cierto, me llaman Davi.
—Encantado, yo soy Luis. —se lanzó a responderle Damian.
—Yo me llamo Germán, pero llamádme Keku.
—Demi. —miré a Demi, o sea, a Rhea. Dios, está como un queso. Siempre había sido mi luchadora favorita— Por cierto, buena pelea. —¡SÍ, ACABA DE DECIRME QUE BUENA PELEA!-—A los dos.
Luis y Davi se echaron a reír mientras que yo me aguantaba las ganas de echar a correr. No es que me afectase mucho, pero eso hace pupa en el kokoro.
Luego Davi se fue a pelear y Demi, Luis y yo la vimos.
No fue nada del otro mundo, se molieron a palos y la pendeja remató a la E-S-T de NXT con un codazo en la espalda. Lo que sí es que pude hablar un poquito con Demi. Lo he decidido: me caso con ella. En cuanto le diga que se case conmigo :")
Luego le tocó a Rhea ir a pelear, y Damian repitió.
Y así fue cómo el show de hoy dio su fin. Bueno, después de todo no fue tan mal debut.
Comtinuará...
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Los Ingobernables
FanfikceDos amigos que luchan por sus sueños. Llegan a NXT y tendrán que esforzarse mucho para conseguir todo lo que quieran. [Historia co-escrita con McKeku10]