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Si habia algo que le molestase era empacar sus cosas, más aún si tenía que poner toda su vida en unas tristes maletas, llevaba todo el fin de semana empacando y poniendo sus cosas en cajas. Mudarse era una tarea difícil.

— Bueno esta fue la última caja de tus libros —dijo Star dejándola en el suelo.

— Gracias Star —respondió Robin dejando otra de las cajas.

— Quién lo diría, nuestro amigo en la gran ciudad —mencionó Cyborg.

— Supongo que nos invitaras a pasar unos día ¿verdad?.

— En especial en la semana de la moda— Star y Cyborg rieron.

— Por supuesto que los invitare —respondió Robin.

— New York es una ciudad mágica, como me gustaria vivir allí  —suspiró Star.

— Lo sé, pero voy a extrañarlos tengo toda mi vida aquí.

— Lo sabemos, pero iras a estudiar a Harvard ¿Qué más quieres? —bromeó Cyborg.

— Su amor —continuó Star.

— Ya callense —todos rieron.

— No se lo has dicho a Raven ¿verdad?.

— No Star, prefiero que se lo digan ustedes luego de que regrese.

— A ella le hubiera gustado saber antes de irse —dijo Star.

— Tal vez.

— Oye amigo, lamento que lo de ustedes no haya podido ser —habló Cyborg.

— Si, la verdad creo que ella es un poco ciega —agregó Star.

— Si, RobRae hubiese sido poderoso.

— ¿RobRae? —preguntó Robin— ¿Qué es eso?.

— Es el nombre que le pusimos a su pareja —respondío Cyborg.

— Ya —Robin río.

Los tres terminaron de empacar, Robin se iba al día siguiente y esa tarde ellos saldrían un rato al Muelle de Santa Mónica para pasar sus últimos momentos juntos, hasta que alguno de ellos viajará.

Por otro lado, en la otra parte del mundo, Raven se encontraba caminado por las calles de Amsterdam junto a Nia, su prima que vivía allí, llevaba una semana y la verdad es que se habia divertido mucho en esa ciudad. Ambas iba en camino a una cafetería para encontrarse con el novio de Nia y un amigo.

— Te van a caer muy bien —mencionó Nia— y su amigo esta soltero... —sonrió.

— Nia, acabo de terminar con alguien —respondió Raven.

— Ya Rae, pero un amor temporal no le hace mal a nadie.

— Tal vez para ti —susurró.

Luego de unos minutos llegaron a la cafeteria que se encontraba cituada en la esquina, una vez dentro Nia la condujo a una mesa donde había dos chicos.

— Rachel el es Jack mi novio —dijo Nia.
Jack era un chico de cabello rubio y ojos mieles, parecia ser simpático— y el es Henry, su amigo —el era un chico de cabello castaño y ondulado, con ojos cafés.

— Es un gusto —dijo Raven.

— El gusto es nuestro —respondió Henry.

Los cuatro pasaron aproximadamente una hora en esa cafetería, hablaron de como se conocieron con Nia, de como era Los Angeles. Luego salieron a caminar por la ciudad, Nia y Jack se apartaron un poco de Raven y Henry.

— Oye, ¿Y tienes pareja? —preguntó Henry.

— Que directo —bromeó Raven— no, terminé con el hace unos dos meses.

— Oh lo siento, y tranquila no quiero nada con tigo, no me van las chicas.

— Oh, es bueno saberlo —sonrió— ¿te puedo preguntar algo?.

— Dime.

— Si a un chico que siempre me ha ayudado lo lastimo ¿Qué crees que debo hacer para que me perdone?.

— Depende ¿qué fue lo que paso? Si se puede saber claro.

— Bueno, nosotros hemos sido amigos desde que somos pequeños, siempre ha estado para mí, incluso cuando termine con mi ex el me invito a un parque y a una fiesta para que me sienta mejor, a demás que venía a verme casí todos los días —contó— pero, luego yo comenze a hablar nuevamente con mi ex ,pensé que podríamos regresar, pero a él le gustaba otra y Dick, mi amigo, me lo advierto pero yo le día la espalda, ya no hablamos desde entonces.

— Wau, es todo un tema, pero si le das una disculpa sincera estoy seguro de que te perdonará —sonrió— a demás, creo que le gustas.

— ¿Qué dices?.

— Si, no cualquiera te invita a un parque y te va a visitar si no sintiese nada.

— No lo creo —negó Raven.

— Bueno, ciego es el que no quiere ver, sólo analizalo.

Siguieron caminando un rato más, luego fueron por unas pizzas donde había un Karaoke, cantaron un par de canciones y decidieron volver cada uno a su casa.

Durante la noche Raven no dejaba de pensar en lo que había dicho Henry, ¿Y si en realidad Robin sentia algo por ella? Y ella lo habia lastimado. Pensar en eso la hacia sentir muy mal, sin dudas tenía que pensar en algo muy bonito para que Robin la perdonará.

Luego de varios minutos pensando y viendo el techo, por fin pudo quedarse dormida.

Robin seguia sin poder dormir, era ya la una de la madrugada y ese mismo día se iría a New York, no quería irse por sus amigos, pero debía estudiar y ese lugar le quedaba mas cerca de Massachusetts que Los Ángeles, a demás que Bruce quería encargarse de sus empresas de allí. También pensaba en que por una tonta pelea no había podido despesirse de Raven, su mejor amiga y la chica por la que había empezado a sentir cosas hace ya unos dos años. Luego de tanto pensar logró cosebir el sueño.

Mañana sería un largo día.


Ani.

Robin se muda...
No se olviden de votar, se acercan los capítulos finales.

Alaways You |RobRae|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora