CAPITULO 14

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Los tres nos paramos rápidamente, y en posición de cobate, mi rama se transformó un una equilibrada y hermosa espada, larga, con diseños que no alcance a apreciar por la presión del momento.

Los Sornians rugieron y empezaron a correr hacia nosotros, eran demasiados, estábamos rodeados.

Me preparé, aunque no lo hacia notar, había practicado con una espada antes. Aunque fuera de juguete, esperaba que ese entrenamiento poco profesional me ayudara.

Los tres nos juntamos para protegernos las espaldas, vi de reojo a Lotu, que se armo con una rama que encontró en el suelo.

Uno vino corriendo hacia mi, media unos 2 metros por lo menos, y tenía un palo acorde a su tamaño, justo apuntándome el golpe hacia mi cabeza, logré detenerlo con la ayuda de mi espada, pero él me ganaba en fuerza, así que me safé con un giro rápido, saliendo a su espalda, era el momento perfecto para darle una estocada, dudé en hacerlo unos segundos, pero la criatura se empezaba a dar la vuelta, fijando su mirada en mi, decidida a volver atacar, estaba comenzando a levantar otra vez su palo y no me quedo mas opción que agarrar mi espada, respiré hondo, pegué un salto y clavé mi espada en su pecho, fue como clavar un cuchillo en una gelatina durísima, fue desagradable, esperaba a que saliera un líquido como la sangre, pero solo se evaporó en el aire dejando un aroma intenso a podrido.

Al momento de que el monstruo se evaporó, vi a otro arremetiendo contra Arturo, que trataba de proteger a Lotu, aunque el sabía manejar perfectamente la espada, porque su padre le había enseñado toda su vida, luchaba con mucha destreza, pero por eso empezaron a rodearlos,y ni el más experimentado podría con todos los que estaban ahí. Corrí , y le acenté a otro mi espada en su estómago, se evaporó, otro venía rugiendo, pero no fui tan rápida y me dió con una inmensa y gruesa rama a un costado, pude protegerme del impacto en posición de defensa, pero caí al suelo, dolida por el impacto, me apoyé en mis codos tratando de respirar, teniendo la vista un poco más clara, el otro que me había atacado junto con otros 4 venían hacia mi. Ví a Arturo de nuevo, se dió cuenta que fui lanzada lejos por la criatura y trataba de venir a ayudarme, pero todos las criaturas se abalanzaron sobre él, me asusté, no podía perder a otro amigo, no a él de nuevo, pensé en mi hermana, en todo lo que estaría sufriendo, en lo que me pasó. Y sentí una explosión dentro de mi, energía que fluía y pedía gritos salir.

—¡No!—Grité con toda la energía del momento, observando la escena de un montón de Sornians abalanzados sobre Arturo y Lotu.—

Pero al momento de gritar, un montón de enrgia salió de mi en forma de aros que se expandió esfumando a todos los Sornians a su paso, y no quedó nada de ellos.

No me quedé pensando en que pasó, solo corrí hacía Arturo y Lotu, que ya se empezaba a parar, pero Arturo seguía votado en el suelo, lleno de moretones, inconciente, pero con vida.

—¡Niña! ¿Dónde aprendiste a hacer eso?—dijo jadeando— ¡¡¡fue Genial!!!

No le respondí, estaba concentrada en despertar a Arturo.

—¡Arturo!¡Arturo despierta!— grité, trate de no sacudirlo mucho, no quería lastimarlo mas de lo que ya estaba.—

No tardo en despertar y seguro que ayudo el olor penetrante a podrido que dejaron esos Sornians.

—¿Qué paso?—preguntó

—¡¡Tu chica acaba de derribar a todo un clan de un solo grito!!—dijo Lotu, note algo de emoción en su voz, eso me estremecio, confirmando que si había sido yo.—

Arturo puso cara de confundido

—Te lo cuento en el camino, ahora es hora de irnos ¿Puedes pararte?

—si—dijo algo dudoso.

Lo ayude a pararse, y junto con Lotu salimos donde,por suerte, seguían nuestros Carstans.

Después cai en la cuenta de que no había recogido nestras ramas que nos había dado Lotu, quise regresar pero Lotu me detuvo.

—No te preocupes, ya debe estar en tu bolsillo, siempre volverá a ti—dijo.

Y era cierto, sentí un peso en el bolsillo de mi chaqueta.

—¿Continuarás con nosotros?—Le pregunté.

—Niña, aún no sé que hacen aqui.

—Somos de la tierra, vinimos para rescatar a mi hermana—dije.

—Parece que necesitaran ayuda, y yo no tengo nada aquí—dijo—Iré con ustedes.

Me tranquilizó que nos acompañara, aunque recién nos hayamos conocido, sentía una confianza casi incondicional con esa criatura.

—¿No tienes familia?—pregunté algo temerosa.—

—Toda mi raza fue exterminada a causa de las guerras, somos pocos los que aún vivimos—respondió serio.

—Lo siento—dije.

Miré a Arturo, y ya estaba sentado en el Carstan, yo subi al mío, y Lotu se sentó tras de Arturo, y empezamos a cabalgar.

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⏰ Última actualización: Sep 26, 2020 ⏰

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