El éxito exige de nosotros una gran paga. Todo aquel que sueña con el éxito debe adquirir un compromiso superior consigo mismo. Los buenos hábitos forjan el hombre exitoso del mañana.
Después de una cadena consecutiva de fracasos, lo mejor será siempre hacer una pausa. Reflexionar, tomar un segundo aire, despejar nuestra mente, analizar todo cuanto somos y hemos hecho. Sin sobresaltos, con absoluta paz. Escribir nuestros errores en una tarjeta es un buen comienzo para no volver a cometerlos jamás. A veces somos tan cabeza dura que persistimos en los errores y pronto nos especializamos en como fracasar.
El hombre de éxito no teme trasformar su vida; al contrario se fascina en el autodescubrimiento de sí mismo y en como hallar la forma de ser mejor a cada ocasión. Antes de ir a la cama se toma unos minutos para sí y medita en como estuvo su día. Como saludo a las demás personas, como entablo las conversaciones, si su sonrisa fue espontanea o fingida, si sintió agotado o hastiado con algo y al final se imparte una autoevaluación. Una evaluación justa, sin engaños pues su objetivo primordial siempre es superarse.
Su jornada comienza con total optimismo, dispuesto siempre a superar los errores. Si el trafico esta insoportable, se recuerda su canción favorita. Si viaja en su propio auto sintoniza la estación radial de su preferencia. El horizonte se pinta de innumerables frutos para él y su familia. Cuando arriba a su lugar de trabajo a todos saluda con igual efervescencia, los enemigos no hacen parte de su existencia. Al iniciar sus labores es consiente que para que todo marche según lo presupuestado debe antes encomendarse a ese ser superior que siempre lo acompaña. Una sencilla oración emanada desde lo más hondo de nuestro corazón nos imprime energías extras, toda neblina mental desaparece y con mayor facilidad abordamos las tareas.
Sentirnos plenos y realizados en todo cuanto hacemos es clave infalible para que nada nos falte.
Al finar la jornada el hombre de éxito sale igual de enérgico y amable que cuando llego, su vida es un camino repleto de felicidad, su presencia un regocijo para los demás. Su ser es superior a todo cuanto se aprecie, nadie siquiera puede igualarle, sus pies reposan varios escalones arriba de los demás.
Sus proyectos son como un jardín florecido a todas horas. A nadie niega su ayuda, ni al peor de sus enemigos pues sabe que toda obra justa recibe su merecida paga y que si el sembró una semilla buena cosechara un fruto bueno en tiempo oportuno y de manera abundante. Su sola aptitud es el más preciado escudo. Nadie podrá hacerle daño. La maleza que los demás esparcen sobre sus siembras se marchita antes de tocar la tierra.
A cada instante se esfuerza por colocar una piedra mayor aun en tamaño que la anterior para así solidificar la base de su éxito, pues sabe que unos cimientos firmes habrán de llevarlo sin tropiezos a la deseada cima y allí podrá mantenerse hasta cuando lo desee sin peligro alguno. Desde allí arriba lo contempla todo, lo domina todo. Su ser se siente pleno, realizado y feliz. Todo cuanto desea para sí y los suyos obtiene con el más mínimo de todos los esfuerzos. Tarda más en caer la hoja de un árbol que el en recibir lo esperado. El universo le complace desde su pensamiento mismo. Su existencia no puede ser más perfecta, la satisfacción le acompaña siempre. Como el agua es al rio y como la luz es al día así son de inseparable él y la fortuna, él y la abundancia, él y la cima del éxito y todo gracias a que atendió las señales de aviso que habían en su camino y decidió trasformar su vida como la mejor forma de iniciar de nuevo por el camino correcto, por el camino de sus verdaderos sueños.
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Camino al Éxito(2) No Tengan Miedo ©
De TodoCamino al Éxito es un libro inspirador, de superación personal que se cimienta en 21 preceptos claves que durante miles de años los grandes personajes como Constantino, Carlomagno, Suleimán, John Davison Rockefeller han implementado en sus vidas. I...