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"¿Que te hace pensar que soy tan especial?"

Cruzo los brazos encima de la mesa de madera y apoyo la cabeza encima, escuchando atentamente la conversación entre Sasha y Connie mientras observaba el partido de ajedrez que estaban teniendo Reiner y Berthold

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Cruzo los brazos encima de la mesa de madera y apoyo la cabeza encima, escuchando atentamente la conversación entre Sasha y Connie mientras observaba el partido de ajedrez que estaban teniendo Reiner y Berthold.

-Si avanzará un poco más hacia el sur, estaría en mi pueblo.-mencionó el rapado mirando por la ventana.

-Mi casa tampoco queda lejos.-le respondió la morena.

-Vaya mierda... ¿Por qué no me dejan volver?-pregunto al aire el joven.-Me podría escapar mientras los demás duermen.

-A mi me dijeron que no podía volver hasta que fuera una persona decente.-contestó la chica patata.

-Hmm, a mi que era imposible que un esmirriado como yo se convirtiera en soldado. Pues, mira, he resultado ser un genio. Quedé entre los diez mejores de nuestra promoción. Así que pienso volver al pueblo y restregárselo.-habló de nuevo el rapado.

-Vaya tontería.-dijo la rizada sin perder de vista los movimientos de Berthold.

-Connie, si lo dices enserio, te echaré una mano.-habló de repente Reiner contradiciendo a la de rizos.

-¿Tú? ¿Por qué?

-¿No os parece raro?-cuestionó el rubio.-¿Por qué nos tienen a la espera y sin uniforme? Es más, no nos dejan ponérnoslos ni entrenar.-se levantó de la mesa dejando a medias la partida de ajedrez. La rizada sonrió tomando su puesto aprovechando para jugar contra Berthold.

-Pero lo más sospechoso de todo, es que los demás están equipados para luchar. No estamos en primera línea de combate si no dentro del muro.-la rizada movió una pieza.-¿A qué nos enfrentamos?

-Será porque por aquí hay bastantes osos...-supuso Connie.

-Si, serán los osos.-respaldó Sasha. La rizada estaba a dos movimientos de ganar y el moreno no veía una escapatoria.

-Contra un oso basta con una pistola.-dijo el rubio a la vez que se sentaba al lado de Moa.

-Jaque mate.-dijo de forma lenta y tenebrosa la rizada, acompañada de una mirada tan fría como sombría. Berthold sintió un escalofrío recorrer su cuerpo y que aquellas palabras iban con segundas intenciones. Sasha ignorante de la situación, dejó caer su cabeza sobre la mesa, pero segundos después se levantó alarmada.

-¡He oído algo que retumbaba! ¡Eran pasos!-todos en aquel comedor dejaron de hacer lo que estaba haciendo para prestarle atención a la chica patata.

-¿Que estás diciendo, Sasha? ¿Que ahí titanes cerca de aquí? ¡Pero entonces, el muro Rose habría caído!-Reiner comenzó a sacar conclusiones y a atar cabos.

-¿Estás segura?-pregunto la rizada centrando toda su atención en la ventana.

-Nah, seguro habrán sido imaginaciones suyas.-le respondió Connie con desgano.

𝑾𝒆𝒂𝒌𝒏𝒆𝒔𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora