Horacio es un joven de 27 años, que su sueño desde pequeño es encontrar el amor de su vida pero por las experiencias no le ha ido tan bien y se pregunta
-¿Por qué he tenido mala suerte en el amor?
En el colegio siempre Gustabo era el más popular, es su hermano mayor, le perseguían las chicas, pero a Horacio no, siempre se ha sentido excluido, aunque su hermano le dijera que nada los separará y que ya pronto encontraría a una pareja.
Cuando Horacio creció buscó trabajo para seguir con sus sueños lo cual era comprar su casa, carro y sobre todo casarse; pero eso vendrá después pensaba Horacio.
Gustabo: ¡Hola perraco!
Horacio: Hey, perla, ¿Listo para buscar trabajo?
G: No me toques los huevos, no estoy listo para ser esclavo de nadie.
H: *Se ríe a carcajadas*
G: Bueno, necesito comprar cosas pero tío que pesado buscar trabajo.
H: No seas Gustabo, vamos.
G: Jódete.
Enseguida los dos se subieron a su coche que se lo repartían entre los dos. Horacio está muy ansioso pero Gustabo buscaba problemas, hace un rato le gritó perraco a un motorista de la nada.
-Gustabo no seas pesado, le dijo Horacio, necesitamos un trabajo, si sigues así nos van a meter en problemas.
Qué dices, si tú te comes los problemas hermanito, no nos meteremos en problemas, sólo me estaba divirtiendo, anda, no seas aburrido. Horacio asintió con la cabeza y empezó a molestar también.
En el camino mínimo le gritaron a 10 personas en la calle, nunca habían estado tan feliz y riendo, ya les hacía falta a ese par de capullos. Llegaron a un centro comercial para conseguir trabajo. Se bajaron del coche mientras iban hablando de cómo será el personal del local vieron muchos locales buscando personal pero vieron una tienda que les llamó la atención. Cuándo llegaron a un local de venta de ropa deportiva, se encontraron al gerente de la tienda, a decir verdad el gerente no tenía personal así que no dudó en pedirles los documentos necesarios para poder contratarlos.
Al salir del local Gustabo le dijo a Horacio -Perraco, viste, la buena impresión siempre es la mejor, el señor no dudó en contratarnos. Horacio le responde: Pensé que iba a ser más difícil jaja. Hey Horacio, ¿Qué te parece si vamos a comer algo? Horacio emocionado le dijo, claro, muero del hambre y de paso nos tomamos algunas copas para festejar.
Llegaron a un restaurante, pidieron comida y como siempre Horacio le coqueteaba al mesero, pero nadie le hacia caso. Horacio se levanta para ir a lavarse las manos y Gustabo se quedó esperando la comida, de camino hacia el sanitario voltea a ver hacia la calle, ya que el restaurante tenía más ventana que pared y algo le llamó la atención, al ver algo "bonito" se giró rápidamente para ver a detalle lo "bonito" que había visto. Se asomó al cristal para buscarlo y vio a unos policías multando a un coche que aparcó en línea roja. Pero sólo uno le llamó la atención, era un chico alto, pelo gris, blanco y con una figura esbelta que se le marcaba con su uniforme de policía, se le veía serio y atractivo. Horacio se le quedó viendo un par de minutos pero sabía que él era inalcanzable así que se dirigió a lavarse las manos. Al regresar a la mesa Gustabo le dice, tío joder, ¿Te hiciste una paja o qué? Te tardaste. Horacio baja la mirada y le dice que vio a un policía atractivo afuera pero nadie le iba a hacer caso. Gustabo le da una sonrisa y le dice, sabes que los policías son pesados y malhumorados, mejor comamos.
Tardaron alrededor de 1h comiendo pero Gustabo se tomó unos tragos de más, al salir Gustabo semi ebrio le dice que está todo bien y que él conduciría, Horacio le da la razón así que subió de copiloto, pero dudaba que Gustabo se encontrase bien. Manejaron hacia casa pero al llegar a un semáforo Gustabo se pasó del rojo e iba rápido, Horacio le dice que bajase la velocidad que estaba yendo a toda ostia, Gustabo se ríe y le dice, niña, sólo es un poco de diversión pero antes de que bajase la velocidad escucharon una sirena detrás de ellos.
G: ¡Hostiaaa!
H: Para el cocheeee.
Se aparcaron a una orilla mientras estaban angustiados.
Vieron que dos policías bajaron y le tocaron la ventana diciendo: Bajad del coche. Se bajaron y en ese momento Horacio quedó en blanco...¡era el policía que vi en el restaurante!
Policía: ¿Adónde van con prisa?
H: Vamos a nuestra casa
G: Sí, ya llegamos.
Policía: Señor, no lo veo bien, le pediré que me dé los documentos.
G: *se los da*
Policía: Conway, podrías ayudarme.
Policía2: ¿Quién es este capullo?
G: Eh, más respeto.
Policía2: ¿Respeto? Respeto deberías tener, andas conduciendo bajo efectos de alcohol y eso lleva multa.
Los policías arrestan a Gustabo y lo meten al patrulla. Horacio les dice, ¿Adónde lo llevan? El policía le responde que lo busque en comisaría y se lo llevan.