Doble Vida [Riren]

Capitulo 8: baile de media noche

El castaño sintió las miradas de todo el mudo en su trayecto desde el hotel hasta el mirador donde se habían encontrado el día anterior.

Que si estaba nervioso?

En este momento, Eren era un desastre de nervios internamente, al punto de que si le preguntabas que hora es, lo más probable es que hubiera dicho "aceitunas".

Y su nerviosismo no disminuyó cuando llegó y encontró al pelinegro esperándolo, verlos a los dos en el mismo lugar era como juntar a dos maravillas del mundo, era simplemente un espectáculo magnífico a la vista de cualquiera.

"Si tan solo fuera una chica de verdad..." Pensó Eren "... Podría lanzarme a sus brazos sin tenerle miedo al rechazo?, Podría sentirme feliz por no tener que fingir ser otra persona?"

Alejó aquellos pensamientos y se acercó al otro, el cual recién notaba su magnífica presencia.

Y su reacción no fue muy distinta a la de Eren.

Ambos estaban callados, mientras un torbellino de pensamientos azotaba sus interiores al ver la belleza del contrario.

Después de un par de minutos, que parecieron segundos, se acercaron y caminaron juntos hasta una especie de bar con una pista de baile.

Era casi media noche, Eren notó que Krista estaba en el lugar, en signo de apoyo moral, se lanzaron unas discretas miradas que claramente decían "suerte, ojalá no te descubra tu jefe", en el caso de Eren, está claro, y en el caso de Krista, porque ella escapó de su trabajo solo para darle apoyo al castaño.

Al principio solamente se sentaron a hablar y tomar una que otra bebida ligera.

Después de un rato, la música del ambiente comenzó a cambiar a una más bailable.

El castaño reprimió una risa, acaso el DJ de ese lugar era un genio? Porque no se explicaba como en un bar de Grecia comenzaba a sonar una canción de Chayanne.

Probablemente la única explicación era la rubia.

El pelinegro le ofreció una mano, invitándolo a bailar, cosa a la que el castaño no se negó.

Extrañamente el castaño sintió que la letra de la canción comenzaba a coincidir con su vida.

Se dirigieron al centro de la pista y comenzaron a bailar, no eran expertos, sin embargo, parecían destacar en el lugar

Es el amor, que sube despacito por mi corazón
Y va dejando en cada rincón

Se miraron

Y viene, y va, y en el vaivén
Ahora te quiero, y ahora no sé

Dieron unos cuantos pasos y giros, aún así, sus miradas estuvieron conectadas en cada momento.

Es el amor que sabe que esos ojos son mi perdición
Que me dice que si, aunque yo diga no

Sus pasos se volvieron más ágiles.

Y viene, y va, y en el vaivén
Por cada beso me roba tres

El castaño tuvo que romper las miradas por un momento antes de hacer algo estúpido.

Y viene y va, y en el vaivén

Cada vez estaban más peligrosamente cerca.

Ahora te quiero, y ahora no sé

Justo en el momento que terminó la melodía, el pelinegro se había acercado para poder besar al castaño.

Este en un momento desesperado por evitarlo lo empujó y corrió lejos, siendo seguido por la rubia, que había mirado todo desde la cabina donde manejaba la música.

Ambos llegaron al hotel rápidamente.

El castaño estaba más que agotado, había subido corriendo un montón de calles con tacones, además de estar teniendo un colapso interno, casi había dado su primer beso a alguien que aún pensaba que era alguien que no era. Sin darse cuenta ya se encontraba llorando en su habitación.

Sintió unos golpes suaves en la puerta, miró por la rendija y pudo ver a la rubia.

La dejo entrar, después de todo, parecía que una recepcionista con la que apenas habló se había convertido en el mejor apoyo emocional que alguna vez tuvo en su vida.

La rubia solo lo abrazó, tratando de hacer que se calmara.

También lo ayudo a quitarse todo el maquillaje esparcido por las lágrimas en su rostro y poder quitarse la peluca, ya que realmente había quedado bien sujeta.

Después de eso simplemente se dedicaron a comer helado sin decir nada, se sentían a gusto en el silencio, sabiendo que podrían derrumbarse frente al otro teniendo la seguridad de que estarían ahí para apoyarse en las próximas crisis.

El castaño no tenía muchas ganas de enfrentar a Levi nuevamente, pero sabía que tendría que hacerlo tarde o temprano.