Ya la página ha pasado y es otra batalla mas perdida. Te sientes vacia. Los demonios que esperaban en las sombras de tu miedo se hicieron ahora visibles. Primero acechando en silencio, luego poco a poco se escabullían en tu cabeza. Desgarrando lenta y dolorosamente tu poca autoestima y fuerzas. Primero con sus palabras hirientes como navajas, esas heridas que en tan poco tiempo se van convirtiendo no solo en cicatrices del alma ahora también cicatrices en tu piel. Solo por el odio que te tienes a ti mismo, escuchas cada vez claramente las voces de tus monstruos. Esos que solo quieren verte fallar. Ellas te influyen a que tomes esas navajas y la deslices por tu piel solo para poder dejar de escucharlas aunque sea por algunos minutos. Ver esas líneas carmesí te hace sentir cada vez mejor, el dolor es como una dosis de morfina, te duerme y te hace olvidar por segundos lo que te ocurre. Pero después es que observas las heridas y te sientes peor que antes porque no pudistes ser lo suficiente fuerte para ignorarlos. Ahora ellos se burlan de ti y cada vez te hacen hundirte mas en tu miseria. No comes, no duermes por las noches solo llorando hasta quedarte vacía de nuevo, te haces daño física solo por tus desgraciados monstruos y luego de repite el proceso. Pero ¿para que? Solo dejar que los monstruos cada vez se vuelvan mas fuertes y ganen mas batallas, siendo capaces de ganar la guerra. Y el odio hacia tu persona se incrementa cada día más.
Favor votar y comentar por favor y muy pronto estaré haciendo otro capítulo. Gracias!