Llegamos al hotel y Claire le da las llaves del auto al chico encargado del valet parking. Un chico de ojos cafés muy atractivo.
–Cuida a mi bebé–le dice Claire al encargado
–Y cuídate tú también– le digo al chico sonreí. El chico solo me sonríe y me agradece.
–Es que tú nunca te cansas de coquetearle a todos los chicos que te pasan enfrente–Me reprende Audrey mientras caminamos hacia el ascensor del hotel.
–Está desesperada Audrey, ya déjala–contesta Claire burlándose de mi
–Cállense, no estoy desesperada–bufo molesta. Claro que no estoy desesperada, solo he estado soltera toda mi vida y estoy bien así, pero nadie parecía comprender eso.
Llegamos al ascensor en silencio y entramos todos en él.
Luego de un rato de silencio en el ascensor, veo vacilar a David, el novio de Claire sobre si romper el hielo o no.
–Sabes, tengo unos amigos con los que de seguro que se llevarían muy bien–Comenta David, lo cual me molestó un poco, el hecho de que esté soltera y que no haya tenido un novio no me convierte en una desesperada. Estoy cómoda siendo soltera, sin compromisos.
–Dije que no estaba desesperada David, pero gracias por volver incomodo el ambiente–Contesté tajante. Él solo subió sus manos en son de paz y murmuró un "lo siento".
Llegamos por fin a nuestro piso, y cada uno se dirigió a sus habitaciones para cambiarse de ropa.
Obvio no iríamos a un club con los vestidos muy refinados y aburridos con los que asistimos a la boda.
Opté por ponerme un vestido corto negro que se amoldaba a mi cuerpo y unos tacones dorados altos. Decidí dejarme el peinado y el maquillaje dorado que había llevado a la boda, puesto que me daba pereza desmaquillarme.
Unos minutos después, entró Audrey a mi habitación con un vestido rosa chillón corto que también se amoldaba a su cuerpo. A diferencia de mí, ella llevaba unos tacones bajitos del mismo color del vestido.
–Ya estoy lista para tomar alcohol hasta mearme–Decía mientras se sentaba en uno de los sofás de la habitación.
– ¿Cómo me veo? –digo mirándome frente al espejo observándome.
–Madre mía, te ves tan buena que hasta yo te doy– Bromea mi amiga
Ruedo los ojos. Tengo un buen físico, pero no diría que tengo un cuerpo de súper modelo de Victoria Secret. Simplemente tengo lo necesario y me alimento saludable.
– ¿Ya estás lista? – pregunta Audrey – Los chicos están esperándonos en el pasillo y ya sabes, entré a tu habitación porque no quería presenciar cómo Claire y David se pasan saliva.
Hago una mueca ante su comentario.
–Bien, pues entonces no los hagamos esperar más–Sonreí malévola– ¿Cuál de los suegros no aceptaba su nuero? –pregunto maliciosa.
–Los padres de Claire, ¿por qué? – suelto una carcajada
– ¿Aún tienes el número de la mamá de Claire?
–Sí, ¿por qué? – pregunta, pero luego de unos segundos se da cuenta de mi plan– Oh, Andy, no te atrevas.
–Cálmate Audrey es solo una pequeña broma. –Digo tomando su teléfono
Abro la puerta de mi habitación y finjo que estoy hablando con alguien por teléfono
–Si señora Martínez, desde luego que le avisaré a su hija que la llegará a visitar cuando esté de regreso en Londres. –Claire, se apartó de David de golpe para ponerse de pie con sus ojos abiertos como platos.
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Por pura casualidad
Teen FictionMi vida dio un giro de ciento ochenta grados al conocer inesperadamente a Elián Sucre y enrrollarme con él. No lo pedí, solamente fue una casualidad. Pero cuando pensé que no volvería a verlo, me llegó una oportunidad única que no podía dejar pasar...