EL CÓDIGO DE LA MANIFESTACIÓN

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"El Código de la Manifestación" Raimon Samsó.
Desautoriza tus sentidos y actúa por encima de las circunstancias.

Debes «meter los cinco sentidos en una caja fuerte, cerrarla y tirar la llave». En pocas palabras: prescindir de lo que parece ocurrir allá afuera.
Niega a tus sentidos, inspírate en la certeza de que lo que quieres ya es real en el ámbito no visible, y sin tratar de señalar el camino que debe seguir hasta ti, aprópiate de la emoción del deseo cumplido, y lo verás en el mundo de la forma y las cosas.
La gente mira su mundo y dice: «no lo veo» o «no lo oigo» o «no lo toco» o «no está» o «no puedo»... y entonces ¿qué pasa? Nada de nada, todo sigue igual. El mundo no es más que un escondite para la realidad. La realidad, la dimensión interior, está oculta detrás de la cortina que llamamos mundo físico, en el que se quedan atrapados los sentidos. El poner atención en las circunstancias presentes, es reforzarlas una y otra vez; con lo cual, se les está dando continuidad.
Tienes que ser consciente de que hay una realidad no visible, que tus sentidos no pueden ver, y que está abriéndose paso para ser visible.
No es que lo que ves en tu mundo no exista, sólo es que ves el pasado: la manifestación de tus antiguos deseos (conscientes o inconscientes). Y ahora vas a dar paso a un nueva manifestación fruto de tu nuevo deseo.
Pasa olímpicamente de «lo que es». Da igual si se trata de una enfermedad, una situación financiera, una mala relación... tienes que dejar de prestar atención a «lo que es» si quieres dar paso a lo que deseas.
Una vez desautorizados tus sentidos, asume el resultado deseado como cierto. ¿Eso es engañarse? Tal vez, pero no más que el gran engaño en el que vive el mundo al creer que el sufrimiento es obligado y la felicidad casual. Puestos a elegir un «engaño», yo prefiero un engaño que me da más opciones. Luego las circunstancias se irán armando a tu alrededor para confirmar con hechos tu sensación. Una nueva realidad se formará a tu alrededor.
Conviértete en un «paranoico a la inversa» cree que todo el mundo está de tu lado y conspira para tu bien. Imagínalo, ¡todo el mundo está confabulado para que te vaya bien!
En el mismo momento en que se creó el deseo ya se concedió. Lo pedido está enviado. En el mismo momento que se creó el deseo se creó también la forma perfecta de manifestarlo en el mundo de las cosas. Otra cuestión es que vayas a la oficina de correos para recoger los envíos desde el universo.
Si quieres un buen consejo de mi parte, toma nota: compórtate siempre como si lo que quieres fuese ya real a un nivel sutil, y actúa, por encima de las circunstancias, como si fuera un hecho. Hay una razón potente: el comportamiento confirma la creencia, y cuanto más te comportes de un modo concreto, más se confirma en ti la creencia implícita. Pero, si juzgas tu mundo por las apariencias actuales, serás el esclavo de tus sentidos, y ellos tus amos. Tus sentidos tienen como función percibir, son un sistema GPS de navegación en el mundo, pero no tienen ni idea de quién eres ni saben de lo que eres capaz. Entonces, ¿por qué aceptas su única guía?
Debes convertirte en el deseo mismo, en la cosa misma del deseo, no contentarte con pensarlo o hablar de ello.
Olvida lo que parece ocurrir allá afuera (si es que existe un afuera). Y pasa a dirigir los acontecimientos según sea tu voluntad. Eso es actuar «por encima de las circunstancias». Hay un lugar dentro de ti en el que no importa lo que las circunstancias te muestren o te dejen de mostrar, encuentra ese lugar y estarás al mando de lo siguiente que va a ocurrir. Y entonces, tus circunstancias ya no retroalimentarán tu sistema de creencias. Ahora tus creencias predecirán lo que vas a manifestar a continuación.

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